Por estos días mucho se viene comentado acerca de la reprivatización del ferrocarril Belgrano Cargas, que quedaría en manos de un llamativo consorcio integrado por Franco Macri, capitales chinos, el gremio ferroviario y el propio Estado.
De esta forma, Macri retornaría a ser concesionario de un servicio público, tras la fallida experiencia del Correo, que el Gobierno le sacó de sus manos.
Ahora, la pregunta es: ¿no se ve afectada la potencial consistencia política así como dificultado el rol opositor de Mauricio, hijo de Franco, por el hecho de que su padre sea "premiado" con negocios otorgados por el Estado?
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