De cara a la derrota inexorable del kirchnerismo en la elección Capital, Horacio Verbitsky tiró el domingo pasado la primera piedra en dirección al postulante a jefe de gobierno por un espacio de centroizquierda Claudio Lozano, quien decidió responderle pero no en términos de figuración mediática explícita, tras ser acusado por el otrora periodista de investigación de Página 12 de dividir el espacio de pretendida centroizquierda que pretende representar el kirchnerismo, la misma fuerza que lleva -¿al ex cuadro del PC?- a Daniel Scioli como abanderado en la provincia de Bs. As.
Siempre hemos pensado que existen medulares diferencias entre el periodista que ejerce lo suyo como como oficio o profesión -apasionante, sin dudas desde nuestra visión- y aquel que lo hace con impronta militante o con adscripción partidaria.
En la primera variante, la búsqueda reside en la verdad, en tanto en la segunda, la palabra o la pluma pretende capitalizar apoyo a determinado interés, que bien puede ser loable, pero que de todas maneras aleja al periodista del rigor y la verdad, aunque desde ya convenga colegir que la subjetividad se manifiesta en ambos vías.
En el caso de Verbitsky, uno no puede más que añorar a aquel colega de pluma rigurosa y puntillosa, que desde su lugar testimonió la corrupción menemista...pero que como sabemos vio "vaciada" su función como virtual fiscal anticorrupción en función de la excesiva "cristalinidad" -dixit K- y acentuada transparencia de la gestión K.
El domingo pasado -24/06/07- Verbitsky en Página 12 en su habitual columna semanal titulada en esa oportunidad "Por el piso" - www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-87107-2007-06-24.html - cuya bajada señalaba: "Aunque Filmus parece achicar las distancias, es poco probable que impida la victoria de Macri. La elección de hoy medirá el piso con que dos coaliciones antagónicas se posicionan para octubre. Buenos Aires atendida por sus dueños: por primera vez en un siglo las clases dominantes tienen expresión propia en el sistema político. La Coalición Cívica Libertadora, la Paleoizquierda Unida, el cardenal Bergoglio y la sombra de Codovilla" había referido a Lozado de esta manera:
"Con el Microemprendimiento por Buenos Aires, organizado para estos comicios, el ex radical storanista Martín Hourest llegó a la Legislatura. Obtuvo el 2,93 por ciento de los votos. Debido al corte de boleta en su contra el economista Claudio Lozano sólo recogió 2,7 por ciento para gobernador. Según Lozano es imperioso construir una nueva fuerza política en la Ciudad, que impulse niveles de igualdad y libertad, para lo cual resulta imprescindible involucrar a la población en un proceso de participación, con respaldos sociales organizados. Es decir, algunas de las cosas que él no hizo ni concitó desde que fue electo en las listas de Aníbal Ibarra y Jorge Telerman en 2003. A la semana de la primera vuelta, Lozano le dijo a este diario que estaba “feliz” por la “victoria a todas luces” de haber conseguido un legislador y sentenció que “no hay ninguna razón para plantear el sí a Filmus”. Menos tajante, el 14 de junio un plenario de sus doscientos leales se limitó a plantear que se mantenían “inalterados los aspectos que hicieron que la opción Filmus no fuese, para nosotros, una opción”. Pero una nueva asamblea realizada el jueves 21 suprimió esa definición lapidaria y sostuvo que la segunda ronda de hoy es una oportunidad de votar en contra de Macri, fórmula mezquina pero clara de habilitar el apoyo a Filmus. Esto refleja la dificultad para sostener posiciones capciosas aun en pequeñas agrupaciones de cuadros. Otro tanto ocurre en ATE Capital, uno de cuyos sectores llegó a cuestionar la incorporación a planta del personal precario del INDEC mientras no se cambiara el método de medición del índice de precios al consumidor, lo cual define una opción política, y no la más inteligente, en detrimento de la tarea gremial, ceguera que la CGT celebra y factura. El aislamiento de estas definiciones individualistas se hizo evidente cuando los principales dirigentes de la CTA de la Capital, con el respaldo del secretario general nacional, Hugo Yasky, se pronunciaron por el voto a Filmus, pese a que el gobierno nacional aún no ha cumplido con su promesa de otorgarle la personería gremial y, en demasiados frentes, deja mucho que desear. Junto con la CTA, se manifestaron también en el mismo sentido otras organizaciones que en 2001 formaron parte del Frente Nacional contra la Pobreza, FRENAPO. La presunta independencia que reivindica la conducción del Microemprendimiento, evoca la posición anunciada en agosto de 1946 por Vittorio Codovilla en su Informe al XI Congreso del Partido Comunista: “Apoyar lo positivo de Perón y oponerse a lo negativo, llegar a acuerdos con la oposición sin caer en la oposición sistemática”. El PC nunca volvió a caminar bien después de pegarse ese tiro en el pie. Codovilla fue más cauto que Lozano, quien hace mucho no advierte nada positivo en el actual gobierno.
* La respuesta de Lozano es la siguiente:
Horacio:
La política es acción colectiva, por lo menos, si pretende transformar la realidad.
Por lo tanto, supone la capacidad de procesar discusiones y diferencias entre aquellos que tenemos trayectorias, compromisos y objetivos comunes. Nosotros, vos y yo, nos conocemos bastante, y hemos compartido reflexiones y acciones importantes. Desde nuestra tarea en el Servicio Paz y Justicia hasta la epopeya del FRENAPO. Tenemos, por lo tanto, posibilidades concretas de discutir más allá de las páginas de los medios. Es más, estaríamos obligados a hacerlo si nuestro compromiso con “esa tarea política como acción colectiva” fuese nuestra prioridad.
Es razonable que existan diferencias políticas respecto a cómo caracterizar y actuar en un determinado momento. Es razonable, también, que confrontemos caracterizaciones si no estamos de acuerdo. Lo que no es razonable es que se ingrese en la “descalificación personal”, y menos a través de un medio público. Cuestión en la que vos ingresas al situar nuestra experiencia como “microemprendimiento”. Esa palabra no me afecta porque aluda al hecho de haber tenido sólo 52000 votos en la última elección. Me afecta porque un microemprendimiento es una estrategia que uno adopta para sobrevivir, es decir, es un proyecto personal, no político.
Más allá del cuidado que debieras tener al hablar de un instrumento de sobrevivencia en un “país de sobrevivientes” y dónde hay “millones” que todos los días pelean por lograrlo, tu caracterización no sólo me denigra a mí (lo cual no me jodería tanto), sino que desprecia y transforma en estúpido el trabajo de muchos compañeros (ejemplo: hubo 1.200 fiscales) que no sólo creyeron en lo que hicimos, sino que además están conformes y con ganas de continuar en la tarea.
Seguramente debieras pensar si tenés derecho, desde el cómodo lugar desde donde escribís, a devaluar el trabajo y la militancia de tanta gente. Pero más allá de esto, que podrías pensarlo y sería opinable, lo que no cabe es que ingreses en la descalificación personal y pública, contribuyendo a la “fractura” de quiénes por trayectoria, compromiso y perspectiva, tenemos mucho en común. Cuando alentamos la fractura en una práctica que debe ser de carácter colectivo, cuando no podemos aceptar que el otro piense de otro modo, le hacemos un flaco favor a quienes sostienen sus prácticas de dominación en la ausencia de “unidad política” de las experiencias populares.
No voy a entrar en tu juego de discutir a través de Página/12. Esto que escribo es para vos y para aquellos compañeros que trabajan y piensan como vos y como yo. Absurdo sería también ingresar en descalificaciones similares diciendo que desde hace un tiempo a esta parte te parecés más a un “escriba oficial” que a un periodista comprometido. O en todo caso, que las notas que producís luego de reflexionar con tu almohada, son el resultado de las decisiones de un “Francotirador” que no se sabe nunca para quien trabaja. Descalificar es fácil, discutir en serio es más difícil.
Desde estas definiciones comentare tan solo algunas cuestiones de las líneas que nos dedicás (innecesarias para algo que, según vos, significa tan poco). Tus apreciaciones están signadas por algunas chicanas, frases descontextuadas, un conjunto de informaciones reconstruídas en base a los diarios y no a las declaraciones de nuestra agrupación “Buenos Aires para todos” que, por otra parte, me encargué personalmente de que te lleguen; información falsa sobre la CTA y el INDEC y en el fondo, una matriz de interpretación política que es lo único que vale la pena discutir de todo lo que decís.
1) Sobre las chicanas
Empezás diciendo que hubo un corte de boleta en mi contra, cuando una mirada un poco más seria y menos destructiva, podría decir que hubo un corte de boleta a favor de nuestra propuesta en materia legislativa. Propuesta que, por cierto, era de “lujo” por quiénes integraban la lista y que motivó a unos cuantos a tratar de complementar su “voto útil” para jefe de gobierno con el respaldo a nuestros legisladores. Si estuvieras con menos “bronca” y evitaras tu ceguera quizás vos mismo podrías haber hecho algo similar. No tengo la menor duda respecto a que tenés muchas más coincidencias “de fondo” con personas como Martín Hourest, Pedro Bussetti, Laura García Tuñón, José Escudero, Lucho Ramírez, etc.. Muchas más coincidencias que con el “productor de medicamentos” Ginés González; que con la burocracia con problemas legales del sindicato de porteros, o con el otrora abogado de las empresas recuperadas Diego Kravetz, hoy cuestionado por ellas en función de dineros que no parecen haber sido bien habidos.
Luego seguís, “socarronamente”, exponiendo nuestros principios de construcción política (“una fuerza política supone estrategias institucionales capaces de articularse con respaldos sociales organizados”) para decir que no se revelan en la votación. El planteo es francamente ridículo y propio de alguien que hace tiempo no mete las manos en construcción alguna y que se ha terminado convenciendo de que la construcción política es el resultado de un fenómeno mágico y no de una tarea que lleva su tiempo. Jamás pensamos que participar electoralmente nos iba a devolver un triunfo. Simplemente, luego de haber intentado convocar en Diciembre del 2006 a que las fuerzas populares y democráticas de la ciudad pudieran tener una estrategia común, y percibir que buena parte de ellas quedarían enredadas en las internas de las estructuras tradicionales o del “operativo retorno” de Aníbal Ibarra, decidimos plantear una propuesta nueva ya que la experiencia del progresismo trucho que hiciera pie con Ibarra y continuara con varios más estaba, para nosotros, llegando a su fin y comenzando a entregar la Ciudad a la derecha. Sabíamos que una propuesta nueva en un contexto de polarización y nacionalización como el que se daba corría riesgos, pero creímos que era conveniente empezar. No estamos contentos con lo que pasó en la Ciudad. Sí estamos conformes con lo que hicimos ya que pudimos dar un paso, lograr una humilde representación institucional que sumada a las experiencias sociales que participan con nosotros (y que no son pocas) nos permitirá aportar seguramente en la conformación de la nueva coalición política que hay que construir en la Ciudad. Pudimos hacer visible en el plano electoral una propuesta seria y el trabajo político que en el plano social venimos haciendo hace ya mucho tiempo. Sabíamos que no era fácil, podemos habernos equivocado pero a diferencia de otras experiencias si nos equivocamos lo hicimos discutiendo con los que compartimos hace mucho tiempo la tarea. Lo que hicimos se puede explicar, no tenemos que dar cuenta de acuerdos extraños donde participaban intereses y estructuras que claramente están comprometidos con la Argentina decadente y no con los cambios que nuestro país necesita. Preferimos instalar la “voluntad” de construir una “fuerza nueva” que involucrarnos en estrategias que obligaban a explicar a la UCD, al macrista Schiavi, al menemista Enrique Rodríguez, a Patricia Bullrich o a UPCN , o a los porteros, o a Genta, o a Alberto Fernández. No creemos en la magia, sí en la construcción, y en este sentido lo que hemos logrado lo seguiremos invirtiendo en el objetivo que creemos central: “aportar a la construcción de una nueva experiencia política en nuestro país”.
2) Sobre la información
El proceso de nuestra decisión respecto al ballotage tiene poco que ver con tu explicación. Siempre dijimos lo mismo, antes del 3 de junio cuando no se sabía quien era el segundo, el 3 de junio a la noche, y después. Dijimos siempre “CON MACRI NI A LA ESQUINA”. Lo que no hicimos fue subirnos a una campaña en la que no creíamos ni decidíamos. Básicamente porque aunque vos creas que todo lo ocurrido en relación al triunfo de Macri es el resultado de un conjunto de errores y torpezas oficiales, nosotros si bien podemos aceptar esa visión, la verdad nos resulta casi increíble. La decisión de “comprar el progresismo trucho” de Aníbal Ibarra, de “agregarle la estructura impresentable del PJ albertista de la Ciudad” y luego “fracturar” el voto, era obviamente una estrategia para perder. En algún lugar del Gobierno Nacional, mal que te pese, se pensó que un triunfo de Macri en la capital no era tan grave. El Gobierno Nacional tenía legitimidad suficiente como para obligar a una construcción mejor y no lo hizo. La “truchada” fue tan profunda que (a diferencia del 2003) ni siquiera se pudo vertebrar una opción amplia y única en la primera vuelta. En este punto quiero recordarte que yo participé en el 2003 no solo con Telerman e Ibarra. También con Kirchner, Elisa Carrió, el Socialismo, radicales y justicialistas fuera de sus partidos, es decir, éramos unos cuantos, entre ellos tu “jefe actual” Néstor Kirchner.
La información sobre el INDEC parece que te la da UPCN y la verdad es casi inentendible que un tipo como vos aparezca pegado con la defensa del absurdo manejo que el gobierno ha hecho en dicho organismo. Por último, la CTA resolvió no tener posición institucional respecto al ballotage y obviamente permitir que sus dirigentes opinen individualmente. Para el caso de la CTA Capital, mas allá de operativos berretas hechos a través de Pagina/12, la decisión fue “votamos contra Macri”. Por lo tanto, nuestras posiciones (la de Buenos Aires para Todos) no solo fueron resueltas en plenarios (uno de 150 y el último de casi 400) sino que siempre guardaron coherencia con lo resuelto por la CTA. Hace tiempo que trabajo en organizaciones populares y por lo tanto mas alla de tener convicciones individuales suelo tomar decisiones en marcos mas amplios. Respeto las organizaciones populares, me las banco incluso cuando caminan con lentitud, no salen en los medios, o resuelven cosas que incluso no comparta. La tarea de “brillante francotirador depositario de la verdad colectiva en su mente individual”, te la dejo a vos. Sobre mi tarea como diputado nacional ni pienso hablar. Lo hecho hecho esta y es público. Tenés muchos colegas en el Parlamento que podrán darte su opinión. Hemos hecho lo mejor que pudimos, hay mucha gente que está contenta y conforme, vos podés no estarlo y estás en tu derecho.
3) Sobre tu matriz de interpretación
Digo que esto es lo único que vale la pena discutir porque efectivamente existe en la militancia de las organizaciones populares la visión que vos proponés desde hace un tiempo en tus editoriales. Se trata de una concepción que asimila el momento actual con el de 1946, que propone demarcar de manera similar las contradicciones principales y secundarias y que por lo tanto coloca a todo lo que plantee diferencias en el lugar de la Unión Democrática. Esto te llevó incluso a catalogar de ese modo lo que el Obispo Piña encabezara en Misiones y a ubicar a Rovira en el lugar de Perón, algo absurdo para un tipo inteligente como vos. Viste en Piña la conspiración de una Iglesia a la que le achacás lo mismo que en su momento ella hiciera con Perón, sin siquiera percibir la historia y el compromiso del Obispo Piña con, por ejemplo, la pelea por los Derechos Humanos. Es tal tu ceguera a veces que el solo hecho de que Gines haya confrontado con el troglodita Basseotto, te permite votarlo a pesar de que en su cartera el gasto en salud es un 42% menor que en 1998 y que deliberadamente impide la producción pública de medicamentos.
No comparto esa visión del momento actual aunque la respeto. No creo en la dicotomía gorilas vs movimiento nacional para interpretar el país de hoy. El mundo es otro, nuestras clases dominantes, nuestros sectores populares, así como sus contradicciones son demasiado diferentes. Y la verdad, estoy absolutamente convencido que si lo que vos decís fuera cierto hay algunas cosas (Ej.: algunas últimas) que seguramente no hubieran ocurrido. No se hubieran promovido los ejercicios conjuntos de nuestras Fuerzas Armadas con las de los Estados Unidos. No se hubiera planteado desde el Gobierno Nacional la necesidad de una Ley Antiterrorista, ni tampoco se hubiera prorrogado por 40 años la concesión a Bridas y a British Petroleum del principal yacimiento petrolífero de la Argentina. Operación que reedita lo hecho por De la Rua con Loma de la Lata y que está en las antípodas de lo que debiera ser la recuperación de una política nacional en material de hidrocarburos. Por cierto, plantear estas cosas nunca me impidió reconocer avances como la Ley de Educación o la apertura de la “ libre opción jubilatoria”. En todo caso, me obliga a no exagerar la nota como lo hacés vos en la construcción de una suerte de “oda al gobierno” que te impidió por ejemplo dedicar algunas de tus editoriales a los tres temas que acabo de plantearte. Temas por los cuales, en otro tiempo, hubieras hecho un verdadero escándalo.
Pero aún saliendo de lo que te expongo creo que hay algunas cosas que a esta altura del partido me parecen evidentes como para matizar la interpretación del momento que vos y otros compañeros proponen. Por diferentes vías la gestión política del Gobierno Nacional parece cosechar los siguientes resultados:
a) Macri en Capital
b) Scioli en Provincia de Buenos Aires
c) Quizás De la Sota en Córdoba
Me da la sensación que el dispositivo institucional construído es refractario al cambio, desplaza cualquier estrategia de mayor convocatoria popular y profundiza los vínculos con el segmento empresarial dominante. Si a esto se le agrega el acuerdo”petrolero” con Julio Cobos, la verdad que hablar de que caminamos a consolidar una opción de “centroizquierda” me parece increíble. A no ser que creamos en la consigna que hoy se pinta en la Provincia de Buenos Aires, (“tiemblen gorilas, Scioli gobernador) me parece que sería prudente y sano reenfocar la discusión, entender que la “no democratización del movimiento obrero”( personería gremial CTA) no es el resultado de la casualidad ni un accidente, sin una opción que se inscribe en el dispositivo institucional construido, y que por cierto, no es la nuestra. Entender esto no implica desconocer que ha habido avances. Que el piso de legalidad institucional y democrático que hoy tenemos sea mayor al de otros tiempos y que el Gobierno de Kirchner permitió encauzar institucionalmente demandas centrales de la “lucha popular”. Implica, en todo caso, asumir que a eso contribuimos todos ( También Kirchner) y que la tarea de hoy es seguir construyendo sin delegar en nadie en particular y siendo capaces de construir el “TODOS” de este tiempo. El de los noventa lo supimos hacer, el de hoy no es Kirchner, sigue siendo “TODOS”.
Por último te recuerdo, que los seguidores de Codovilla recibieron tu voto (parte de la conducción del Partido Comunista compartió, esta vez, tus visiones).
Un abrazo, Claudio “Codovilla” Lozano.
En algun punto entermedio debemos estar cerca de la verdad (si es que existe). Queda claro que la CTA perdio la brujula desde que el peronismo giro a la izquierda y es tambien claro que CL como todo aquel que se encuentre a la izquierda de algo, esta mas ocupado en diferenciarse que en construir. Creo que CL, solo participo en la eleccion porque queria visibilidad para poder presentarse para renovar su banca de diputado y si bien es cierto que lo de ibarra ha sido bastante mediocre, él ya sabia quien era ibarra pero igual se plego a su lista. Luego hizo la suya como lo hacen todos los borocotazos de los ultimos años, pero es normal. Es indudable que si se le cruzo a HV ha sido por alguna interna que no conozco ya que por años lo levanto como economista y como verdad total en pagina. Y sabemos que el perro te ama o te odia. Creo que CL esta en este espacio y que debe bajarse dee caballo, como tambien siento que K debe retomar la iniciativa politica que hizo que nos coptara a todos los progre (o como nos llamemos) que vimos y vemos en este espacio al enterrador de los noventa. Si tuviera que decirle algo a K, le diria que los porteños ya piensan que salieron del infierno y que votaron en consecuencia. Un fraternal abrazo.
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