jueves, octubre 23, 2008

E. Fidanza en Construcción Plural

Diálogo con EDUARDO FIDANZA, sociólogo y director de la consultora Poliarquía:


”Después que el Gobierno perdió la discusión con el campo por las retenciones, la presidenta -que había tenido 57% de imagen positiva en el verano según encuestas de Poliarquía y cayó a 20% en junio-recuperó entre 8 y 10 puntos y hoy está en el orden del 30% de apoyo, según nuestro sondeo antes de que la crisis de los mercados mundiales haya adquirido la gravedad que tuvo en estos últimos días”.

“Si volvemos a analizar lo que fue el deterioro inicial de la imagen presidencial y del gobierno que trascurrió entre febrero y marzo antes de la crisis del campo, la luz amarilla se prendió claramente por la inflación. Después hubo un desgaste político muy grande, un rechazo a la forma en que el gobierno llevó adelante el conflicto, perdiendo buena parte del apoyo de las clases medias. En este contexto, si se profundizara la desaceleración del consumo, eventualmente la pérdida de puestos de trabajo y se mantuviera la inflación, hay un escenario de combinación complicada entre índices altos de inflación y descenso de la actividad. En cualquier caso, el gobierno va a estar afectado. El discurso es el que nos hemos acostumbrado, un discurso que parece ir a contramano de los otros países del mundo. Cuando la crisis empezaba, la presidenta estuvo en las Naciones Unidas y con su estilo aleccionó a los Estados Unidos y otras potencias. Habló del efecto jazz y se refirió a que esto a nosotros no nos iba a tocar y lentamente el discurso va variando. Se empieza a hablar de malaria, de que no se puede quedar por fuera de los efectos pero una vez más es un discurso en tal caso encapsulado, que no expresa que comprenda la profundidad de la crisis y cómo va a terminar afectando a la Argentina. Se complica porque además estamos en la víspera de un año electoral. Hay un argumento al cual hay que darle cierta razón: la Argentina en verdad al estar paradójicamente aislada de las fuentes de financiamiento mundial, de los mercados mundiales, el efecto de la crisis es menor. Pero esto es una parte de la cuestión, la otra parte es que concretamente va a haber efectos en términos de actividad y si esos efectos se profundizan seguramente eso va a afectar aun más la imagen de gobierno”.

“La idea de Néstor Kirchner candidato a diputado nacional es un globo de ensayo, es una manera de tratar de ratificar el liderazgo. Por otro lado -paradójicamente- es una muestra de debilidad porque el justicialismo no tiene candidatos como para ofrecer. Néstor Kirchner en su reaparición de días pasados en Entre Ríos , sintomáticamente en un discurso bastante conciliador, ataca o cuestiona al vicepresidente Julio Cobos. Uno podría pensar que esa sería una línea de la campaña del año que viene en el sentido que por un lado, al cuestionar a Cobos lo levanta pero por otro lado tal vez dificulte la formación de una articulación electoral en la que esté Cobos quien mientras se mantenga en la vicepresidencia de la Nación es un socio muy difícil para fuerzas como la Coalición Cívica, el radicalismo o el socialismo. Hay que ver que significa esto de enfrentarse con Julio Cobos, porque si fuera solamente por confrontarlo de por sí, eso levanta a Cobos, pero creo que hay una lectura más compleja”.

“Después de la resolución 125, todo el campo opositor ha desaprovechado la oportunidad. A medida que se aproximen las elecciones del año que viene por ahí aparezcan nuevos incentivos para que finalmente haya una convergencia opositora. La candidatura de Néstor Kirchner es sin dudas un incentivo. Hay que diferenciar porque si vemos la provincia de Buenos Aires hay un ánimo de convergencia entre fuerzas duhaldistas y fuerzas macristas en torno a Francisco de Narváez. En ese tipo de convergencias no creo que vaya a entrar el radicalismo ni la Coalición Cívica, ya que entre ambos espacios hay problemas, y esto no garantiza una oposición homogénea. Al centrarse Kirchner en el peronismo descuida el ala que podríamos llamar centro - progresista pero a su vez también existe un centro más conservador que estaría representado por el macrismo, el duhaldismo. No advierto que la oposición, más allá de que va a tener crecientes incentivos para juntarse, lo pueda estar logrando a corto plazo. La gran apuesta de Néstor Kirchner es que el diario del lunes después de las elecciones del año que viene el justicialismo con una elección entre el 30 y 35 % de los votos resulte la primera minoría y entonces sea el ganador frente a fuerzas que permanezcan dispersas. Ese el gran desafío de la oposición, ver qué puede oponer a esta estrategia kirchnerista que en realidad es una estrategia de la debilidad, que Kirchner la sabe trabajar. Desde junio hasta ahora el que es quien teje mejor la trama y no el resto. Lo que se ha visto es que los Kirchner tienen una retórica beligerante pero tienen una conducta muy pragmática”.

“La pieza publicitaria del gobierno que circula por estos días en los medios (“Sigámoslo haciendo juntos”) desarrolla la misma idea de la publicidad que se usó durante la campaña electoral, una sucesión de personajes que representan a distintos sectores: obrero, chacarero, empleado de oficina, apelando al “yo argentino”. Esta cuestión del nacionalismo siempre es un discurso que suele ser relativamente atractivo para la gente común. Lo que se busca es una contraposición entre lo global -“malo”- y lo nacional -“bueno”-. Esa es la idea de fondo de esa publicidad, es una metáfora de la línea argumentativa del gobierno. Tiene que ver además con otra idea que esta administración ha sostenido de una noción bastante populista y nacionalista que es que debemos vivir con los nuestro. Hay algunos asesores y algunos economistas distinguidos que lo sostienen. El gobierno está convencido de esto y la publicidad se va alineando con ese discurso”.


"Soy bastante escéptico respecto de la publicidad política y sobre todo de la publicidad política fuera de las campañas electorales. Es un mensaje más entre miles de mensajes que la gente recibe y no advierto que ese tipo de publicidad pueda tener algún éxito, viene a ser como una especie de metáfora de lo que el gobierno está sosteniendo como discurso político. La publicidad puede ser más efectiva si en realidad lo que hace es ser una metáfora de mejoras concretas en la situación de la gente. Si vamos a una recesión con inflación, si se va desacelerar la actividad, la publicidad puede ser contraproducente para cualquier segmento social. Creo que el gobierno claramente está apostando a tratar de retener el voto históricamente clásico del peronismo que son sectores medios y sectores populares. Si las condiciones van empeorando la publicidad puede ser un boomerang”.

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