Hoy serán sepultados los restos de la joven Eluana que murió este último lunes en Italia tras permanecer 17 años en estado vegetativo. A propósito de su caso, creemos que cabe posarse sobre este material que Eduardo Zamorano escribió hace un par de meses centrado en el libro “Qué piensan los que no piensan como yo - Diez controversias éticas” (Editorial Debate-2008), de Diana Cohen Agrest, doctora en Filosofía por la UBA y master en Bioética.
Por Eduardo Zamorano
La bioética puede considerarse, de manera restrictiva, como la disciplina que analiza y valora las conductas ligadas a las intervenciones médicas o científicas en el cuerpo humano así como su repercusión social.
Empero, también puede ampliarse este concepto proyectando su campo de estudio a cuestiones morales conectadas a la convivencia social, el trato a los animales, y hasta la preservación del medio ambiente.
De manera casi cotidiana, los profanos en esta ciencia nos embarcamos en polémicas sobre problemas concernidos por la misma.
A modo de simple ejemplo:
El Sr. Ministro de Justicia alienta la denominada “despenalización” de la tenencia para consumo personal de substancias estupefacientes de venta prohibida en nuestro país, cuya elaboración, refinación, y comercialización se ha convertido en un asunto de alcances mundiales.
Fuertes versiones periodísticas indican que, al término de la actual feria judicial, se conocerá un fallo de la Corte Suprema en igual dirección.
Ante ello, las asociaciones contrarias a la droga, algunos estudiosos del tema, políticos opositores, y un sector importante de los medios denuncian que, en el supuesto de adoptarse la medida aludida, se perpetraría un desacierto mayúsculo y peligroso.
En cualquier sobremesa o charla de café nos trenzamos a discutir los términos de esta disyuntiva, la cual -en su núcleo primigenio- contiene una valoración bioética.
Ahora bien, querido lector, vale preguntarse, con la mano en el corazón, despojados de toda presuntuosidad: ¿Sabemos algo de todo esto o, por el contrario, nos manejamos con información mala o insuficiente, así como con una buena dosis de prejuicios y lugares comunes?
El estupendo libro “QUE PIENSAN LOS QUE NO PIENSAN COMO YO- Diez controversias éticas” (Editorial Debate-2008), debido a la lucidez de DIANA COHEN AGREST, nos brinda la inmejorable oportunidad de ilustrarnos sobre las bases del análisis bioético respecto de muchas de las cuestiones sobre las cuales parloteamos con más entusiasmo que conocimiento y mayor superficialidad que pensamiento riguroso.
Aquí van algunos de los dilemas tratados en el libro.
¿El matrimonio entre homosexuales debe legitimarse, o significa desnaturalizar una institución clave de nuestro sistema de vida?
¿Autorizar el aborto libre garantiza la autonomía de la mujer sobre su cuerpo, o conlleva segar una especial forma de vida?
¿La compraventa de órganos permite salvar vidas y/o atenuar sufrimientos, o significa cohonestar la automutilación inducida por apremios económicos?
¿El ejercicio, libre e individual, de la prostitución así como su utilización son conductas inherentes a la esfera íntima donde el Estado no debe inmiscuirse, o se trata de conductas degradantes que “cosifican” el cuerpo de mujeres y hombres?
¿La pena de muerte convalida legalmente la violación del inalienable derecho a la vida, o posee un valor simbólico favorecedor del control social, al tiempo que neutraliza eventuales daños por parte de criminales irrecuperables?
¿Los enfermos terminales (o, en su caso, sus parientes próximos) deben decidir su propia muerte, o también en esta hipótesis se arrasaría con el principio de respeto a la vida?
Cohen Agrest, Doctora en Filosofía por la UBA y Master en Bioética por la Monash University de Australia, nos permite ordenar y jerarquizar nuestras percepciones sobre estos asuntos.
El libro tiene muchos méritos; algunos fueron detectados por este escriba, seguramente otros escaparon a su comprensión.
A continuación, mencionamos las virtudes que, a nuestro juicio, resultan fundamentales.
DIDACTICA Y AGILIDAD
En materia de temas técnicos de cierta complejidad no debe confundirse la literatura de “divulgación” con la claridad expositiva que permite su acceso por públicos masivos. Esto es sumamente valioso, máxime cuando usualmente estos asuntos originan obras herméticas, restringidas a eruditos.
INFORMACION BASICA
Coherente con lo anterior, la autora no presume un lector avezado y, en tal sentido, cada una de las controversias arranca con un ejemplo concreto, prosigue con la exposición de la temática, para posteriormente dar paso a una breve referencia a su tratamiento legal en la Argentina y el mundo.
NEUTRALIDAD VALORATIVA
Aquí llegamos al logro excepcional de Cohen Agrest.
Los capítulos culminan con los argumentos favorables y contrarios respecto de la situación abordada.
Pero este libre repicar de las dos campanas se explicita sin trampas ni golpes bajos; haciendo gala de una ecuanimidad admirable, la cual -es fácil imaginarlo- debió comportar un denodado esfuerzo de la autora para disimular sus opciones personales.
Resumiendo una obra magnífica, metodológicamente impecable, ágilmente expuesta, y con el máximo respeto por el lector.
Es sencillo imponer las propias ideas; más arduo resulta desafiar, con afabilidad e inteligencia, al interlocutor a construir su propio pensamiento.
Realmente agradezco enterarme de este libro, ya saldre a comprarlo. Me toco desde lo funcional trabajar en el tema de un reconocimiento por una obra asistencia de una ovodonacion en fecundacion asistida, donde un juez la concedio y la camara resolvio rechazarla en base a la problema bioetica del tema...de alli que deseo su lectura e incluso obsequiarla a mas de uno/una.
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