El Grupo Clarín seguramente debe tener pocos defensores por fuera de la gente del propio holding comunicacional y de negocios. El contrato leonino refrendado hace años entre Torneos y Competencias y la AFA es una vasta muestra del poder monopólico de Clarín. Monopolio sin ir más lejos reforzado por ejemplo por el propio gobierno de Néstor Kirchner cuando éste avaló la fusión Cablevisión - Multicanal.
Ahora, ¿hasta qué punto el ciudadano de a pie puede seguir tolerando que su presidenta ya no sólo ose compararse con próceres de la Nación al procurar victimizarse una vez más sino también que refiera a fusilamientos mediáticos en un país con recurre con frecuencia a la violencia fraticida para saldar divisiones y diferencias, por el sólo hecho de separarse de un poder mediático del que fue socio hasta hace meses, lo que obligará al Estado a poner 600 millones de pesos al menos en épocas de vacas flacas fiscales?
"Secuestran las imágenes, porque secuestran los derechos. Como antes secuestraron y desaparecieron a 30.000 argentinos", afirmó Cristina Kirchner franqueada Julio Grondona, el titular de la AFA nombrado en 1979, pleno auge de la dictadura de Rafael Videla.
¿Hasta qué punto ese humilde ciudadano debe tolerar que su primera mandataria equipare la terrible violencia que significó la desaparición forzada de miles de personas en la dictadura setentista con un monopolio televisivo?
"Día histórico" dijo Cristina Kirchner parafraseando a Grondona. Histórico como casi cada anuncio pretendidamente refundador del kirchnerismo. Quizás esta vez sí lo sea: la alianza entre uno de los personajes más oscuros del país como Grondona y un espacio político pretendidamente reformista como el kirchnerismo pero a decir verdad conservador como pocos, materializa una sociedad de poder mafioso de temer.
Fernado: adhiero totalmente a lo que usted expresó muy bien. Los idus de marzo nos protejan.
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