Pinceladas del fin de semana

Algunos datos que surgen de las lecturas del fin de semana:


* Roberto García, en su habitual columna sabatina en el bisemanario Perfil señala que el duhaldismo en operaciones “hace medir a Roberto Lavagna en Capital y Provincia, y el oficialismo, al ahora poco feliz Martín Redrado en el ámbito porteño, atento el Gobierno -luego de mil derrotas- a que un exponente progresista (Telerman, Filmus, Heller) quizá rinda menos en ese electorado que un presunto liberal como el titular del Banco Central”.

Con la legitimación que le da haber sido el hombre que comandó junto a Julio Ramos Ambito Financiero, García se posa sobre el debate acerca de la Ley de Medios y tras preguntarse por la próxima jugada K - ¿cuándo viene la operación sobre el rol dominante del Grupo Clarín en Papel Prensa?- recuerda que aprietes e intimidaciones como el del jueves último contra el Grupo Clarín “ocurrieron antes y, por supuesto, pocos se enteraron y, mucho menos, se escandalizaron (Clarín incluido)… ¿O acaso en tiempos del poderoso Domingo Cavallo no ingresaron batallones de la DGI en Crónica o Ambito Financiero, repentinamente, más inquietos por lo que expresaban estos medios opositores que por presuntas anomalías tributarias? ¿O se desconoce que esos métodos repugnantes se impusieron hasta en los studs de San Isidro con la obvia búsqueda de intereses turfísticos de un economista que impugnaba el rumbo del ministro, al que calificaba de gastomaníaco?

Cabe consignar entretanto que como bien se ha señalado, Clarín carece de un actor humilde y carismático, un símil Alfredo De Angeli, para contrarrestar la ofensiva K, dato no menor. Por lo tanto, el Grupo no consigue escenificar una humanización que lidere la resistencia desde lo mediático.

Por otra parte, Eduardo van der Kooy en Clarín parece querer revitalizar a la oposición, a la que avizora radicalizándose como respuesta al avance kirchnerista y motorizar que “las presidencias de Diputados y el Senado pasen a manos de la mayoría, que será el arco opositor, en vez de dejárselas a la primera minoría, según reza la tradición”.

Y adjudica a Carlos Reutemann una frase lapidaria con la que se hace difícil no coincidir: "Kirchner se va a llevar puesto a todo el peronismo y ganará Cobos"..

Van der Kooy finalmente en le marco de la profundización del modelo K juega con un dejo de falsa inocencia con un fantasma recurrente: “si sale la ley contra los medios iría por la estatización de algunas grandes empresas”.