jueves, mayo 27, 2010

Exabruptos de la historia

Por Eduardo Zamorano

Abogado / master en inteligencia estratégica por la Univ. Nac. de La Plata.

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri


La edición de PORTADAS AL DIA -el emprendimiento de Fernando Mauri- del día 26/5/10 trae, como es habitual, una cuidada y plural selección de notas, editoriales, y análisis de los principales diarios del país así como de sites y blogs digitales .

Una de ellas, debida a la pluma del reputado periodista Morales Solá, se titula “LA OBSESIÓN POR DIVIDIR Y FRACTURAR” (ver paginas 1 y 13 de La Nación).
En ella se critica la conducta del actual gobierno nacional -que el periodista conceptúa como soberbia y aislacionista- destacando, entre otras cosas, el sectarismo de los discursos pronunciados en la oportunidad por la primera mandataria.

De modo particular, el prestigioso comunicador deplora la visión de la Presidenta sobre el “Centenario” de los hechos de Mayo de 1810. Así se lamenta Morales Solá: “Esa corriente incesante de divisiones llegó a su apogeo, con el discurso presidencial de ayer. El Centenario fue un horror; empezó Cristina. Extrapoló los valores de entonces a los de ahora, se negó a comparar los progresos sociales y políticos de la humanidad durante un siglo y no reconoció el esfuerzo de la generación de 1910 para hacer de la Argentina una de las principales potencias económicas del mundo”.

Hasta aquí luce razonable la objeción del editorialista. Empero, a renglón seguido, quizás llevado por un exceso de “antikirchnerismo”, abomina de otros conceptos de la Dra. Fernández que, cuando menos, merecerían una reflexión menos sesgada.
Al respecto ataca Morales Solá: “¿Por qué tenía que ningunear a España, delante de su embajadora, cuando mencionó despectivamente que un miembro de la corona española había sido la figura central del Centenario?”.

Admito que la frontalidad de la Presidenta puede ser controversial; pero no tengo dudas de la parcialidad y obcecación de Morales Solá.

En la misma edición del tradicional matutino que lo tiene como editorialista estrella está la prueba de su exageración (o ignorancia). Así, en página 6, puede leerse la nota titulada “LA CELEBRACIÓN DE 1910 TAMBIÉN FUE MASIVA”.
Aquí se transcriben párrafos enteros de los artículos publicados por el diario de los Mitre en su edición del 27/5/1910 que dejarían estupefacto a Morales Solá. En efecto, se reproducen los brulotes que el entonces Presidente Figueroa Alcorta descerrajó en la propia cara de la atribulada Infanta Isabel II.
Veamos algunas perlitas de aquél remoto ejemplar sobre los dichos de Presidente del Centenario: “Fue muy duro con la dominación colonial establecida por España durante lo que llamó la noche tres veces secular que sucedió a los resplandores de la conquista, noche que -afirmó- gravitó sobre el continente como un manto esterilizante destinado a impedir la germinación de las ideas de progreso moral o político” ; “el mandatario no escatimó críticas pese a que en el palco oficial, parada a su lado, estaba la infanta Isabel, que había viajado para participar de los festejos del Centenario”.

Como puede apreciarse el aristocrático y circunspecto Figueroa Alcorta tampoco hacía gala de moderación y diplomacia.
De allí que, desde nuestra humilde condición de lector, recomendamos a Morales Solá guardar una cierta coherencia con su diario y, por sobre todo, ser consecuente con su idea de no mirar la historia con un solo ojo.

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