martes, mayo 24, 2011

El caso DSK: ¿Fauno maduro inadaptado?


Por Eduardo Zamorano


Abogado /master en Inteligencia estratégica por la Univ. Nac. de La Plata).


Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.

Dominique Strauss Kahn, seguro candidato socialista a la presidencia de Francia, prestigioso Director Gerente del F.M.I., protagonizó un incidente que concitó la atención de los medios de todo el mundo, amén de costarle el puesto en el célebre organismo de crédito.


El talentoso Dominique: ¿es un auténtico ejemplar del f.m.i. que asecha a féminas de toda condición?


Vamos a obviar los pormenores del episodio, ocurrido en el Sofitel de Manhattan, ya que fue profusamente comentado; tampoco abundaremos en ironías y sarcasmos como los que inundan la web; ello sin perjuicio de reconocer que algunos son ingeniosos como aquél que afirma que los hábitos del francés con las mujeres persiguen el mismo objetivo que los planes de ajuste del Fondo en relación con los países endeudados.


Nos parecen interesantes otras cuestiones que se derivan de este suceso.


Un primer aspecto se conecta con la diferente sensibilidad social frente a un mismo hecho evidenciada por los dos países implicados.


A pesar del cosmopolitismo neoyorkino o su desprejuiciada costa oeste, Estados Unidos conserva los rasgos puritanos legados por sus padres fundadores. Para el americano medio lo privado no puede escindirse de lo público.


En especial, los políticos deben exhibir comportamientos discretos y observar ciertas pautas morales de cuño religioso.


En este sentido, la historia reciente del país evidencia que los apartamientos a las reglas de la fidelidad matrimonial troncharon promisorias carreras políticas.


Los ejemplos abundan:


• Ted Kennedy archivó para siempre sus ambiciones presidenciales después del accidente que costó la vida de su secretaria, ocurrido en circunstancias comprometedoras.


• Gary Hart, en 1987, acariciaba la candidatura demócrata a la presidencia; empero el descubrimiento de un secreto y prolongado affaire con una bella modelo de 29 años, precipitó su renuncia a la lucha por la nominación.


• El mismísimo Bill Clinton estuvo a un tris de perder la presidencia a partir de jugueteos con habanos y becarias en el Salón Oval de la Casa Blanca.


• Apenas hace unos días, Arnold “Terminator” Schawarzenegger quedó al garete cuando el hijo de su empleada doméstica le dijo: “hola papá”.




A contrario sensu, en Francia se aceptan con naturalidad los deslices amorosos de sus prominentes hombres públicos.


Valéry Giscard d´Estaing y Jacques Chirac hicieron poco para disimular sus travesuras.


El conspicuo socialista Francois Mitterrand tenía una familia paralela que mantuvo, incluso, durante su presidencia.


Y el conservador Sarkozy estrenó su cargo en medio de un escándalo de infidelidades cruzadas con sus entonces esposa, Cecilia Ciganer, y la actual Carla Bruni.


De allí que el estupor y malestar de los franceses no es tanto por el exabrupto incalificable de quién pudo ser su presidente, sino más bien por la severidad de la reacción norteamericana con el encumbrado transgresor.


¿Y por casa como andamos? Los argentinos, latinos al fin, estamos más en la línea francesa (recordar los inolvidables noventa). Todo ello, claro está, con honrosas y encomiables excepciones.


El segundo punto es analizar, siempre con cautela, la verosimilitud de algunas teorías conspirativas según las cuales el impetuoso economista fue víctima de una emboscada a expensas de su bien ganada fama de mujeriego.


Si, a título de mera hipótesis, aceptáramos este planteo cabría preguntarse quiénes cosechan réditos con la hecatombe del galo.


Precisamente, uno de los favorecidos es el presidente Sarkozy toda vez que, en la próxima disputa por la presidencia de Francia, el socialista Strauss se convertía en un adversario formidable, con amplias chances de destronarlo.


Tampoco los EEUU derraman lágrimas por el derrumbe del francés. En efecto, los norteamericanos se distanciaron de Strauss debido a sus intentos para sacar al Fondo de la ortodoxia monetarista que signó su dudosa trayectoria.


Pero, además, los yanquis venían presionando para romper la tradición que la presidencia del organismo siempre recayera en un europeo.


En tal sentido, la caída del ampuloso ejecutivo puede marcar el fin de esa sinecura , y la llegada de un representante de los países emergentes.



Por último, la insólita peripecia de Dominique alienta conjeturas para denostarlo o defenderlo, a saber:




• En su contra, se dice que el francés, al enfrentarse con la mucama africana, tuvo un “deja vu” colonialista, lanzándose a la pernada como si estuviera en el ancien regime.


• A su favor, se argumenta que la CIA, para neutralizar su posible llegada a la presidencia de Francia, le plantó en el cuarto una especie de Naomí Campbell (hasta el momento no se conocen fotos de la presunta víctima del ultraje), quién hizo estallar las libidinosas neuronas del economista.

• También se escuchó, en tertulia de porteños trasnochados, esta pragmática sentencia: “Flaco, si la pinta no resulta, te desprecia la billetera,, y el verso mas sutil no le mueve el amperímetro, y buehhhh…..andá comer un asado con los amigos”.

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