martes, junio 21, 2011

La política y la lija

Por León Guinsburg
 
La incógnita sigue abierta. Todavía en el campo de la conjetura y dilucidadas las fórmulas que presentarán los nucleamientos opositores en la elección presidencial, ni la Presidente confirmó su candidatura a la reelección – aunque se descuenta que encabezará  la fórmula oficialista-, ni se sabe quien la acompañará como vicepresidente.
Variopintos nombres aparecen en el tapete, y no se vislumbran negociaciones ni presiones acentuadas dentro de la alianza del justicialismo y sectores  progresistas, como si hubiera consenso en que Cristina es la excñusiva instancia de la decisión. La única expectativa pasa por sobre si el señalado encuadra dentro de los previsibles o es una sorpresa que no estuvo en los cálculos de nadie. Poco proclive a círculos íntimos, pareciera que solo la mandataria y su almohada son los únicos partícipes de la minuciosa evaluación impuesta por el error Cobos.

LOS OTROS  Y LOS UNOS

            Consciente de sus escasas posibilidades, Elisa Carrió es la única que no presenta pactos ni alianzas, por lo menos nuevos, optando por su discurso de “crecimiento” en una suerte de principismo de centro derecha con su ahijado político Adrián Perez de coompañero, alejada totalmente de su anterior principismo de centro izquierda. Su cálculo futurista pareciera basarse en la posible debacle de Mauricio Macri, con herencia de clientela incluida.
            Eduardo Duhalde encontró la solución de la fórmula en Mario Das Neves, El gobernador de Chubut, con un triunfo a lo Pirro a cuestas que devaluó sus aspiraciones presidenciales, fue funcionario suyo durante su presidencia, pero también crítico de la postulación del bonaerense en su momento. Político de raza y versátil para el perdón, Duhalde no dudó en hacer del chubutense su compañero de fórmula para darle a esta cariz absolutamente peronista en representación del sector disidente, con un discurso acentuadamente derechizado. Cuenta con quedarse con la mayor parte del caudal del ahora desmenuzado Peronismo Federal, fracasado su pacto con  con Alberto Rodríguez Saá, que largó por su lado. Siendo político ducho no ignora que sus posibilidades de triunfo son remotas, pero se juega a disputar el segundo lugar al radicalismo, aunque ahora aparece Hermes Binner en el mismo planteo.
            Todavía no dejan muchos atónitos radicales de preguntarse que impulsó a Ricardo Alfonsín a elegir al economista Javier González Fraga como su segundo de a bordo. Según manifestó el hijo del fallecido ex presidente, habría dos razones: la primera tener un economista solvente al frente del Senado (en caso de ganar) y atraer votos peronistas, al parecer, restándoselos a  Duhalde y a Rodríguez Saá, sumado el caudal, hoy dudoso, de Francisco de Narváez, con quien acordó sustentado, según dicen, por millones de razones. La perplejidad de radicales de tradición pasa por la debilidad argumental;  Gonzalez Fraga no tiene arraigo en el peronismo, sólo actuó como presidente del Banco Central al comienzo de la gestión Menem y no se le reconoce militancia en el movimiento de Perón, aunque se le considera un buen técnico con ideas afines al liberalismo, además de ser consultor de poderosas empresas encuadradas en la UIA.  
            Ricardo Alfonsin creyo encontrar en Binner el vice ideal para prestigiar su fórmula y afianzar la alianza radical socialista contando con el fuerte aporte de gran parte del electorado santafesino, pero el gobernador se cortó para otro lado,  porque no resulta creible un centro izquierda con De Narváez adentro y tanbién por calibración de tiempos, detectando la oportunidad de ser cabeza de un conglomerado progresista que una otras fuerzas menos alicaïdas que la actual UCR.
El eco encontrado en Solanas y Solbizer  compañera y el folclórico cordobés Luis Juez, quienes sumaron sus fuerzas. La coterránea de Juez, Norma Morandini, periodista de nota que trabajó largo tiempo en el diario Clarín y actual senadora nacional por el partido de Juez, fue la compañera de fórmula consensuada. La ecuación es coherente con un progresismo sin peronismo –a pesar del origen de Pino-, aún cargando con el lastre de una Democracia Progresista cuya dirigencia es la misma que colaboró abiertamente con la dictadura de Videla.
A sus 68 años y con fama de impoluto, la estrategia de Binner es vaciar a Alfonsín del electorado radical, que después de la experiencia de la Alianza plasmó nutridos éxodos electorales, incluso hacia el kirchnerismo. Si bien no cuenta con ganar la presidencia, Binner sueña con ser “factotum” de una fuerza en crecimiento, de centro izquierda, que sea en el futuro próximo alternativa al peronismo, cualquiera sea el signo de éste y de los aliados que convoque. El principal espacio opositor, que perdiera la UCR  de una década en adelante, estaría hoy casi vacante, y Binner no hesita en querer llenarlo.

FURIBUNSO PAPEL DE LIJA

            Los comicios que vienen cuentan con un protagonista marginal. Héctor Magnetto, cuando convocó a cenar en su casa a Mauricio Macri  y la dirigencia del fragmentado Peronismo Federal, dio señales claras de querer ser el arúspice de una oposición gravitante, potente y capaz de revertir la voluntad del mayoritario electorado peronista. Porque los peronistas no quieren perdedores y los Kirchner perdieron con “el campo” y en las parlamentarias, Pero por factores que no es dable analizar su cálculo falló; los acontecimientos y los tiempos se le vinieron encima.
            Papel Prensa, los hijos de Noble y la Ley de Medios se convirtieron en su  vía crucis, y demorar, dilatar, abortar en la razón de su vida. Carrió hizo lo que pudo para ser su favorita pero hombre frío, su capacidad de cálculo hizo que restara entidad a la titular de la Coaición Cívica. A pesar de aparecer casi todos los dias para descalificar al gobierno, ésta no logró la bendición del CEO del Grupo Clarín.
            A pesar del permanente esmeril matizado de datos falaces, conclusiones corrosivas y descalificaciones, Magnetto y su comparsa mediática obtuvieron logros precarios, con anuencias interpretativas de algunos magistrados,
            Del fallecimiento de Nestor Kirchner emergio un procerato espontáneo que convocó a millares de indiferentes a la política, sobre todo jóvenes, y Cristina se convirrió en figura excluyente. No fue dato menor para la aguda percepción de un capo preocupado.
            Ahora el tiempo es escaso y el affaire Schoklender cio pie para pone todo, pero todo el polvorím, en causar el mayor daño posible al enemigo –no adversario político sino enemigo económico-, hasta la propia fecha de la elección.
            El mas grueso papel de lija se utilizará para despellejar en lo que se pueda el prácticamente inevitable triunfo del odiado oficialismo. Porque, está visto, la guera está desatada y vale todo, dejando cualquier escrúpulo de lado. Rn el panorama no se avista a alguien especial de la política a quien sostener, pero lograr un parlamento con contras considerables es un buen objetivo.

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