martes, junio 14, 2011

Marcos Novaro en Radio Cultura

Diálogo en CONSTRUCCION PLURAL con nuestro columnista Marcos Novaro, politólogo / sociólogo:

"El argumento del socialismo de que no se va a centroderechizar es flojo. (Julio) Cobos es más de ese espectro que (Ricardo) Alfonsín y había disposición a acompañarlo. La diferencia es que con Cobos se creía que había más chances de ganar las elecciones y con Alfonsín no, pocos creen que sea capaz de vencer. Y sobre (Francisco) De Narváez lo mismo. No se lo debe objetar tanto por su ideología o por ser empresario, sino más bien por irresponsable, porque ganó las elecciones en provincia de Buenos Aires y dilapidó ese triunfo".


"El socialismo está asociado al centroderechista Partido Demócrata Progresista en Santa Fe, además debe saber que (Luis) Juez no es de centroizquierda. Aún (Hermes) Binner es muy moderado, y su imagen para muchos puede estar más cerca de la de Macri que la del Che Guevara".


"Si Binner hace una buena campaña, amplia -y no sólo para el votante de centroizquierda que espera sólo algo más honesto que los Kirchner- y muestra que sus aliados pueden hacer buenas elecciones en Santa Fe, Córdoba, ciudad de Bs. As. y Buenos Aires, sus chances electorales no son menores a las de Alfonsín".


"Cada alianza política debe empezar a buscar su lugar en este espectro político que es muy lábil, cambiante, aún para el oficialismo. Yo no descarto que esa lógica de una elección ya ganada se descascare un poco cuando CFK entre al ruedo y se rompa esta especie de ilusión de que ella no ejerce el poder, de que lo está buscando porque lo necesita para cambiar el país y que ella está llena de buenas intenciones y sentido común, idea que se contrapone con lo que el kirchnerismo es. Si se rompe esa ilusión, la elección se puede volver más competitiva no sólo para Alfonsín, sino también para Binner, ir hacia un juego de tercios".


"Cristina seguro será la candidata, ha sido hábil en postergar lo más posible su entrada al ruedo porque eso la favorece ante la opinión pública. Ahora el oficialismo apuesta a no hacer campaña, en la lógica de que ellos gobiernan y los demás patalean y nadie los escucha. Ellos dicen que gobiernan contra los monstruos (EE.UU., Clarín, Techint), de los cuales los políticos opositores son sus empleados. Hay una estrategia de no compaña y de no competencia política. los K buscan desactivar todas las arenas pluralistas para generar un poder que no tenga competencia. Eso va a fracasar porque hay una demanda en la sociedad de mayor apertura. Si siguen esta tónica y la mantienen en la etapa electoral, ella puede volver a adoptar ese rol tan soberbio que resultó insoportable para mucha gente. Deberían ser más prudentes y moderarse. Habrá que ver si reconocen la competencia o quedarse con que esto es un simple trámite".


"El progresismo del Gobierno puede ser cuestionado con buenos argumentos. No creo que todo votante progre vaya con Cristina. Hay una posibilidad de que parte de ese electorado se incline por Binner y el gobierno pierda algunos puntos por ese lado. La hipótesis de la polarización no es favorable para la oposición”.


“Este escándalo Shoklender -Bonafini hiere un punto nodal del pacto que existió entre el kirhnerismo y el progresismo, y puede dar lugar a un cambio más amplio del esperado. Habrá que ver cómo se da la campaña electoral”.


“Detrás de la fortaleza que muchos le atribuimos al kirchnerismo hay mucho cartón pintado, mucha precariedad. Su contrato electoral es bastante frágil y fruto en muchos casos de un duelo, de una ola precaria por naturaleza, que tiene que ver con una sensibilización que hay que ver si cuando ella se convierta en candidata no se revierte. El acompañamiento a Cristina está muy asociado a que ella está sola, a que necesita apoyo. Cuando aparezca como una gobernante con rasgos bastante autoritarios, que aspira a otro mandato tras haber estado 8 años gobernando o cogobernando. Hoy esto no aparece porque la gente no está prestando atención a las elecciones”.


"Pareciera que hubiera pasado lo peor para las fuerzas de la oposición, desalineamientos, crisis, recelos, todo lo que fue costoso y mal manejado. Ahora, puede un poco repararse eso. La oposición corre con desventaja por la falta de recursos. Pasó la onda de reclamarle a la oposición lo que la oposición no puede hacer, unirse cerradamente. Tal vez separada a la oposición le vaya mejor que junta".
"En el oficialismo la interna se está poniendo fea, hay una enorme cantidad de conflictos apenas contenidos, gobernadores marcando límites al armado de listas en las provincias. La caja ya sola no contiene. Le están advirtiendo muchos en el PJ que en todo caso después de la reelección venimos nosotros, como le pasó a (Carlos) Menem en el 95. Esto determina que no es tan fácil que el gobierno gane y mucho más áun que arrase y se lleve todo".

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