Un castigo para todos

Por Miguel Schiariti - Titular CICCRA, Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne de la República Argentina / dirigente político

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.

Los argentinos estamos enojados. Ud, está, en el fondo, enojado y yo también. Si es cristinista está más que feliz por la victoria, quiere ir a refregarle a sus compañeros de trabajo, a su familia, hasta a sus amigos, los votos por la cara, se quiere reivindicar y que le den la razón: pero
está enojado con los que no la votaron. Y se pregunta ¿cómo puede ser que no la hayan votado?. Y si no la votó, está enojado con los que si la votaron,
y se pregunta ¿cómo puede ser que no se den cuenta de que les miente? y que los manipula… y además está enojado con la oposición porque no le dio una
alternativa lo suficientemente sólida y los mira y piensa “cállense, hacen todo mal” y entonces unos piensan en el voto castigo a la  oposición y otros voto castigo al gobierno.

Cincuenta y Cincuenta y dejamos solo un milagro para Altamira. Ciento por ciento enojados, crispados, desilusionados, exaltados, enfurecidos.
¿Y si flexionamos un poco?
¿Se puso a pensar que todos los votos no pueden ser castigo, que los Argentinos no podemos estar todo el tiempo castigándonos?

 ¿Se da cuenta de que cuando votamos enojados, cuando votamos castigo, nos castigamos a nosotros mismos? Porque al tiempo el enojo pasa, y los gobiernos quedan y las cosas que hacen los gobiernos que elegimos enojados
quedan más tiempo todavía. ¿Se puso a pensar lo caro que pagamos los votos castigo los argentinos? Desde cuando es para el argentino medio tan importante ser de un partido o de otro, desde cuando es más importante eso... que la persona que es ud y sus hijos, que los valores que tiene,
que la convivencia y el respeto entre todos. Si al final después los platos rotos los pagamos entre todos.
 

O no se acuerda. Ya vivimos los despilfarros de los gobiernos, los clientelismos, las estatizaciones, las privatizaciones, ahora tenemos las
estatizaciones otra vez, pero para los empresarios amigos, antes teníamos a los periodistas militantes auspiciados por "las empresas a las que les interesa el país" y ahora tenemos a los periodistas militantes del "modelo
empleado estatal".

Sí, claro, me va a decir que Clarín miente, y le diré que 678 también, que pensémoslo lógicamente : nadie puede ser dueño del ciento por ciento de la verdad. A lo sumo, nos quedamos en este 50 y 50 enojado y el milagro para
el PO.

Si ya vivimos la burda fabula del primer mundo y ahora estamos con la fábula del modelo, el uno a uno antes, el cuatro a uno ahora y las cuotas siempre
y la mística  que no arregla las cosas por arte de magia otra vez. 

Y también vivimos los estallidos y retrocedimos tanto y no logramos ponernos en la senda del crecimiento sostenido y con equidad. Seguimos siendo, mal que nos pese, un país que exporta productos primarios a un mundo que tiene
muchos problemas.Y no lo logramos porque el crecimiento hay que sostenerlo, todos los días. Trabajando, TODOS, todos los días. Ud ya sabe que las cosas no funcionan con mesías que no nos van a defraudar ni con espíritus que
nos guían desde el más allá. Funcionan trabajando TODOS todos los  días, con objetivos razonables,.. ni trenes bala a la estratósfera ni supercomputadoras donde no hay tendido eléctrico ni agua potable, ni cloacas y sí hay enfermedades de la miseria. La Argentina no funciona  con enojos, ni con odios. Funciona con inteligencia. Funciona pensando,
reflexionando, aprendiendo de los errores. Por eso hace tanto que no funciona. porque no aprendemos de los errores. Por eso nos dicen que "no importa" si hubo fraude en las elecciones porque "de todos modos no se
modificaría el resultado" aunque usted y yo sabemos que si una Jueza dice que los incumplimientos a ley electoral son picardías de un presidente de mesa ya no podemos creer ni en la moral ni en la justicia, y sé que no nos
merecemos ésto, porque simplemente no corresponde y no, no vale todo con tal de ganar.
 

Ud sabe que un gobierno con control de todo es incontrolable y que la cosa
no viene bien ni adentro ni afuera. Ud sabe que tiene inflación e inseguridad. Sabe lo que le cuesta cargar un changuito de supermercado y sabe sobre todo que no quiere que le aumenten el sueldo con los números
del INDEK, sino con los índices reales que sacan las encuestadoras perseguidas y patoteadas por el gobierno y defendidas por los diputados de la oposición
en el Congreso, ese Congreso con el que está tan enojado. Ud ve el crecimiento de la marginalidad y la violencia todos los días. Sabe que existe y que no es un cuento. Sabés además que, si todos los otros países del mundo están
ahorrando, Argentina no puede gastar descontroladamente. Argentina no va a estar indemne de la crisis mundial. Usted sabe que la plata aunque sea del Estado, no dura para siempre. Sabe que es mentira y también sabe, sobre
todo, sabe, que la realidad, más temprano que tarde, se impone sobre las mentiras. Y sabe, sobre todo, que ahí está nominado porque en cada ronda de estallido, es la clase media la que desciende otro peldaño: los que vamos
a trabajar todos los días y vivimos de nuestro esfuerzo y nuestro mayor deseo es que los hijos estudien y se puedan comprar su casa, un buen pasar, unas
vacaciones, progresar en la vida. Y a nosotros nadie nos regala nada y tampoco queremos que nos regalen nada… y menos aún queremos tomar las cosas ni las casas por asalto.

Entonces lo invito a reflexionar, seriamente, si va a dejar que le gane la bronca del voto castigo y va a allanarle el camino al gobierno sabiendo como sabe que va a ser el primer perjudicado, o va a tomar la responsabilidad
de ponerle límites al próximo escenario político.
Piénselo, porque en el fondo, sabemos bien que si este gobierno no tiene ningún límite de entrada, si al congreso lo maneja un solo partido y nada se discute, el país termina siendo conducido desde la Casa Rosada, …. por una
“mesa muy chica” integrada por un par de funcionarios serviles y algún hijo sin ninguna experiencia. Hermetismo, autismo, cerrazón, descalificación, eso también ya lo vivimos, ¿se acuerda? porque no fue hace tanto, una década
apenas. 

 

Si queremos evitar que las cosas se repitan, tenemos que dejar de hacer siempre lo mismo, tenemos que dejar el voto castigo y empezar a usar el voto para construir, con lo que tenemos, alguna alternativa al poder total. De
lo contrario, ya sabemos lo que va a pasar, y eso va a ser un castigo demasiado duro para todos.