viernes, septiembre 21, 2012

A 1 semana del 13S: la protesta de los "bien vestidos"


Por Fernando Mauri 





+ Una masividad extendida a lo largo del país

+ Sin presencia de aparatos políticos.

+ Demostraciones pacíficas, más allá de repudiables exabruptos. 

+ Múltiples motivaciones en los reclamos, una originalidad de esta hora.

+ Un mensaje a CFK y su gobierno, pero -si bien en menor medida- también a la inconsistente oposición. 

+ La (floja marcha de la) economía, motor de las protestas 

+ La estigmatizacion de la clase media. 

+ La Ley de Medios, o el afán del relato oficial único.

+ Sin margen para la re re.

+ Los riesgos subyacentes.






Pasada una decena de días de las masivas movilizaciones del 13 de septiembre pasado -en línea con la jerga de las redes sociales, de ahora en más las designaremos como 13S- es buen momento para puntualizar algunas variables de análisis sobre el reclamo en sí como acontecimiento.político y las reacciones que como tal se han generado. 


* Si bien el eje mediático se centró en la Plaza de Mayo capitalina, el fenómeno del 13S destacó por su sorpresiva masividad, así como por su extensíón a lo largo de la Argentina. Y si bien el epicentro han sido los centros urbanos, no es un dato menor que dejó de ser un fenómeno meramente porteño.
Decimos sorpresiva porque sin dudas ni el más optimista de los "desencantados" o críticos pudo esperar reunir la cantidad de gente que se congregó en todo el país;  hablamos de cuanto menos un cuarto de millón de personas.

* Discutir sobre si las marchas fueron "espontáneas" o no, no parece ser relevante. Más bien apuntaríamos al carácter "no aparateado" de las distintas movilizaciones, y por aún más, no haber recurrido a recursos públicos como se estila en muchos de estos casos.

* Las manifestaciones fueron pacíficas, más allá de que el dispositivo mediático-político oficial haya rotulado"La marcha de odio" en singular, estigmatizando y a la vez ninguneando a las diversas concentraciones que, como en típico efecto de masa, registraron extremismos verbales repudiables por parte de algunos asistentes. Nada diferente de lo que suele acontecer en las marchas casi semanales que gremios u organizaciones sociales encaran sir más lejos contra la figura del jefe de Gobierno porteño ("Andate Macri, la p...q te p... "/ "Macri, basura, vos sos la dictadura", suelen retumbar asiduamente en Avda. de Mayo, a metros de Plaza de Mayo).
Concebimos que la mayor parte de la ciudadanía crítica del accionar K tiene claro el ineludible deber constitucional que debe cumplimentar la presidente en el sentido de finalizar su mandato en diciembre de 2015 y entregar la banda a un sucesor democráticamente elegido. 

+ A diferencia de las marchas junto al devenido en falso ingeniero J.C.Blumberg en los albores del kirchnerismo como fuerza de gestión nacional y de la conflictividad con el campo en 2008, las quejas de los reclamantes de hoy devienen de múltiples motivaciones y no una única demanda. 

* El mensaje más fuerte de protesta naturalmente fue dirigido hacia la primera mandataria y su gestión de gobierno. Sin embargo, la oposición no debería festejar demasiado. Las muchedumbres salen a la calle en vista a que no encuentran forma de canalizar institucionalmente sus consignas e idearios a través de los partidos políticos.
No es otra cosa que la tan mentada crisis de representatividad, profundizada en 2001, que está lejos de haber sido superada. No es por ahora el "que se vayan todos", no. Hoy no está con nosotros, pero cabe advertir que bien puede estar esperándonos a la vuelta de la esquina.     
Esta oposición inconsistente hoy no está en condiciones de poder capitalizar ni ponerse al frente de los "indignados" del 13S. Sí en todo caso de, transitoriamente, recibir votos de ellos, una mera delegación de poderes prestados y que será atentamente fiscalizada.

* Si bien están las quejas airadas por el estilo K y la corrupción, seguramente el 13S no hubiera sido exitoso como resultó sin un escenario económica en declive como transfondo, con una actividad al menos en franca desaceleración y con una inflación creciente como disvalor agregado. Mientras la economía marchaba bien, "la gente está abstraída comprando de shopping" es una figura repetida empleada entre consultores políticos. Hoy, las cosas son diferentes y generan escenarios y reacciones diferentes.

* Los ataques del kirchnerismo a la clase media son un despropósito en sí mismo. Aún así, creemos que como nos lo ha señalado Carlos Germano en nuestro ciclo de Radio Cultura, Construcción plural, ”el ADN (K) no se cambia. Pero hay respuesta (agresiva) en las palabras respecto a las manifestaciones del 13S, pero en los hechos sí el Gobierno puede cambiar algo”.
Queremos en definitiva significar que si bien no hará modificaciones medulares -la presidente no anunciará en el mediano plazo formalmente su disposición a no aspirar a su eternización en el poder (tampoco lo contrario) ni obligará a su vicepresidente Amado Boudou a dimitir al cargo- sí podrá operar cambios cosméticos, sí se cuidará más en el uso y abuso de la cadena nacional, sí tratará de transmitir mayor preocupación por la inseguridad, etc etc.
De hecho, en sus dos cuidadas alocuciones post 13S de la semana que acaba de finalizar, CFK no empleó la cadena nacional, lució más moderada, salió a mostrar gestión  y no a "cruzar" los reclamos, casi como elevándose por sobre la conflictividad, a diferencia de su reacción en medio de la puja con el campo en 2008 (recordar su alusión de entonces por ejemplo a los "piquetes de la abundancia"). Claro que el trabajo sucio discursivamente hablando ya lo había encarado su nobel jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Sólo alguna que otra figura aislada del universo oficial tomo nota y se mostró amplio, cauto y plural, entre las cuales sobresalió la diferenciación que con habilidad ejerció el gobernador y precandidato presidencial Daniel Scioli.  
Nótese también que desde el 13S no ha habido mención alguna de la dirigencia K a la re reelección. Frizar la cuestión, seguramente debe haber sido la orden que la presidente bajó a su gente.     

Decíamos despropósito ya que las descalificaciones a la clase media resultan insostenibles: la clase media es al menos el 65% de la sociedad argentina. Como bien lo ha señalado el sociólogo  Eduardo Fidanza, "hay una retirada del apoyo de sectores medios al Gobierno nacional. Los sectores medios fueron importantes para llegar al 54%".

En esta línea, resultan casi grotescas las tesis oficialistas en el sentido de que ninguna de las personas que salió a manifestarse el 13S ha sido votante de CFK. 
   
Decimos además despropósito porque quienes censuran desde el poder el obrar de la clase media no son pobres precisamente, no están debajo de dicha clase en la escala social, sino más bien muy por encima. Desde la presidente actual al su extinto esposo ex primer mandatario patagónico, llegando a ministros, hay muchos millonarios entre el elenco ministerial K.   

* Más que reacciones destempladas por corporizar contramarchas cual Plaza del Sí ideada por Bernando Neustadt para Carlos Menem, el Gobierno parece haber más astutamente haber desensillado hasta que aclare y en todo caso jugar al efecto Blumberg... esto es, que las protestas se vayan diluyendo y desgastando con el paso del tiempo . Y eso pese a que para un régimen de tipo populista como el que lidera CFK, el volver a perder el control de la calle como aquel 2008 de la lucha a cara de perro con el sector agrario, no es un hecho menor, afecta directamente su línea de flotación. 
En búsqueda de cierta mayor solidez institucional, una disputa en términos de marchas y contramarchas callejeras no supone precisamente un escenario muy auspicioso.

En este marco, promover una nueva demostración callejera opositora un día cercano -ya sea antes de fin de mes o el 01.10.12- no sería más que abusar del recurso que como preciado de tal deberían cuidar los "indignados" y no hacerle el juego a los K. No es un dato menor que para contrarrestar numéricamente el 13S el kirchnerismo no cuenta ya con las huestes de Hugo Moyano. Al contrario, no se debería descartar que en sintonía con un 2001 donde "clase media & piqueteros" fueron aliados callejeros, el 2012/3 vea una articulación de hecho quizás no explicitada entre la "clase media & el gremialismo moyanista". 

* Resultan sorprendentes algunas declaraciones provenientes del kirchnerismo en el sentido de que "se pudo marchar libremente" y "no se reprimió a los críticos", como si ello fuera una generosa concesión monarcal de quienes ostentan transitoriamente el poder del Estado. 

* El 13S no fue promovido ni por la dirigencia opositora ni por los Medios críticos ni por el Grupo Clarín, el ex socio K que comanda Héctor Magnetto. Sí a TN y Canal 13 les valió la cobertura amplificada de las protestas, ninguneadas o directamente borradas por medios adiktos, ya fueran estatales o paraoficiales. Una vez más,  la Ley de Medios -lejos de la declamación oficial de buscar sumar pluralismo de voces- pareció ostentar que su fin real es corporizar un monopolio del relato, con eje en acallar /silenciar o invisibilizar a los crecientes críticos a la gestión K.

+ Creemos que no hay lugar para la re reelección presidencial. Pese a ello, el oficialismo pulseará un poco con ello como forma de "evitar" el síndrome del Pato rengo. Es por ello que la jefa de Estado bajo esta lógica no puede permitirse explicitar su resignación a un tercer mandato consecutivo y su voluntad de no forzar la Constitución nacional.  No hay además formas de reforzarse políticamente para CFK. En este marco, más allá de una economía que no volverá ser lo que fue y del desgaste popular por el ejercicio del poder, etc. no habrá además otra muerte para reavivar la llama de una pretendida épica con una líder golpeada, abnegada y sacrificada por su pueblo.

+ El riesgo latente de una mayor polarización social así como el de una profundización de la falta de representatividad política como instancia de reclamo ciudadano son elementos en juego subyacentes poco virtuosos de esta hora en la dinámica política argentina. 


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