Cortina de humo

Por Eduardo Zamorano

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Se puede mentir a algunas


personas todo el tiempo;


a todas las personas por


un tiempo: pero no se puede


mentir a todas las personas


todo el tiempo.




Abraham Lincoln

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Las últimas tres semanas no fueron buenas para la imagen del gobierno.
Recordemos tan solo tres episodios.


* El cacerolazo del 13/9 multitudinario y replicado en casi
todo el país.

* El viaje de la Presidenta a lo EEUU; en particular sus
desafortunadas presentaciones en las Universidades de Georgetown y
Harvard.

* La huelga de prefectos y gendarmes, conducta insólita y
sumamente preocupante.


Obvio es remarcarlo, estos sucesos fueron sobredramatizados por los
grandes medios comunicacionales, con los cuales el Gobierno mantiene
una guerra encarnizada, cuya batalla decisiva se librará, al parecer,
el 7/12/12 cuando venza el plazo impuesto por la Corte a la medida
cautelar que suspende la obligación de desinvertir al Grupo Clarín.

En medio de esta andanada de contratiempos, se produce la desaparición
del testigo Alfonso Severo, ligado a la investigación por el asesinato
del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra.

La sola mención de la palabra “DESAPARECIDO” provoca, en buena parte
de los argentinos, una fuerte conmoción interna. En un instante, se
corporizan imágenes y sensaciones que nos atormentaron en un pasado
tenebroso.

Ahora bien, la acción psicológica masiva supone una serie de técnicas
que, centralmente, buscan direccionar la opinión pública en un sentido
determinado. Puede propender a ensalzar eventos o aventarlos del
interés del público.

No es mi propósito extenderme sobre el tema; sólo ilustro con algunos ejemplos.


+ Distorsión:

Presentar los hechos de manera tendenciosa.

Un atentado contra un grupo afín al Poder ( sea o no gubernamental) es
realzado en su virulencia y crueldad. Lo contrario acontece cuando el
blanco es el adversario.


+ Repetición:

La máxima goebbeliana: “miente, miente …….. que algo quedará”.
Machacar sobre una idea o acontecimiento hasta impregnarlo de un
interés vital para la sociedad.

+ Supresión:

Ningunear situaciones trascendentes; sea omitiéndolas de manera lisa y
llana, o adjudicándoles un lugar irrelevante.



+ Cortina de humo:

Frente a circunstancias que acaparan la atención del público pero que
resultan nocivas para la imagen del poderoso interesado, fraguar un
hecho espectacular las opaque y saque del foco.


El “secuestro” del testigo del caso Ferreyra tiene tufo a maniobra de
distracción; en lenguaje futbolero: patearla a la tribuna.

Obvio, los muchachos del PO agradecidos: siquiera por unas horas se
instalaron en el EPICENTRO MEDIÁTICO GRATIS.

De todas formas, a fuer de sincero, la noticia de la aparición de
Severo permitió dormir tranquilos a TODOS y TODAS…bueno, exagero un
poco para sintonizar con el tono de esta nota.