miércoles, noviembre 14, 2012

8N, la rotunda potenciación del 13S




Por Fernando Mauri


“Un formidable aparato cultural se ha extendido sobre los argentinos generando en ellos una idea distorsionada sobre su país”.

“Ayer ocurrió algo muy importante...el congreso del Partido Comunista chino”

CFK, 9 de noviembre de 2012.

* Convocatoria impresionante. Alta participación de la juventud. Sin agregado de franjas más humildes, la clase media sigue prevaleciendo en las movilizaciones,
* Complejiza al Gobierno el no poder determinar un opositor unívoco ante la multitud inasible manifestante.
* La pérdida de la calle carcome al populismo K.
* Adiós a la eternización de CFK.
*El estruendoso silencio de la dirigencia del PJ.
* Una sociedad movilizada, un arma de doble filo.
* El reclamo institucional, de la mano de la insatisfacción económica.
* 13S y 8N: el cambio de estrategia del oficialismo.

Continuando el análisis que emprendiéramos hace casi 2 meses a cuenta del denominado 13S - http://abordajes.blogspot.com/2012/09/a-1-semana-del-13s-la-protesta-de-los.html
- es imposible no comenzar la tarea de acometer la interpretación del 8N no reparando en la enorme cantidad de manifestantes a lo largo y ancho del país.
Más allá de lo difícil que resulta cuantificar fehacientemente los participantes de las diversas protestas cristalizadas el pasado jueves, ya se tratase de medio millón, un millón o aún más de un millón de personas, la convocatoria fue impresionante, superior a cualquier registro de los últimos años en el país (marcha a Plaza de Mayo de diciembre de 2001 contra De la Rüa - Cavallo, acto en Palermo en apoyo al campo en el marco de la Resolución 125, marchas del moyanismo, cierres de campañas políticas de los últimos años, etc etc). Bien lo definió con nosotros en Radio Cultura el consultor político Carlos Germano: “El 8N fue una de las manifestaciones populares más importantes desde 1983”.
Asimismo, aún si bien esta fue una movilización mucho más numerosa que la de septiembre último, no sería erróneo afirmar que no logró atraer mayoritariamente a nuevos sectores sociales, repitiéndose el predominio amplio de niveles medios y medios altos urbanos.
Ahora, de allí a plantear una preeminencia de creencias entre los reclamantes tendiente a la centroderecha, no es más que pretender una vez más instalar el relato ideologizado del oficialismo K.

Entretanto, cabe subrayar la gran cantidad de jóvenes que se dieron cita entre las voces protestantes, como contrapeso del tan mentado fenómeno de lo que creativamente Jorge Asís denomina “La Agencia de colocaciones” La Cámpora”.


* Algunos mínimos contornos analíticos de la convocatoria del 13S se reiteran a la hora de abordar el 8N:


+ Una gran complicación para la estrategia del Gobierno reside en que la multitud que se manifestó es inasible, por tanto no plausible de ser estigmatizada, no factible de ser presionada con la caja fiscal, con la AFIP, etc etc No es demonizable como si fuera un actor unívoco. Tras el 13S, se quiso apuntar contra "la clase media", pero ese fallido anuló la continuidad de la jugada K. Ahora se han esbozado líneas en el sentido de que los que protestan son aquellos a los que les "va bastante bien"....pero sin hacer mayor pie comunicacional.

+ Para un régimen populista, perder el control de la calle es afectar su línea de flotación. No es un dato menor que en 50 días se hayan corporizado dos marchas multitudinarias con reclamos al poder gubernamental en todo el país.


+ Mucho se ha hablado sobre la re reelección, esto es, la posibilidad de forzar las instituciones a fin de habilitar una posible perpetuación de CFK, poniendo fin a la “alternancia boba” (diputada Diana Conti, dixit). Se trata de una jugada aún no explicitada públicamente con fuerza, pero funcional tanto al oficialismo como a las fuerzas opositoras.
Creemos que tras el 8N -excepto una hecatombe electoral hoy de cuasi imposible visualización- se ha puesto punto final a aquella posibilidad, ya que los votos en el Parlamento -particularmente en el Senado- que devienen de los sufragios ciudadanos obturarán cualquier sendero en esa línea.
En este sentido, Scioli y aún los Massa o Capitanich o Urtubey bien podría ser a la larga beneficiados por las protestas ciudadanas.

El “atronador” silencio de gobernadores y dirigentes del PJ es sintomático


+ El mensaje más fuerte de protesta naturalmente fue dirigido hacia la primera mandataria y su gestión de gobierno. Pero la oposición también debe volver a tomar nota de su imposibilidad de conducir a vastos sectores de la sociedad. Macri y Binner aparecen junto quizás a Cobos como los más aptos para recibir el voto del ciudadano hoy crítico K.


+ “El riesgo latente de una mayor polarización social así como el de una profundización de la falta de representatividad política como instancia de reclamo ciudadano son elementos en juego subyacentes poco virtuosos de esta hora en la dinámica política argentina” dijimos en ocasión del 13S.
Lo ratificamos. Se comprende el reclamar callejero, jugando en la calle, donde más le duele a un régimen populista como el K. Pero creemos que tienen que existir ciertos límites para no entrar en una alocada dinámica de apuesta permanente de movilizados en términos de una democracia directa. Lo saludable sería que principalmente el Gobierno kirchnerista y aún la oposición, tomaran nota. De ellos depende que el entramado institucional no se horade aún más. Un horizonte de movilización en estado permanente es un arma de doble filo para la República. Esta “vitalidad participativa” no debería devenir en democracia sin intermediación. Pero corresponde a la dirigencia política evitar este efecto poco virtuoso.
Más aún, los sectores medios urbanos -y generalmente con razón- son los primeros que suelen poner reparos a las movilizaciones que impiden el libre tránsito por la ciudad de Bs. As. No es un dato menor reparar en que esos sectores ahora han empezado a jugar de alguna manera a ese juego que critican.


+ La ciudadanía expresó su disconformidad en materia institucional (re-reelección, estilo de gobierno soberbio y prepotente, corrupción, presiones a la justicia, etc) pero con la economía en declive como trasfondo y terreno fértil para la protesta. Cabe aquí otra crítica usual pero consistente a esos sectores medios que hoy se movilizan: cuando a indicios de la gestión K se dio un shock de consumo -y esto no es de ahora, es desde siempre- estuvieron “anestesiadas” y “de shoping” y despreocupadas por el devenir institucional del país y del arrollador despliegue prepotente de los gobiernos K. .


+ Las marchas deberían ser más bien calificadas como “críticas” del Gobierno de CFK, más que como “opositoras”, si tenemos en cuenta que -aún aceptando que hayan sido el colectivo menor- entre los reclamantes hubo seguramente votantes del oficialismo hace más de un año para nutrir aquel impresionante 54% hoy diluido. Los sectores medios fueron indispensables para obtener ese notable 54% de octubre de 2011. Bien lo señaló el sociólogo Eduardo Fidanza: “Hace un año, en el cenit de la popularidad y el poder electoral del kirchnerismo, era impensable semejante movilización de masas”..


+ Hubo cambios de estrategia desde el oficialismo antes y después del 8N respecto del 13S. Antes, primó el ninguneo posterior; ahora, la línea de razonamiento del relato oficial es que protestó gente que pertenece al 46% no votante y con un relativo bien pasar, como si la política no fuera dinámica, y aún más en medio de esta crisis de representación que vive desde hace largo rato nuestro país donde el ciudadano medio no se casa con nadie y donde el voto cautivo va menguando. En ese marco, particularmente patético es pretender instalar que el 8N no refleja cambios electorales...que todo sigue casi igual al 54% vs 46% - www.infonews.com/2012/11/11/politica-46961-la-oposicion-no-capitaliza-la-protesta-en-las-urnas-cacerolazo-opositor.php

Por su parte, la presidente esta vez no se refugió en silencio como ha acostumbrado el matrimonio presidencial K en el sur patagónico ante las malas nuevas. Se mostró activa los días previos y contestó rápida e implícitamente tras el jueves movilizador, reforzando la apuesta, no hacíéndose cargo del histórico reclamo público. Es que en el kirchnerismo no hay más que más de lo mismo, no hay cambios, hay saltos al vacío hacia adelante…
La presidente debe concluir su mandato en diciembre de 2015, pero debo escuchar, debe dejarse ayudar también y debe evitar comprometer el devenir institucional.

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