Mi adhesión al llamado a un "acuerdo republicano"

Por Eduardo Zamorano 

Abogado - Master en Inteligencia estratégica por la

Univ. Nac. de La Plata

Quiero explicitar mi adhesión a la propuesta de "Acuerdo Republicano" por hallarla innovadora, oportuna, y realista.

Lo primero: existe consenso en que la decadencia argentina y el populismo van de la mano, pues el rasgo primordial de esa forma de gobernar es el providencialismo, es decir, la perpetuación en el poder del "mesías político" de turno.

Lo segundo: no existen ventajas amplias y sustentables entre los candidatos a presidente, tampoco distancias ideológicas apreciables. Por ende, si alguno toma la iniciativa provocará el efecto arrastre o dominó que describen los autores de la propuesta.

Y tercero: la norma moral antecede a la legal. Ya existe un rechazo popular consolidado respecto a las "re-re-re elecciones" -demostrado en los casos de Carlos Menem y Cristina Kirchner- lo cual prueba la vigencia de una "norma moral".  El acta notarial promisoria sería un embrión jurídico potente. De ella se pasaría posiblemente a la Ley Electoral, y de ésta, en un tránsito no demasiado extenso, a la mismísima Constitución Nacional. De esta forma la elevación a "norma legal" se plasmaría en etapas sucesivas.

Me permito un humilde aporte a este llamamiento de un "A.R." : la renuncia debería extenderse a todo cargo ejecutivo,  tanto en el nivel nacional, provincial, y municipal. Ello para disuadir eventuales picardías -argentinadas, diríamos- como sería colocar al pretenso eternizado como Jefe de Gabinete de un presidente títere (Caso Putin con Medenev en Rusia).  Desde luego, no podrían existir restricciones a cargos legislativos o judiciales, y menos a proseguir en política.