Por Eduardo Zamorano
Abogado - Master en Inteligencia estratégica por la
Univ. Nac. de La Plata
El Sindicato de Camioneros mantuvo un duro enfrentamiento con Francisco “Barba” Gutiérrez, Intendente de Quilmes y directivo de la Unión Obrera Metalúrgica, por la recolección de residuos en dicho municipio.Esa gestión estaba otorgada en concesión a la firma COVELIA (hay quiénes afirman que Moyano tiene intereses en esta empresa) pero con contrato vencido (30/4/14) y un costo superlativo pesando sobre el erario público (este servicio se come hasta el 35%de los respectivos presupuestos). En varias comunas del conurbano bonaerense existe una situación análoga a la descripta.
Gutiérrez venía rumiando la “municipalización” de la gestión de la basura con el objetivo de parar la sangría dineraria, ofreciendo garantizar los empleos y sueldos de los 430 trabajadores directos de COVELIA.
El número dos del gremio y vástago de su titular, Pablo Moyano, declaró un paro dejando a la ciudad inundada de desperdicios y lanzó una amenaza irresponsable afirmando que resistirían la medida aunque hubiera “muertos”; dicho lo cual, viajó al Vaticano a desparramar ondas de amor y paz con el Papa.
El desafío quedo planteado en términos inquietantes por los siguientes motivos.
El primero es su inocultable trasfondo político: Gutiérrez es un kirchnerista “paladar negro”, condición que lo enemista en grado sumo a Hugo Moyano y su hijo especializado en aprietes.
Lo segundo estriba en que -por la condición sindical del Barba y el sitial preferente de la UOM en el Olimpo gubernamental- el resultado de la pelea tendría proyecciones simbólicas al interior del universo gremial.
Y finalmente si Gutiérrez se quedaba con la victoria -como aparentemente aconteció, según veremos enseguida- se podía verificar un efecto “dominó” en las otras Intendencias ligadas contractualmente a COVELIA.
Contra los pronósticos más agoreros, el conflicto desescaló y culminó con un acuerdo celebrado en el ámbito del Ministerio de Trabajo bonaerense.
Las condiciones del acuerdo favorecen a Gutiérrez; así:
(i) Los 430 trabajadores pasan depender del municipio, con igual sueldo pero sin los adicionales del Convenio de Camioneros y con encuadre gremial en el gremio de municipales provinciales.
(ii) Sin perjuicio de la transferencia de los empleados a la comuna quilmeña, COVELIA debe abonarles las indemnizaciones como si fuera un despido incausado.
(iii) El municipio les reconoce la antigüedad pero al solo efecto de la vacaciones.
(iv) Los trabajadores subcontratados por COVELIA, por cuya incorporación también reclamaba el Sindicato, no entraron en el acuerdo.
Resulta evidente el retroceso de Moyano en esta parada. Ya varios Intendentes están copiando el know how del Barba (Curto de Tres de Febrero; Ferraresi de Avellaneda; y otros que prefirieron el anonimato).
Para explicar el arrugue de Moyano, y la consiguiente victoria de Gutiérrez, circulan varias versiones, las cuales menciono aunque sin hacerme eco de ellas.
1.- Scioli intermedió en el combate y “compensó” en metálico la pérdida sufrida por Moyano para evitar un aquelarre gremial que le incendiara la Provincia, conspirando contra su candidatura presidencial.
2.- Gutiérrez, hombre de gran cercanía al Gobierno, recibió varias “carpetas” dela Secretaría de Inteligencia S.I. (ex SIDE) con datos diversos pero potencialmente dañosos para Hugo y Pablo (verbigracia: patrimonio real del capitoste sindical tanto en el ámbito local como en el exterior; detalles sobre el silenciado fallecimiento de la esposa de Pablo fruto de una “lipoaspiración” en una clínica de camioneros; y otras situaciones de calibre parecido).
3.- El Papa Francisco ejerció su influencia bienhechora sobre el colérico Pablo, serenando sus ímpetus guerreros.
Queda en el lector dar crédito (o no) a estas especies y, en su caso, optar por la que considere más verosímil a la luz del contexto.
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