miércoles, mayo 28, 2014

Sobredosis

Por Bernardo Poblet
Especialista en RRHH - Ex docente - Escritor 

No es fácil sobrevivir en un ámbito donde la contradicción es
protagonista principal y además, longeva.

Los ciudadanos de este afortunado país estamos saturados de
manifestaciones contundentes: los unos afirmando lo que los otros niegan.

Algunos de nosotros, desorientados, sumergidos en una sobredosis de
información donde se mixturan lo que podemos tocar como existencia
real con lo ilusorio y a veces lo fantástico.

No es para cualquiera.

La primera mandataría, tiene la enorme responsabilidad de la
administración temporaria del estado, y primariamente, la integración
de los que habitamos este país. Lo que dice marca rumbos y tiene
vigencia en el tiempo, no se agota en el diario de ayer. En el
reciente acto del aniversario del 25 de mayo de 1810 –parece que lo
equivalente ocurrió en el 2003, no lo sabía- expresó:

“Algunos quieren sembrar cizaña, dividir y enfrentar: no cuenten conmigo.

Voy a seguir trabajando como siempre lo he hecho. Con mis ideas y la
fuerza de mis convicciones”

¡Eso querìa escuchar! Mi entusiasmo se diluyó cuando recordé el estilo
de sus discursos de la década, la política de enfrentamientos, la
teoría del enemigo y bue…

Pero el ánimo se recuperó al escuchar.

“Quiero plantear la necesidad de que la generación del siglo XXI
reelabore todo el pensamiento del siglo pasado y formule un proyecto de país“.

Me acordé de un pensamiento, el de Octavio Paz:- que no era un
conservador:

"Debemos repensar nuestra tradición, renovarla y buscar la reconciliación

de las dos tradiciones políticas de la modernidad: el liberalismo y el

socialismo. Me atrevo a decir que éste es el tema de nuestro tiempo'".

Vamos bien, me dije, es imprescindible aggiornar un proyecto, sobre
todo si el actual es mediocre. Pero cuando dijo:

“No me interesa la unidad nacional para volver para atrás. No me
interesa la unidad nacional que me dice que tengo que decir que sí a
una cultura que no tiene que ver con nuestra historia”

Me confundí. ¿a qué cultura se refiere? No me quedó claro

Me acordé que en puestos claves del gobierno hay personas que
abrevaron en el maoísmo “acabar con los denominados “cuadros viejos”:
las viejas costumbres, los viejos hábitos, la vieja cultura y los
viejos modos de pensar”

¿Será eso? Con esas premisas Mao organizó la nueva revolución cultural
utilizando un poderoso aparato propagandístico y con la presencia en
la calle de jóvenes militantes. Será pura casualidad, pero fue la
esposa de Mao, una vez fallecido éste, la que redobló la apuesta. El
resultado fue siniestro.

Me dio como un escalofrío pero recapacité: aquí no hay guardias rojos,
aunque si grupos organizados. Además de La Càmpora, por lo menos media
docena capaces de operar en la callecracia, algunos –en el norte, por
ejemplo- uniformados y desfilando como en paradas militares. Con algo
de culpa debo confesar que, leyendo las crípticas declaraciones de
Carta Abierta, una de las medidas propugnadas por Mao: enviar a los
intelectuales a trabajar en el campo, no les vendría nada mal, tal vez
aprenderían a valorar el equilibrio y la moderación.

Me devolvió la esperanza escuchar –aunque a los gritos- “quiero apelar
al amor por el otro. ….“Mientras haya un sólo pobre, estaremos en
deuda con la Patria”

Bueno, es un avance… pero se me vino a la mente la inflación, esa
implacable máquina de generar pobres, lo que el presidente de la
Suprema Corte, Lorenzetti, calificó de “tragedia social”: la cruel
dilación programada de los juicios de los jubilados, y la presión
impositiva, y… (?) Quedé como alterado. Me tranquilizó un amigo: la
presidenta no habla para los ciudadanos comunes como nosotros, habla
para su grupo, para consolidarlo, para mantener la cohesión de la
tropa.¡Ha! Me dije, era eso. Pero me acordè que hay huellas históricas
de líderes que destruyen a sus seguidores y viceversa. Cuando Perón
echó a los montoneros de la plaza, ya sabemos que lo hizo porque tenía
claro que los muchachos iban por él. ¿Los ideólogos de unidos y
organizados terminarán haciendo lo mismo con la presidenta?

Escucho por ahí: tenemos que recrear la cultura del trabajo y de la
educación. De acuerdo, adhiero fervorosamente pero ¿no estamos
instalando la cultura de la distracción?

Todo parece que es un gran espectáculo, que se impone la cultura del
entretenimiento: “hacer menos molesto y llevadero algo”
Fechas patrias que mutan en actos de gobierno armados teatralmente;
feriados largos para gastar –se pulverizò el ahorro- , las campañas de
marketing de tiempos electorales –oficialismo y oposición-; cadena
nacional violando un artículo específico de la ley de medios, ni
hablar de fútbol para todos y los esfuerzos para convertir al
seleccionado nacional en el seleccionado del gobierno; ¿No es un
espectáculo que convivamos con Boudou (“me la tienen jurada”), Baez,
Relats o Lopez con la guillotina para
Campagnoli –entre otros-; no hay recesión, si, hay recesión; no es un
país de elaboración de droga, si, es un país con laboratorios; no hay
cepo, si, hay cepo; inflación no, inflación si;; seguridad si,
seguridad no; nunca hubo tantos aportes a la educación, la calidad de
la educación està en picada El listado agobia.No es para cualquiera.

¿Tendrán razón los que sostienen que para sobrevivir hay que hacerse
amigo de las contradicciónes? Triste.

Permanecer y perdurar no es honrar la vida, decía la canción de Eladia.
¡Cuidado! Las contradicciones llevan a la frustración y la frustración
genera regresiones. Oímos a demasiadas personas que parecen extrañar
la mano dura, “necesitamos un liderazgo fuerte” (notable olvido o
indiferencia, sabiendo que esos estilos autoritarios se dan de patadas
con las reglas de la republica)

Ojalá que la cotidianidad no nos rutinice, que el acostumbramiento no
nos haga sentir que es normal lo que está mal, que el espíritu crítico
pese a los esfuerzos para anestesiarlo, se mantenga despierto.

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