Por
Raúl Ochoa
Economista especializado en comercio global / Director de
Ecosur Consultores.
Columnista de CONSTRUCCION PLURAL.
El porqué de la enorme expectativa creada, nacional e internacionalmente, por el meteórico
ascenso de Marina Silva, a partir de su designación para reemplazar al
candidato presidencial trágicamente fallecido Eduardo Campos, tiene varias
explicaciones
La primera tiene que
ver con el escaso entusiasmo que despertaban según todas las encuestas los tres
candidatos: Dilma por su reelección con el PT y partidos aliados, Aecio Neves
por el PSDB el partido de FHCardoso y José Serra con fuerte inserción paulista
y mineira – y en general en los estados de mayor ingreso Sur-Centro - y Eduardo
Campos del PSB con base en algunos estados del NE, ambos partidos también con
diversas alianzas
Dilma ganaba hasta la
postulación de Marina, en segunda vuelta en un ballotage con Neves sin
demasiados problemas, pero lo que indicaban las encuestas era un porcentaje
significativo alrededor del 25/30 % sin candidato y en realidad demostrando su
ausencia de interés de votar a candidatos políticos profesionales, provenientes
en los casos de los opositores de familias de larga tradición en estos
menesteres (Aecio de Tancredo Neves que provenía del Legislativo de la época
militar y Campos de los Arraes caudillos de larga data en Pernambuco, el último
abuelo de ellos su abuelo y en el caso de Dilma la continuidad del PT que lleva
15 años en el poder)
Si bien con matices,
los tres candidatos representaban continuidad y experiencia en la función
pública y tanto en el caso de Aecio Neves, más conocido que Campos por la
importancia de su gobernación en Minas Gerais que es un estado muy desarrollado
y su impronta a favor de menor intervencionismo estatal y mayor apertura
internacional, no difería sustancialmente de las posiciones de su rival
opositor y en las críticas al gobierno de Dilma Rouseff.
Esta última a pesar
de haber perdido popularidad, tenía y tiene a su favor un base de importante de
apoyo en los estados de menor desarrollo y que fueron los más beneficiados por
la políticas de inclusión social y económica iniciadas por Lula da Silva y
continuadas por Dilma. Las críticas a su gobierno están centradas en un mayor
intervencionismo estatal, el bajo crecimiento – aunque el país tiene
prácticamente pleno empleo desde hace más de 5 años – la pérdida de
competitividad de la economía y la corrupción, ya que si bien durante su
mandato fueron juzgados y puestos en prisión los responsables del llamado “escándalo
del mensalao” que era la compra de votos de legisladores que afectara a grandes
popes del PT como José Dirceu, impidió llevar a cabo una investigación profunda
en la administración de Petrobrás bajo la conducción de su anterior presidente
Gabrielli, que hubiera afectado aún más la conducción del PT.
A eso debe agregársele
dos fenómenos nuevos: la irrupción en escena de las nuevas clases medias: 42
millones de personas en un período de 13 años ascendieron de nivel y fueron los
motores de las manifestaciones por mejor educación, salud y transporte y de
repudio a las obras faraónicas del Mundial de Fútbol, que costaron decenas de
miles de millones de dólares y una mayor conciencia ciudadana sobre el impacto
de la corrupción en el bienestar de la población
Es en ese escenario
que Marina Silva aparece como algo diferente y sus antecedentes de luchadora
por el medio ambiente, su fuerte carácter y su fama de no transar frente a los
poderosos intereses: dueños de las tierras y grandes contratistas de la obra
pública en proyectos que afectaban el medio ambiente, le otorgan un aval frente
a lo ya conocido y trillado.
Cabe aclarar que si
bien todo es cierto y valorable, el no acordar con otras fuerzas políticas le
impidió formar su partido cuando se alejó del PT y luego del Partido Verde y es
por eso que acompañaba a Campos en la fórmula, pero no tenía peso en la
construcción política del PSB. Esto tiene que ver con el hecho que la gran
jugada de Campos, era sacarle al PT una parte sustancial del PMBD en los
estados del Norte, habida cuenta que ese partido – liderado por José Sarney -
que nunca lleva candidato propio a presidente, es una de las claves para ganar
elecciones y tener fuertes coaliciones mayoritarias en ambas Cámaras. Si Marina
no pacta y quiere gobernar le será muy difícil, como le fue a Collor de Melo en
su momento.[1]
Ella se plantea como
distinta pero sus principales asesores económicos Eduardo Gianetti da Fonseca y Lara Resende son hombres que estuvieron en
otras administraciones y comparten como la mayoría de los profesionales que
asesoran a otros candidatos matices, pero en general y en esto hay una
diferencia importante con la Argentina son liberales modernos, no temen la intervención
del Estado – la discusión es sobre la eficiencia y profundidad de su participación – todos plantean política
activas industriales, de COMEX y de innovación tecnológica, están preocupados
por la mejora de la educación y la necesidad de incentivar las ciencias duras y
mejorar la calidad educativa; a nadie se le va a ocurrir revisar las políticas
públicas vigentes: BNDES (1950) Petrobrás (1951) Embraer (1960) Alconafta –Etanol (1970),
Petróleo offshore (1980) o privatizar los fondos jubilatorios.[2]
Cabe aclarar que
además tiene como asesores del programa de gobierno a dos empresarios de altísimo
nivel: María A. Setúbal dueña del Banco Itaú el mayor privado del país y
Guillermo Leal dueño de Natura productor de artículos de belleza en base a
productos de la Amazonia. Setúbal es la responsable del plan de calidad
educativa y Leal del plan de gobierno. Esto ha sido una de las llaves para
abrirle el acceso al empresariado brasileño
Se parece algún
candidato argentino a Marina?
Ninguno se asemeja
demasiado, algo Macri por liberal moderno y fuera de estructuras tradicionales;
en realidad se parece Lilita por fervor religioso, su cruzada anticorrupción y
dejar estructuras partidarias; pero Marina tiene una inserción en sectores
populares mucho mayor
Falta muy poco para
el 5 de octubre, el gobierno tiene una gran ventaja de acceso a los medios, con
respecto a Marina Silva, pero las redes sociales jugarán sin duda un papel
importante. Final Abierto
[1] Ningún partido tiene peso como para dominar el Legislativo; el
PT integra una coalición con 6 partidos; esto explica por ejemplo porque hay 40 ministerios es necesario “dar espacio” a
los aliados en el gobierno.
[2]
Lara Resende es uno de los autores del Plan Real de estabilización monetaria
cuando FHCardoso era Ministro de Fazenda de Itamar Franco.(1994) A partir de allí
Brasil adoptó lo que se llama políticas de metas de inflación y esta no ha
pasado el techo del 6,5 % anual en 20 años, aunque durante los dos últimos años
Dilma debió atrasar el ajuste del precio de los combustibles para no superarla.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario