lunes, noviembre 02, 2015
¿Campaña terrorista ?
Por Eduardo Zamorano
La mayoría de la gente y también buena parte de los comunicadores consideran que el “terrorismo” es, exclusivamente, sinónimo de asesinatos en masa con bombas u otros elementos de alto poder destructivo.
Desde luego es la acepción del término que, desgraciadamente, se ha popularizado a través del tiempo; en particular, a partir del conflicto en Medio Oriente y las acciones del jihadismo globalizado.
Empero, existen otras acciones que -conforme las definiciones en documentos de la ONU o en los Tratados Internacionales- también engrosan la categoría semántica de “terrorismo”.
Así: “El uso sistemático de amenazas para infundir miedo en una población indiscriminada con un objetivo político”.
En la campaña que precedió a la segunda vuelta en la última elección presidencial brasileña, se utilizaron spots televisivos con imágenes de gente casi moribunda cubierta de harapos o revolviendo montañas de basura o haciendo interminables colas en busca de trabajo; las publicidades culminaban con una leyenda que decía: “Esto pasará si gana Aecio Neves” (el candidato opositor a Dilma Roussef).
Hay quienes dicen que el hacedor de ese tipo de campañas -el publicista Joao Santana- fue contratado por el Frente para la Victoria a fin de implementar en la Argentina una modalidad similar a la utilizada en Brasil. Obviamente, en este caso el objetivo político sería infundir temor en votantes indiscriminados a efectos que internalicen esta amenaza: si Macri es elegido Presidente promoverá un ajuste económico despiadado que arrasará con las mejoras sociales vigentes.
Esta estrategia de campaña presenta un cierto parecido con la definición anterior de “terrorismo por amenaza” ¿o me equivoco?
Más allá de los reparos éticos que suscitan las maniobras de esta índole, Santana no es un aventurero y menos puede tildárselo de improvisado. En determinados círculos académicos se lo visualiza como un experto en comunicación política de alta efectividad; asimismo, se afirma que, antes de aceptar un trabajo, pone como condición que sea respaldado por los servicios de informaciones del país donde gestará la campaña negativa. Es sabido que en Venezuela obtuvo la ayuda del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebrin), ente que le brindó datos sobre la vida privada de los opositores y su círculo familiar.
Es norma de Panorama de la Actualidad no hacer afirmaciones sin pruebas fehacientes que las respalden; empero, nada obsta a formular conjeturas o inferencias en función de ciertos indicios que comienzan a aparecer en el firmamento político de cara al balotaje.
En este sentido, todo indica que Daniel Scioli direccionará sus propios dichos como también la publicidad del espacio que encabeza a denostar a Macri cuando menos presentándolo como un liberal-conservador fundamentalista, heredero sin beneficio de inventario de Alvaro Alsogaray, que ansía aplicar las políticas de Martínez de Hoz (Ministro de Economía del dictador Onganía entre 1976 y 1980). Es más dudoso -aunque puede no faltar el torpe que descargue el exabrupto- que se lancen a comparar el presunto proyecto “ajustador” del Jefe de Gobierno con el programa implementado por Domingo Cavallo durante la presidencia de Menem debido a la respetable cantidad de videos en los cuales tanto Néstor como Cristina prodigan cálidos elogios a ambos personajes, circunstancia que supondría un tiro por la culata.
La observación de los últimos movimientos de Scioli y el FpV parecen confirmar la tendencia a una “campaña salvaje” para acometer el balotaje. Insisto, hay varios indicios que estarían abonando esta presunción, a saber:
1.- El discurso de la Presidenta Cristina Fernández el miércoles 28/10, desde la casa de gobierno, contuvo una advertencia subida de tono -incluso se permitió un verbo muy usado en el lenguaje coloquial pero decididamente impropio en labios del primer magistrado de un país republicano- sobre la catástrofe que sobrevendría al país en la hipótesis de un triunfo macrista. A su turno, los jóvencitos que se concentran en el Patio de las Palmeras a escuchar las habituales arengas presidenciales, corearon con fervor la consigna binaria: “Patria o Macri”, en un remedo -lindante con el grotesco- de la célebre “Braden o Perón” que tan buen resultado produjo…..setenta años atrás.
Scioli abandonó raudamente al moderado “Scioli de siempre”, y se lanzó con frases igualmente agresivas.
2.- En el portal www.diarioregistrado.com se dijo que la gobernadora electa Vidal eliminaría el Programa Envión (ayuda educativa que en el ámbito bonaerense beneficia a 50.000 niños carenciados). El problema no es que un sitio web lance una idiotez de esta índole sino que, de inmediato, fue retwitteada por la Ministra de Economía provincial (y nominada para la Nación por Scioli): Silvina Batakis.
3.- Otro portal www.diarioveloz.com afirmó que Macri incrementaría a $6 el boleto del subte (hoy en $5).
4.- La publicidad estática difundida en el programa “Futbol para Todos”, durante el entretiempo del partido Boca-Tigre, aludía a las analogías entre Macri y Martínez de Hoz.
5.- Los intelectuales orgánicos e inorgánicos del kirchnerismo ( me refiero a: la comparsa de “6-7-8”; los veteranos gongorinos de “Carta Abierta”; y hasta el conocido locutor Eduardo Aliverti) se lanzaron a anunciar el Apocalipsis en el supuesto de una victoria macrista.
¿Cuál es la reacción del conglomerado “Cambiemos” y, en particular, de Mauricio Macri ante este embate del kirchnerismo?
Hasta el presente advierto una suerte de subestimación sobre la efectividad de la campaña por el miedo. Si Cambiemos aguarda confiada en el discurso ghandiano de su líder y la inercia ganadora, creo que se comete un grave error.
En primer lugar cada elección tiene elementos comunes pero aspectos diferenciales. Las PASO no son lo mismo que la Primera Vuelta, y ésta es distinta del balotage. Consecuentemente, hay un sector de ciudadanos que, en cada caso, votan de la misma manera, pero también una porción significativa cambia su anterior preferencia, incluso si bien no es frecuente articulando insólitas combinaciones.
El balotage supone la confrontación solamente entre dos políticos: Scioli y Macri. Quedan fuera de la compulsa aquéllos que pudieron gravitar, para bien o mal, en la primera vuelta: Maria Eugenia Vidal, Aníbal Fernández, gobernadores e intendentes. Ellos ya ganaron o perdieron sus respectivas pujas; simétricamente, en la recta final, los electores ya no temen un posible gobernador con oscuras vinculaciones pero tampoco se encandilan con la empatía arrolladora de una figura política nueva y fresca. Debe admitirse que algunos sufragantes sean vulnerables al miedo irradiado por una propaganda agresiva y muten su opción; pero otros no permeables a dicha coacción, también pueden hacerlo al cavilar sobre la inconveniencia que el Poder Ejecutivo Nacional, la Provincia de Buenos Aires, y la Ciudad Autónoma queden concentradas en las mismas manos. Por el contrario, pueden apetecer -como paradójica contrapartida al largo “hegemón” kirchnerista- un teórico equilibrio: un peronista “light” como presidente y una oposición fuerte en los dos distritos claves.
A nuestro criterio, la manera de neutralizar la campaña por el miedo -sea a un retroceso social o a una nueva acumulación de poder- es dando evidencias, concretas e indubitadas, que el 10 de diciembre alumbrará un gobierno de coalición. Ello supone que Macri debe realzar la presencia de sus aliados en “Cambiemos” (UCR y CC) pero, además y prioritariamente, explicitar un pacto de gobernabilidad con la fuerza política de Sergio Massa.
Macri tiene que eludir la provocación que le propone el kirchnerismo y desechar la táctica ramplona y contraproducente de “replicar archivos con archivos”. Si cae en la trampa, llevará las de perder.
Dentro del escenario que transitamos, el miedo de la gente a cambiar para peor se disipa con claridad en las propuestas, ampliando el horizonte político y exhibiendo un rotundo arco de aliados.
En rigor, la supuesta campaña de "miedo" esta basada en claros videos de Macri e integrantes de su espacio describiendo porque no votaron decenas de leyes propuestas por la actual administracion y otros mas recientes indicando lo que harian en caso de ser gobierno (recordemos Melconian, Espert, Broda, Sturtzenneger, Prat Gay, Frigerio, Tonelli, Bulrich, etc)
ResponderBorrar- las asociaciones y grupos empresarios/mediaticos que apoyan financieramente a Macri (recordemos la cena de 50 lucas) son Sociedad Rural, Bolsa de Comercio, UIA, Grupo de los 8, Automotrices, embajada de USA, Adeba (bancos extranjeros), Techint, Arcor, La Nacion, Clarin, La Nueva Provincia, La Prensa, Economistas de la "City", Cavallo, etc.
- son los MISMOS actores civiles que apoyaron (financiaron?) el golpe de 1976 y nutrieron con funcionarios propios el terrible genocidio que nos acaecio entonces (muchos de estos civiles son juzgados por ello actualmente)
-estos apoyos provocan gran temor, pues se juega el futuro y la vida de hijos y nietos, si estos devienen disidentes
-votar hoy a su actual representante se transforma entonces en un problema de conciencia