jueves, noviembre 05, 2015

¿Cómo enfrentar a los abusones?

Por Bernardo Poblet 


Todo lo que opino sobre la situación electoral está escrito. Y como no puedo mejorarlo, tal vez con algo de envidia por eso, pido permiso para recordar  lo que a veces olvidamos por haberse convertido en normal.

Los eruditos sociólogos, antropólogos y …logos varios .se escandalizarían si leyeran esto que voy a comentar pero veo a nuestro alrededor tantos políticos y magistrados del más alto nivel que hipersimplifican todo  que siento el derecho de intentarlo yo también ¿por qué no?

Nada nuevo bajo el sol si hablamos de las formas de organización social. Tal vez en algunos – pocos- países hayan podido elevarse de una matriz que la humanidad parece mantener en el tiempo como si fuera la esencia de su naturaleza. La mayoría persiste en seguir el patrón. El antropólogo Hobbes afirmaba que  existe una inclinación general en todo el genero humano, un perpetuo y desazonador deseo de poder por el poder, que solo cesa con la muerte. Marvin Harris, un  antropólogo cultural la tenía clara: desde las sociedades simples de pocos miembros hasta hoy, hubo y hay, etapas muy similares, desde la ausencia de jerarquías marcadas hasta los cabecillas, los jefes y los abusones.

Hay sólo dos grandes instintos esenciales en el hombre, solía decir Garcìa Ferrè:  el alimento y el sexo, lo demás es puro accesorio. Los millones que padecen hambre en el planeta siguen multiplicándose y los privilegiados  hemos logrado que la subsistencia  se convierta en consumismo y la preservación de la especie en un negocio varias veces millonario.

Si es cierto, según algunos estudiosos, que gran parte de la vida primitiva se desarrolló sin jerarquías,  que en las sociedades simples, cazadores y recolectores, no las había y  la socialización de los alimentos era una ley natural. ¿Hay un invento más notable del hombre por su persistencia en el tiempo que la figura del jefe?
Seguramente en algunas minisociedades aparecía alguien que era escuchado por su experiencia o su eficacia en obtener recursos  pero no tenía medios físicos para dar órdenes y ser obedecido. Solo la influencia de su palabra. Un referente.

Otros dicen que como el hombre tiene  una innata agresividad, se terminaba en peleas de todos contra todos y entonces aparece una personalidad que, aún sin tener medios físicos para imponerse, era escuchado porque interpretaba las necesidades del grupo. Seguramente era un destacado guerrero que mutó en cabecilla. Lentamente se habrá convertido en redistribuidor con aceptable consenso.

Ese cabecilla se fue rodeando de seguidores que ayudaban a imponer sus ordenes, es decir, a tener un liderazgo con poder y su mayor logro fue asegurar el orden interno y organizar la guerra hacia afuera. Apareció el jefe.
Pero ¿Cómo consolidar ese poder? Algún cacique economista habrá descubierto lo obvio: monopolizar la distribución de los alimentos. El producto de la caza, pesca y luego la agricultura, a un granero central desde donde se distribuía según criterios del jefe.

Un paso enorme fue reemplazar productos perecederos por metales preciosos, productos elaborados  y al final la moneda. Los impuestos fueron un arma letal para la subordinación de jefes menores. 74 % para el estado central, 26 % para las provincias  y manejo discrecional sin órganos de control ¿le suena? Aparecieron los abusones

La población también sufre divisiones: los que esperan los alimentos, los intermediarios, los que logran ingresos jugosos y permutan la necesidad de consumo por el consumismo y las elites que gozaban de consumismos conspicuos.  No se porque me aparece la imagen de los Jets privados en Tucumàn,  un botón entre miles.
Al decir de Harris, estos abusones  “necesitan en primer lugar recompensarse a si mismos, y siempre hacen uso de ideologías y rituales que legitimen la apropiación de la riqueza social….Suelen tener talento para la organización, la retórica y tienen un gran apetito de alabanzas, recompensa que muchos no tienen reparos en ofrecer a cambio de una existencia más segura..” ¿Por qué me vienen a la memoria escenas televisivas locales?

Siglo XX cambalache…¿como es posible convivir con el extraordinario avance de la tecnología, del conocimiento y el talento en todos los campos y esta organización cavernaria disfrazada con ropajes de utilería que permanece tozudamente firme ante la pasividad de muchos?

Algunos, desorientados, buscan utopías como la libertad, la equidad, la ley para todos y eso que en la Polis llamaban democracia…

¿Cómo enfrentar a los abusones?

El día veintidós de noviembre hay una oportunidad. Veremos si predominan los que quieren la certeza de seguir con abusones  o la esperanza de liderazgos republicanos.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario