Por Bernardo Poblet
Todo lo que opino sobre la situación electoral está
escrito. Y como no puedo mejorarlo, tal vez con algo de envidia por eso, pido
permiso para recordar lo que a veces
olvidamos por haberse convertido en normal.
Los eruditos sociólogos, antropólogos y …logos
varios .se escandalizarían si leyeran esto que voy a comentar pero veo a nuestro
alrededor tantos políticos y magistrados del más alto nivel que
hipersimplifican todo que siento el derecho
de intentarlo yo también ¿por qué no?
Nada nuevo bajo el sol si hablamos de las formas de organización
social. Tal vez en algunos – pocos- países hayan podido elevarse de una matriz
que la humanidad parece mantener en el tiempo como si fuera la esencia de su
naturaleza. La mayoría persiste en seguir el patrón. El antropólogo Hobbes
afirmaba que existe una inclinación
general en todo el genero humano, un perpetuo y desazonador deseo de poder por
el poder, que solo cesa con la muerte. Marvin Harris, un antropólogo cultural la tenía clara: desde las
sociedades simples de pocos miembros hasta hoy, hubo y hay, etapas muy
similares, desde la ausencia de jerarquías marcadas hasta los cabecillas, los
jefes y los abusones.
Hay
sólo dos grandes instintos esenciales en el
hombre, solía decir Garcìa Ferrè: el
alimento y el sexo, lo demás es puro accesorio. Los millones que padecen
hambre
en el planeta siguen multiplicándose y los privilegiados hemos logrado
que la subsistencia se convierta en consumismo y la preservación de
la especie en un negocio varias veces millonario.
Si es cierto, según algunos estudiosos, que gran
parte de la vida primitiva se desarrolló sin jerarquías, que en las sociedades simples, cazadores y
recolectores, no las había y la socialización
de los alimentos era una ley natural. ¿Hay un invento más notable del hombre por
su persistencia en el tiempo que la figura del jefe?
Seguramente en algunas minisociedades aparecía alguien
que era escuchado por su experiencia o su eficacia en obtener recursos pero no tenía medios físicos para dar órdenes
y ser obedecido. Solo la influencia de su palabra. Un referente.
Otros dicen que como el hombre tiene una innata agresividad, se terminaba en peleas
de todos contra todos y entonces aparece una personalidad que, aún sin tener
medios físicos para imponerse, era escuchado porque interpretaba las
necesidades del grupo. Seguramente era un destacado guerrero que mutó en cabecilla. Lentamente se habrá convertido
en redistribuidor con aceptable consenso.
Ese cabecilla se fue rodeando de seguidores que
ayudaban a imponer sus ordenes, es decir, a tener un liderazgo con poder y su
mayor logro fue asegurar el orden interno y organizar la guerra hacia afuera. Apareció
el jefe.
Pero ¿Cómo consolidar ese poder? Algún cacique
economista habrá descubierto lo obvio: monopolizar la distribución de los
alimentos. El producto de la caza, pesca y luego la agricultura, a un granero
central desde donde se distribuía según criterios del jefe.
Un paso enorme fue reemplazar productos perecederos
por metales preciosos, productos elaborados y al final la moneda. Los impuestos fueron un
arma letal para la subordinación de jefes menores. 74 % para el estado central,
26 % para las provincias y manejo
discrecional sin órganos de control ¿le suena? Aparecieron los abusones
La población también sufre divisiones: los que
esperan los alimentos, los intermediarios, los que logran ingresos jugosos y
permutan la necesidad de consumo por el consumismo y las elites que gozaban de
consumismos conspicuos. No se porque me aparece
la imagen de los Jets privados en Tucumàn, un botón entre miles.
Al decir de Harris, estos abusones “necesitan en primer lugar recompensarse a si
mismos, y siempre hacen uso de ideologías y rituales que legitimen la
apropiación de la riqueza social….Suelen tener talento para la organización, la
retórica y tienen un gran apetito de alabanzas, recompensa que muchos no tienen
reparos en ofrecer a cambio de una existencia más segura..” ¿Por qué me vienen
a la memoria escenas televisivas locales?
Siglo XX cambalache…¿como es posible convivir con el
extraordinario avance de la tecnología, del conocimiento y el talento en todos
los campos y esta organización cavernaria disfrazada con ropajes de utilería que
permanece tozudamente firme ante la pasividad de muchos?
Algunos, desorientados, buscan utopías como la libertad,
la equidad, la ley para todos y eso que en la Polis llamaban democracia…
¿Cómo enfrentar a los abusones?
El día veintidós de noviembre hay una oportunidad.
Veremos si predominan los que quieren la certeza de seguir con abusones o la esperanza de liderazgos republicanos.
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