martes, mayo 31, 2016

Perspectivas de crecimiento económico de 2016

Por Alejandro Rofman
Columnista de CONSTRUCCION PLURAL


Toda conjetura sobre desempeños a futuro de nuestras sociedades es un verdadero acertijo  No existe ni existirá nunca un pronóstico seguro  A lo sumo podemos estimar que probabilidad existe de que ocurra tal o cual acontecimiento( en este caso si habrá o no habrá crecimiento) por mas afinadas técnicas del cálculo de las variables económicas  En general, los economistas o los políticos que intentan predecir qué va a sucede en materia de expansión de la actividad productiva en cualquier sociedad no se toman la precaución de avisar que lo suyo es solamente una estimación y no agregan que posibilidad cierta de que lo que afirman podría ocurrir. Dan por sentado que los fenómenos económicos y sociales que pronostican se van a comportar inexorablemente de una manera determinada y no abren ningún margen de duda

Es el caso actual de las estimaciones sobre el crecimiento económico de la Argentina para este año será necesario, cuando se sepa lo que realmente sucedió en el año 2016, a fines de marzo del año que viene, cotejar el pronóstico con la realidad Pero este simple ejercicio rara vez se hace y en no pocas oportunidades se insiste de modo enfático qué es lo que va a suceder como profecía de autocumplimiento o para que la opinión pública tome el pronóstico probable como definitivo

El ejercicio predictivo que vamos a proponer incluirá una estimación con su correspondiente porcentaje de probabilidad de ocurrencia( según nuestra opinión) y tendrá dos escenarios abiertos posibles: uno favorable a la política oficial otro en contradicción con los planteos actuales del gobierno

En primer lugar, apuntemos que las predicciones mayoritarias de consultoras económicas y de organismos internacionales afirman que la economía argentina en el año 2016 sufrirá una retracción o caída que fluctuará según los opinantes entre 0,8 (CEPAL), 1,5 % (BEIN) y 2 % (ELYPSS), todos negativos Es decir que nuestra economía se reducirá en volumen monetario a pesos constantes- descontada la inflación- a un nivel que no ocurría desde el año 2002. El gobierno nacional a través de sus voceros económicos, por otro lado, insiste en que frente a la disminución del ritmo de la actividad económica del primer semestre, que admiten, va a haber un repunte en el segundo semestre que va a compensar la caída inicial lo que va a permitir finalizar el año con signo levemente positivo en el crecimiento económico.



Qué elementos disponemos a esta altura del año para comenzar a validar uno u otro pálpito? Existen estimaciones hechas públicas por institutos de economía o consultores acreditados que corroboran que la economía ha estado en descenso desde el inicio de este año. El consultor Osvaldo Ferreres  (muy escuchado por el “establishment”), el día 26 de mayo informó que según sus cálculos la economía cayó en abril el 4,9 % y en todo el primer cuatrimestre el 1,2 % Esta es , hasta ahora, la versión mas fiable de lo que está sucediendo en la economía argentina, ante la ausencia de datos del INDEC como siempre fue habitual. Ese cálculo incluye datos alarmantes sobre la construcción( -22 % en abril de este año en relación a abril del 2015) y el sector metalmecánico, dos anteriores locomotoras del crecimiento y ahora del descenso de la actividad productiva El consumo cae fuerte y las exportaciones pese a la generosa devaluación no crecen o si lo hacen es muy mínimo su avance

Veamos entonces algunas predicciones sobre un hipotético futuro

Escenario 1

Este es el escenario que más le agrada al actual gobierno  Escudado en el justificativo de la “herencia recibida” asigna este magro primer semestre a la transición hacia un porvenir venturoso y  pretende que a fines del siguiente semestre se habrán verificado signos evidentes de reactivación  productiva. Dicha ”herencia” de ningún modo justifica el resbalón  hasta abril que según analistas muy diversos se va a repetir en mayo y junio. La economía acorde con el actual interventor del gobierno macrista  en el INDEC creció el 2,1 % el año pasado O sea la “herencia” no marca ni retroceso ni estancamiento El desempleo llegó en el tercer trimestre al 5,9 %,el dato más bajo en 25 años. El déficit fiscal redondeó un 3 % del PBI que no es alarmante y constituye un valor reducido frente al doble que exhibe la mayoría de los países europeos y en nuestra  Amèrica Latina, Brasil. Tal déficit, de carácter contracíclico,  permitiò dicho incremento del PBI y la caída del desempleo. La deuda es un porcentaje bajísimo del PBI (según lo admitió hoy Prat Gay en Madrid). Y los recursos financieros externos siguieron entrando al país antes del arreglo con  los Fondos Buitres, pagando tasas similares o algo inferiores a los créditos tomados luego de pagarles a dichos acreedores.

No  hubo crisis previa y se podría haber avanzado como en el 2005 ,sin devaluar de modo salvaje , sin caída del gasto público y sin salarios convenidos a valores inferiores a la inflación esperada( 40 %) para todo el año( lo que no ocurriò en el 2015) Se prefirió adoptar un esquema de neto corte neoliberal, a la espera que la “confianza” recuperada por el mercados haga llover dólares e inversiones El gobierno – en este escenario- aspira a que su pronòstico se cumpla en el segundo semestre y con la b aja de la inflación a los niveles de enero-noviembre del 2015 ( 1,5 a 2 % mensual)se produzca la recuperación de la economía  Como la citada lluvia de dólares no se consumó y el aumento de las exportaciones luego de la devaluación no tuvo lugar pues depende de un mercado mundial de expansión muy lenta ahora se impulsa un nuevo capítulo de los ya fracasados “blanqueos”. Se aspira a que baje la inflación por el método de aumentar la tasa de interés( LEBAC)  que agudiza la recesión pero lo único que se logra es el ingreso de capitales golondrina restableciendo el negocio  de la bicicleta financiera  Por todo lo explicado brevemente y con el fantasma de las importaciones competidoras de la producción local este escenario( crecimiento económico en el segundo semestre mayor que en el primero) luce  improbable con un nivel de ocurrencia menor a  un  50 % en nuestra estimación. El previsible  retraso cambiario que se viene debido al aumento de costos que desalentará la exportación de bienes industriales puede estimularse por el influjo de capitales “golondrina” y el  de divisas por el blanqueo . El cobro  de los aumentos salariales(menores siempre que la inflación proyectada)no estimularà la expansión de la demanda, motor del crecimiento en los gobiernos desde el año 2003 al cierre del 2015

Escenario 2



Este escenario se basa en el impacto de la matriz  del modelo neoliberal puesto en marcha que deprime el consumo para no alentar un desborde inflacionario junto a tasas de interés elevadas para favorecer la bicicleta financiera de los amigos Esto supone un mercado interno frío pese a los salarios en alza que no alcanzan a compensar el empuje inflacionario , la disminución de la demanda efectiva por el creciente desempleo y el cierre de PYMES por la  baja en el consumo y los tarifazos . Las inversiones privadas externas y los proyectos de obras pùblicas financiadas desde el exterior implican extensos procesos de maduración- si se efectivizan- que dilatan sus impactos hasta el cierre del 2017 La meta de reducir el déficit fiscal no augura una expansiòn económica de la obra pública hoy sermiparalizada  y depender de  la inversiòn como ùnico motor del crecimiento es erróneo por su mucho menor incidencia que el consumo interno en su capacidad de generar valor. Es el esquema de economía b asada en la “oferta”- y no en la “demanda “como impulso central al crecimiento económico - que ya mostrò su fracaso reciente en la etapa 1991-2001. Este escenario, a nuestro juicio, tiene un margen de probabilidad mayor al 50 % por lo que se encuadra en las previsiones negativas de consultores y organismos como la CEPAL

El resultado final se sabrà hacia fines de año y tendremos oportunidad de cotejarlo con estas consideraciones hipotéticas.

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