De Hitler a Trump

Por Israel Lotersztain 
 Master en Historia 
 Columnista de Construcciòn Plural 

 El lúcido luchador israelí por la paz, de jóvenes 93 años de edad, expresa su opinión sobre Donald Trump: "Desde un comienzo yo escribí que Donald Trump me hacía recordar en ciertos aspectos al Adolf Hitler de mi Alemania natal. Y ahora, luego de las primarias y las Convenciones, la disputa electoral en EEUU entra en su fase final y debo lamentablemente repetir mis apabullantes comparaciones. Desde luego, hay enormes diferencias entre ambos. Físicamente son muy distintos. Trump es rubio, de color naranja. Su lenguaje corporal es también muy diferente, como asimismo lo es la manera en que se expresa. Son además tiempos diferentes, países diferentes. Y diferentes medios de comunicación. Hitler fue un producto de la radio. Fue su voz, un instrumento único, incomparable, el que conquistó a las masas alemanas. Pero me cuentan que hoy los jóvenes alemanes estallan en carcajadas cuando ven los videoclips con los discursos de Hitler. Trump en cambio es la creación de la era de la televisión. Domina magníficamente la pantalla chica. Derrotó a todos sus rivales en la TV. El va a derrotar fácilmente a Hillary en la TV. Si la batalla electoral se va a librar tan solo en la televisión ya estaría decidida. Trump sería el próximo presidente. Las similitudes entre Hitler y Trump existen además en otro aspecto. En el corazón de toda la campaña de Trump yace una sola palabra: YO. No existe para nada la palabra nosotros. Nada parecido a una ideología. Nada que recuerde a un programa de gobierno. Es todo acerca de YO, acerca de Donald Trump. No se preocupen, duerman tranquilos: Trump arreglará para Uds. todos los problemas. Esa era la esencia del hitlerismo, también. Hitler también carecía de programa (si, existía algo llamado los 24 puntos, armados por los ideólogos iniciales de partido nazi, pero Hitler los ignoraba completamente. Alguna vez llegó a decir con cierta desesperación: Ojalá jamás se hubieran siquiera escrito...) Eso era además el corazón de doctrina de quien inventara el fascismo: Benito Mussolini. El dictador italiano, el maestro de Hitler en tantos aspectos, también desconocía por completo la palabra nosotros. El primero de los Diez Mandamientos del fascismo era: Mussolini siempre tiene razón. Es lo mismo que sostiene ahora sin cesar Trump. La absoluta centralidad del líder es la marca distintiva del fascismo. El programa de Trump es Trump, y punto. Y siendo esto así todas sus declaraciones y manifestaciones políticas carecen totalmente de importancia. Los politicólogos que las analizan, que las desmenuzan en sus detalles, que buscan sus sentidos ocultos, están perdiendo lamentablemente el tiempo. No existe en ellas significado real alguno, sea abierto, sea oculto. Son tan solo instrumentos, nada mas. Es por ello que resulta tan simple detectar a Trump diciendo falsedades o brutales mentiras. Vi listadas varias docenas de ellas, una mas grosera que la otra. Y aquí nos llega otra vez el ejemplo de Hitler. En su libro Mein Kampf el habla del tema abiertamente. El libro en si es bastante aburrido, el producto de una mente de bastante bajo nivel. Pero incluye algunos capítulos de "propaganda" que los recomiendo, son realmente fascinantes. Digamos de paso que muchos atribuyen a Goebbels la invención de la propaganda nazi. Grave error, el "pequeño doctor" fue tan solo un discípulo del Fuhrer. Como un cabo durante cuatro años en la Primera Guerra Mundial Hitler quedó sumamente impresionado por el esfuerzo de propaganda británico destinado a minar la moral de las tropas alemanas. Hitler admiraba los slogans británicos, que para él eran un vasto cúmulo de mentiras. Una de sus conclusiones fue que cuando mayor es la mentira mayores son las posibilidades de que sea creída, ya que una persona jamás puede llegar a imaginarse que alguien mienta tanto. Parece no existir una mentira demasiado exagerada para Donald Trump. A sus seguidores no les importa. La "verdad" no les interesa en absoluto. Y nadie puede predecir como sería una presidencia suya. Cada predicción no sería otra cosa que un salto en el vacío mas absoluto."