Macri y la (des) PRO lijidad institucional

La elecciòn PASO del pasado domingo 13 de agosto deparò varias sorpresas.
La fortaleza nacional de Cambiemos y la atomizaciòn y crisis en que quedó sumido el PJ en virtud de la debilidad de CFK - aunque seguramente se termine imponiendo en Pcia. tras conocerse el escrutinio definitivo, difícilmente pueda mantener el éxito en octubre- y los magros resultados favorables de la Liga de Gobernadores del PJ, entre lo màs destacado.

Elementos sumamente auspiciosos para el oficialismo macrista, que en parte se deberiían haber visto empañados ciertamente por la manipulaciòn escenogràfica en el conteo de sufragios en terreno bonaerense.

Y al decir "deberìa" subrayamos nuestro interès en enfocarnos en un debate que no se refleja en los Grandes Medios y que incluso es ampliamente soslayado por mucha gente, pero que tiene que ver medularmente con la tan mentada calidad institucional por la que tanto se le reclamò al kirchnerismo.

Se argumenta que si en definitiva el recuento definitivo de votos otorga el triunfo a la ex presidenta Nac & Pop, no es algo importante porque lo que define bancas al Congreso es la elecciòn de octubre, y se minimiza la puesta en escena del Gobierno de festejar el haber ganado la PASO incluso en territorio bonaerense a escasas 3 horas de cerrado el acto comicial.  

Creemos que para un espacio como Cambiemos que llegò al poder con la asignatura de regenerar las instituciones desvirtuadas por los K, y que se cansa de mentar los tèrminos transparencia y verdad (caso paradigmàtico y concretado, el nuevo Indec), la vara y exigencia debe ser muy alta. Claro que si comparamos comportamientos con los caraduras y llorones cristinistas, en general Cambiemos saldrà ganando, pero no se trata de eso, sino de elevar la mirada y el standard. 

Por ello, cuando se emprenden trapisondas o avivadas de la vieja escuela polìtica que se le han censurado a otros en el pasado, como en esta ocasiòn la manipulaciòn para que el recuento del escrutinio definitivo termine en virtual paridad y se frene cuando el candidato oficialista E.Bullrich llevaba sòlo 0.7% de ventaja tras arrancar la noche 7 puntos arriba, merecen ser subrayadas y corresponde elevar la voz si lo que realmente anhelamos es una mejora irrestricta de la calidad institucional.

No referimos a fraude, desde ya, pero aùn asì, hablamos del engaño y defraudaciòn pùblica, de trucos sucios a fin de demorar diez días el conocimiento popular de un resultado electoral.

Pongàmonos de acuerdo. ¿Nos importan realmente las instituciones o sòlo cuando gobiernan los que no nos gustan para despuès cuando apoyamos aunque sea crìticamente y con reservas a otra gestión, no nos importa,  aunque èsta haya encarado una operaciòn politica tendiente a evitar que los Medios a la par de subrayar la impresionante ola de Cambiemos a nivel paìs destacaran que aùn horadada, la principal opositora se alzò con el triunfo en el distrito donde vota casi el 40% del padròn electoral?

 Asimismo, cuando el PRO habla de cambiar el règimen electoral y pasar a voto electrònico o boleta ùnica, debería con igual mayor énfasis aùn en impulsar un sistema donde el organizador de la elección no sea el Poder Ejecutivo, sino alguien independiente sin adscripciòn partidaria como el Poder Judicial, màs allà de los reparos que en nuestro paìs nos merezca la pobre y en muchos casos sospechosa labor de jueces y fiscales.