Por Fernando Mauri
El Gobierno porteño se plantea modificar sus planes de enseñanza para el secundario, se dice, en el marco de una reforma nacional que abarcará a las provincias, aunque no hay un programa o plan escrito acerca de la iniciativa, mayor difusión ni encuentros y debate con los estamentos involucrados.Insólitamente se apunta a eliminar las calificaciones -un debate que tiene mil años en Argentina-, se busca que en el último cuatrimestre del último año los alumnos hagan prácticas en empresas públicas y privadas, algo que más allá de la delirante acusación de precarizacón laboral, no parece alocado si ha de plasmarse correctamente en cada detalles (por ejemplo, algo que no se menciona: los seguros, porque la salida de los pibes de las escuelas es siempre todo un tema...).Insólitamente varias de las modificaciones a implementar provienen de una ley nacional que impulsó el kirchnerismo hace más de 5 años, en una flagrante contradicción más del decadente espacio Nac&Pop.
La rápida reacción de pequeños grupos estudiantiles militantes y sobreideologizados alentados por adultos (ya sea padres en imaginaria Revolución tardía o docentes de gremios "combativos" que tanto horadan la enseñanza y el aprendizaje de sus educandos) impide en una treintena de escuelas que sus compañeros (o sea, la mayor parte del alumnado) pueda concurrir a clases, porque eso es lo que conlleva centralmente tomar un establecimiento educativo. En medio, jueces venales que caracterizan insólitamente las tomas como un simple ejercicio de un derecho más (*). Sectores políticos de izquierda y kichneristas que buscan compensar su escaso volumen político electoral nacional anclando sus protestas en las escuelas. Y hasta algunos reaccionarios mediáticos que alientan represión, "recuperación" de las escuelas por la fuerza policial sin reparar en los "costos humanos" y/o multar a los padres de los pibes.Loa gestión macrista deben explicitar sus planes, puntualizar letras chicas.Los pibes tienen derecho a ser escuchados, a tener voz, más no voto. La educación con todas las carencias existentes no puede depender del adolescente humor de banditas trasnochadas en gimnasia setentista.Mientras, otras naciones nos siguen sacando una luz de ventaja en términos de capacitación y formación, mensurando no a nivel mundial sino tan sólo regional.En definitiva, y en un mundo que se plantea como desafío del devenir actual que la educación sea permanente, en un necesario maridaje con los avances tecnológicos dejando atrás una educación formal que concluye arcaicamente a los 18 ò 25 años, nosotros aquí en el confín de Sudamérica nos debatimos por ver cuan atrasados social y culturalmente queremos estar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario