Entrevista y comunicación kirchnerista

Por Fernando Mauri

Se rompió el hechizo. Al fin nuestra ex presidente Nacional & Pop otorgó una entrevista periodística a un medio o colega no amigo, tras prestarse en escasas ocasiones a comunicadores amanuenses, mercenarios o fanáticos K.
Desde ya, no la reporteó un acérrimo crítico paramacrista integrante -como bien marcó CFK quizás como nada de todo lo demás que dijo- del amplio "blindaje mediático" de Cambiemos, ni un Lanata o Majul, pero de todos modos la nota tiene un buen valor.

Cabe subrayar de paso el dato de que el elegido por Ella fuera un medio de internet, a tono con estos tiempos de modernidad digital, portátil y de streaming que no hace más que corroer el poder de los tradicionales medios de comunicación masiva. 


Ahora, probablemente bien valga lo de "una golondrina no hace verano".
Creemos que difícilmente CFK inicie un raid que la lleve a pisar aunque más no fuera media decena de redacciones antes del comicio de fines de octubre.
Cabe recordar que una censura similar a esta práctica de no brindar reportajes le cabía en cuanto a la falta de conferencias de prensa siendo jefa de Estado y que ante ello, al asumir Sergio Massa como jefe de Gabinete, se dispuso a abrir el juego y procurar mostrar una mandataria más abierta, por lo cual ella convocó finalmente a ... dos rondas de prensa y nada más.
Como aquella vez, la lógica K es que roto el estigma y afrontado el déficit que conlleva críticas, con un par de escenificaciones - que en el caso de ayer incluyó acting de llanto por la corrupción ya no sistémica sino de mera manzana podrida llamada Josecito López- salda el cuestionamiento ... y a otra cosa.

A partir de la entrevista del colega Novaresio, y más allá de mostrarse la misma CFK de siempre que pretende monologar y defender lo mismo indefendible de costumbre lo que la lleva indefectiblemente a ser una actora que si bien permanecerá en el escenario político, nunca recuperará ni de lejos el volumen que supo ostentar, sólo queremos subrayar un par de aspectos de su presentación.

El primero y relacionado con la política comunicacional en la que CFK cree, es que resulta increíble su interpretación de que "el periodismo finalmente termina queriendo debatir conmigo y… demostrando que yo no tengo razón en lugar de preguntarme, (dejar) que yo me explaye y que la gente diga bueno, si tiene razón, si no tiene razón. Este es uno de los problemas que tenemos en el periodismo... es el ejercicio ...porque uno termina no pudiendo hablar y expresándose y explayándose…".

En periodismo, habría que explicarle a nuestra ex, es tan o más importante la repregunta que la primera pregunta. A juicio de Ella, hay que romper los manuales, el periodista debe interrogar y expectar mudo sus largas parrafadas llenas de posverdades manipuladas.


La segunda lectura es más fácil aún de plantear. Solo la debilidad y una derrota casi cantada el 22.10 próximo y la pérdida de poder que ello conlleva "obligan" a CFK a cambiar de estrategia y en ese marco a representar someterse a la interacción con un colega, rompiendo la biblia de comunicación K que reside en la filosofía de contacto unidireccional donde no caben en modo alguno los planteos o preguntas.