viernes, mayo 04, 2018

Entre los "derechos" y los gritos ensordecedores.

 Por Silvia Carbajal
Especialista en Comunicaciòn 
Columnista de Cultura &Sociedad en Construcciòn plural. 


Los criterios de vestimenta se vienen modificando hace mucho tiempo.

Gracias a ello, podemos ingresar al Teatro Colón en zapatillas, así
como nos podemos tatuar hasta la oreja junto con los brazos o muslos.
Asì, todos pintados, nos podemos cruzar con un/una enfermero/a en una guardia.

Todo esta forma unisex de vestirse, a la que te criaste, ha contribuido a mi juicio a bajar la libido y el deseo. 

No hay seducción ni conquista porque no se "sugiere" más, sino que se muestra todo y ya no hay incentivo para la seducción, el conocer y amar el cuerpo del otro.

Sucede que "el cuerpo del otro" se ha

transformado en una amenaza de violencia, acoso y hasta posible
violación. La paradoja es que las "recalcitrantes" luchadoras por la
igualdad de género te quieren enrostrar las tetas por la cara y
"pretender ilusoriamente" detener cualquier reacción o respuesta a
ese estimulo. Sería algo así como, y disculpen mi franqueza, "bancate
mis pezones debajo de la remera, pero me llegas a mirar y te mato o
denuncioooo...".


Ojo, desde ya que (des)vestir mostrando todo mucho, no autoriza a nada ni a nadie, s tocar ni menos abusar/violar. Pero dejemos la corrección política de lado y convengamos que el repudiable violento, abusador o lo que fuera, sin derecho, tiende a sentirse más interesado en tomar lo que viene ya bastante abierto.



Si la humanidad sigue negando idiotamente su condición biológica , no le queda mucho sobre el planeta. Seremos humanoides indiferenciados con pánico de mirarnos. Y todo en

nombre de los derechos!!!!


Y aún desde el punto de vista médico, un buen corpiño sin aro, de algodón para la vida diaria, contrariamente protege y fortalece los músculos de una zona sensible per sè. Vayan a decirle a una tenista que juegue sin corpiño...no podria! 

Sin dudas que toda mujer sabe que no hay cosa más linda
q llegar a casa y ponerse cómoda, sacarse todo...especialmente el
corpiño, pero en la intimidad de casa.


Aro aro aro...dicen en el campo...aro de

corpiños...con aro...sin aro... Uno bien puede cansarse de la
insolencia de esta sociedad, una insolencia (como la de la alumna que motorizado este comentario) con ribetes revolucionarios y transformadores a destiempo. Todo cambia para que no cambie nada. Y si opinás distinto sos fascista. 

Para despegar de situaciones o tiempos de opresión o dictadura, una parte

de la sociedad eligió gritar reclamando lo que considera "derechos" (muchas veces osadías innecesarias y desestabilizantes en un tiempo sin
brújula), gritar y gritar ... hasta sólo ensordecer.

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