Por Lisandro Zamorano
Investigador
Los afanes comerciales y el conjunto de políticas exteriores
tendientes a cumplir propósitos económicos son recurrentes en el
interés respecto a la diversidad de elementos químicos buscados en el
presente.
Habituales movimientos geoeconómicos tienen desde hace buen tiempo
lugar en Groenlandia. Las negociaciones por tierras raras que están
comenzando a darse en dicho país, suceden, casi siempre, dentro del
mercado privado. Que sucedan en esas condiciones no sólo indica un
rasgo determinante, sino también que en este tipo de contextos hay una
fuerte volatilidad. Más aún, se trata de una mayor volatilidad de la
que ocupa el área de las incursiones táctico-territoriales.
La posibilidad que le surge a un país de sus características
repercute en que se hable de una independencia de Dinamarca, país del
que forma parte Groenlandia y de quien se ve limitada históricamente.
Esto es poco factible, al menos por ahora, más allá que Groenlandia
tiene una oportunidad para fortalecer su propia economía. A partir de
esto, ¿puede ser un indicador de una especie de estrategia
generalizada hacia un retorno al proteccionismo? Todo señala que sí,
que se da con más frecuencia en distintos frentes. También que, aparte
de la bilateralidad y multilateralidad o de las típicas disonancias
dentro de organismos supranacionales, se vaya perfilando, asimismo, en
distintos frentes, el modelo eco-sustentable, que es compatible con el
mercado de las tierras raras y sus propiedades para lograr otra
amplitud internacional.
Es por ello que hoy la interdependencia geoeconómica es una idea
que se consolidó y logró visibilidad. Se profundiza en este tipo de
escenarios cuando existe el anhelo hacia más de un proyecto en el
marco de un único territorio. Sin ir más lejos, significa que está en
un pleno auge, marcando la naturaleza de muchos acontecimientos
actuales.
tendientes a cumplir propósitos económicos son recurrentes en el
interés respecto a la diversidad de elementos químicos buscados en el
presente.
Habituales movimientos geoeconómicos tienen desde hace buen tiempo
lugar en Groenlandia. Las negociaciones por tierras raras que están
comenzando a darse en dicho país, suceden, casi siempre, dentro del
mercado privado. Que sucedan en esas condiciones no sólo indica un
rasgo determinante, sino también que en este tipo de contextos hay una
fuerte volatilidad. Más aún, se trata de una mayor volatilidad de la
que ocupa el área de las incursiones táctico-territoriales.
La posibilidad que le surge a un país de sus características
repercute en que se hable de una independencia de Dinamarca, país del
que forma parte Groenlandia y de quien se ve limitada históricamente.
Esto es poco factible, al menos por ahora, más allá que Groenlandia
tiene una oportunidad para fortalecer su propia economía. A partir de
esto, ¿puede ser un indicador de una especie de estrategia
generalizada hacia un retorno al proteccionismo? Todo señala que sí,
que se da con más frecuencia en distintos frentes. También que, aparte
de la bilateralidad y multilateralidad o de las típicas disonancias
dentro de organismos supranacionales, se vaya perfilando, asimismo, en
distintos frentes, el modelo eco-sustentable, que es compatible con el
mercado de las tierras raras y sus propiedades para lograr otra
amplitud internacional.
Es por ello que hoy la interdependencia geoeconómica es una idea
que se consolidó y logró visibilidad. Se profundiza en este tipo de
escenarios cuando existe el anhelo hacia más de un proyecto en el
marco de un único territorio. Sin ir más lejos, significa que está en
un pleno auge, marcando la naturaleza de muchos acontecimientos
actuales.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario