viernes, noviembre 19, 2021

Reflexionando escenarios para el conflicto de "punto muerto" en Ucrania

 Por Alberto Hutschenreuter




La placa geopolítica del este de Europa, que se extiende desde el Báltico al Mar Negro, está atravesada por crisis activas y latentes que son determinantes no sólo para la estabilidad regional, sino mundial, pues allí los intereses en liza comprenden los de actores medios pero también los de actores preeminentes.


De todas las crisis, sin duda la situación en Ucrania es la principal, al punto que el entorno allí ha comenzado a tener un perspectiva cada vez más irreductible, es decir, se encuentra en un “punto muerto” como consecuencia de las cerradas posiciones de las partes, que consideran que cualquier paso que pueda dar una de ellas para intentar una salida de la crisis sea interpretado en términos de ganancias de poder por la otra.

Recientemente, se informó que Rusia concentró efectivos y equipos a lo largo de la frontera con Ucrania. Más allá de análisis relativos con tal concentración, supuestamente de 20.000 efectivos (cifra que totalizaría 120.000 soldados rusos), Mikola Vielieskov, del Center for Strategic & International Studies (CSIS), considera que Rusia lo hace con el fin de enviar señales a Estados Unidos, es decir, "comunica" al presidente Biden que Washington "no debe desafiar el statu quo en Ucrania acercándola a la OTAN o ayudando en la liberación de partes del Donbas".

Según el citado autor, la tensión aumentó como consecuencia del cambio de actitud del presidente ucraniano Volodímir Zelenski hacia la OTAN, que pasó de cierta ambigüedad en 2019, en tiempos de campaña electoral, hacia una posición de apoyo total al ingreso del país.

Otros expertos consideran que la concentración de efectivos rusos va más allá del envío de señales a Estados Unidos. En un artículo reciente publicado en el sitio del Carnegie Endowment for International Peace, Eugene Rumer y Andrew Weiss se preguntan si el 2021 será recordado como el año que el presidente Putin dejó de hablar con el liderazgo de Ucrania y realizó un movimiento decisivo para devolverlo por la fuerza a la órbita de Moscú. Desde este enfoque, el mandatario ruso podría estar considerando que es posible poner fin a la crisis iniciada tras la anexión de Crimea, en 2014; que es hora que Occidente reconozca a Rusia como un digno adversario y se reanude el diálogo en temas clave para ambos: estabilidad estratégica y cibernética.



Las crisis adyacentes a la de Ucrania, principalmente la situación en Bielorrusia y las fricciones fronterizas que provoca la misma con Polonia, multiplican las suspicacias entre los involucrados, las que se traducen en nuevos niveles de acumulación militar, maniobras, acusaciones, incremento de la compulsa híbrida, etc.

Consideremos a continuación los posibles escenarios en relación con la crisis en Ucrania. Existen múltiples escenarios, pero hay diferente gradación: en ordenarlos de acuerdo a la posibilidad de ocurrencia radica la posibilidad del aserto analítico. Ningún escenario o curso merece ser descartado, aún aquellos considerados "osados" o "demenciales". En las relaciones entre Estados no hay actos dementes o desquiciados, sí hay opciones equivocadas de las que generalmente no hay retorno.

La variable relativa con la evolución favorable o no de la situación económica de Ucrania es tenida en cuenta por algunos analistas, por caso, Andrey Kortunov, en materia de cursos que pueda tomar el conflicto: una situación de debilidad económica posiblemente mantendría el estado actual; contrariamente, una Ucrania económicamente fuerte (algo difícil que suceda en el corto plazo y algo más) impulsaría al país de Europa del este a exigir la integración en la OTAN.

Escenarios muy cercanos

1. La situación actual, es decir, de rivalidad y desconfianza entre todas las partes en liza (gobierno de Ucrania, pro-rusos del este del país, Rusia, la OTAN y la UE) se mantiene, con momentos de mayor tensión (movimiento de fuerzas, escaramuzas, etc.) y períodos de relativa "calma estratégica" durante la cual reaparecen los eternos acuerdos de Minsk.

Escenarios relativamente cercanos

2. Kiev insiste con ingresar al umbral de membresía de la OTAN, la Alianza aprueba la demanda, se incrementan los combates en la zona este del país, Rusia moviliza soldados en la frontera con Ucrania y la OTAN advierte que protegerá a Ucrania.

Este escenario podría tener varios desenlaces. En el orden siguiente:

a) Una misión de buenos oficios de un alto representante de la OCSE logra un acuerdo entre las partes, volviendo la situación al “statu quo ante”.

b) Fracasa la misión internacional, aumenta la tensión, escalan las querellas militares en el este, el número de víctimas mortales asciende sensiblemente, los enviados de los presidentes de Rusia y Estados Unidos alcanzan un acuerdo precario de cese de fuego, las partes se comprometen al diálogo.

c) Fracasa la misión. Invocando su Estrategia de Seguridad Nacional, fuerzas rusas intervienen en el este de Ucrania, soldados de la OTAN intervienen en el oeste. Una confrontación mayor es inminente. El país queda virtualmente dividido en dos partes, dominando las fuerzas ucranianas apoyadas por la OTAN la mayor parte. En la región del Donbas se establece un gobierno provisional. Rusia establece una base militar y retira parte de sus fuerzas.

d) Ucrania se convierte en miembro pleno de la OTAN, la región del Donbas queda ocupada por fuerzas rusas. Tácitamente, se acepta un "quid pro quo": Occidente, dominado por un impulso de equilibrio estratégico, persuade a Kiev de que, a menos que vayan a una guerra total con incierto resultado, es la única posibilidad que tiene Ucrania de ser verdaderamente independiente, soberana y miembro de la UE. Con el 20 % del territorio de Ucrania ocupado, Rusia considera que su seguridad quedará garantizada. Ucrania obtiene independencia y seguridad pero queda "balcanizada".







Escenarios lejanos

e) Estalla una confrontación (convencional) mayor entre la OTAN y Rusia en Ucrania y zonas adyacentes. El número de víctimas fatales asciende a 100.000 y el de refugiados a un millón. Las fuerzas de la OTAN logran empujar a las fuerzas rusas contra la frontera. Rusia interviene en uno de los países del Báltico y en Moldavia. Escala el conflicto quedando en el umbral del uso de armas nucleares. Rusia retira sus fuerzas. Ucrania en su totalidad es miembro de la OTAN.

3. Una Ucrania con serios problemas socioeconómicos desiste de convertirse en miembro de la OTAN y decide adoptar una diagonal: ni con Occidente ni con Rusia, o más apropiadamente con Occidente y con Rusia. Una situación similar a la del país tras el desplome de la URSS.

Escenarios muy lejanos

4. Ucrania adopta la neutralidad internacional.

5. Rusia retira su apoyo a las fuerzas pro-rusas del este de Ucrania y desconcentra fuerzas en la frontera. Las fuerzas de Kiev pasan a dominar las regiones pro-rusas. Ucrania ingresa a la OTAN. Es el escenario de “pluralismo geopolítico” que Occidente “demanda” ejercer a Moscú. 

 

6. La OTAN desiste de toda nueva ampliación. 

 

7. La OTAN pone fin a su existencia.  

 

En breve, se trata de una exposición de escenarios posibles y discutibles para un conflicto que desde 2014 ha incrementado la discordia entre Occidente y Rusia. Una compleja situación que no es ni de guerra ni de paz, un estado riesgoso no solo para la estabilidad de la región, sino para el propio nivel mundial. 





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