Los propósitos de la agenda 2030
Por Lisandro Zamorano
El hecho de que se comenzó a hablar de la agenda 2030 con
cierta repercusión pública no es un dato menor. Al hablar de la agenda 2030 nos estamos refiriendo al programa de objetivos de desarrollo sustentable impulsado desde las Naciones Unidas y desde las usinas que promueven el globalismo.
La agenda 2030, el Gran Reseteo y el globalismo son parte del mismo conjunto con ideas y proyectos prácticamente idénticos. Es por ello que, hoy, si se toma conocimiento del tema, no existe una neutralidad posible. Se puede estar a favor, es decir, abarcando la conformidad respecto al actual estado de las cosas, o se puede estar en contra, abarcando la disidencia y la periferia. Estos dos posicionamientos son de escala mundial y comprenden no sólo a gobiernos sino a pueblos enteros.
El proyecto de la Agenda 2030 tiene sus bases en objetivos a alcanzar
tales como la reducción de la desigualdad social y económica, la
acción frente al cambio climático y las asociaciones a pactar para
cumplir la totalidad de los objetivos, cómo la producción y el consumo responsable y la recuperación del comercio mundial, entre otros. Se trata de medidas destinadas a moldear a largo plazo la transición de poder hacia el globalismo.
El centro y leitmotiv del globalismo se hace visible mediante la
práctica de estos programas que, en realidad, apuestan por los
intereses contrarios a los que dicen representar: igualdad minoritaria
y desinterés total por las necesidades de las mayorías que se
se manifiestan en la voluntad popular. Asimismo, no hay ninguna duda que del conjunto de los 17 objetivos de la agenda 2030 hay un interés por hacerlos más adaptables a cada circunstancia. No hay dudas, tampoco, que éstos han adquirido una mayor notoriedad a partir de la pandemia.
Detrás del telón, en términos de la concepción globalista, se menciona que la pandemia- y lo que se puede denominar una post-pandemia- sirva de estimulación para reelaborar la plataforma de lanzamiento de los objetivos sustentables en el marco de aquellas sociedades que se han perfilado para formar parte del proyecto. En otros términos, algo que también se ha hecho conocido, emparentado con estos proyectos y que se denomina Gran Reseteo.
En función de lo que pueda ser un escenario definitivo de post
pandemia, se encuentra la creación de estrategias destinadas a crear
circuitos internos entre los distintos objetivos del programa de la
ONU, lo que equivale a entenderlo también como agenda 2030.
En esta dirección están puestos todos los incentivos destinados a alcanzar estos propósitos con miras al 2030, lo que explica que desde los mismísimos centros del globalismo se hable de lograr una visión transformadora que requiere un mayor alineamiento en las prioridades nacionales de los países hacia largo plazo, mediante la cooperación y la acción drásticamente acelerada.[1]
(1)Lancet. Septiembre 2020.
https://www.thelancet.com/jour
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