Por DANIEL KIPER
Una vez más el fútbol argentino está de luto. Nos duele,
pero no nos sorprende.
Se trata de una tragedia anunciada en cada jornada
en que so pretexto de orden se recurre a una violencia
policial excesiva e injustificada.
Los hinchas y simpatizantes - lo más noble que
el fútbol aún conserva
- son sistemáticamente maltratados por Dirigentes,
por violentos - brazo armado de espurios intereses -
y por personal policial.
Ingresar a un estadio de fútbol es un auténtico
desafío que comienza
con la obtención de la entrada - tanto por el
mecanismo implementado para su distribución
como por su precio- por los accesos, estacionamiento
y controles policiales absurdos, implementados para
someter a un trato indigno a cada espectador.
¿Es el fútbol? No, es una mafia que aprovecha la
pasión popular.
Hubo un muerto, mis condolencias a familiares
amigos.
Hubo heridos. Un abrazo fraternal a todos y
cada uno de ellos.
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