>Por Horacio Schick
El populismo para tener algún grado de éxito, y otorgar las dádivas tiene que tener con qué distribuir. Hoy no los tiene, de ahí la fractura interna y la disconformidad general de la población. Eso los lleva a su ocaso. En sus primeros mandatos, los K poseyeron la renta agropecuaria por los altos precios internacionales de los mismos. Fueron desaprovechadas y no se utilizaron para mejorar la infraestructura. Hubo despilfarro y ausencia de planes de crecimiento e inversión. A partir de 2011 se comienzan a agotar los stocks financieros, energéticos, y desapareció el mercado de capitales. Por eso en el segundo mandato de CFK, ante la dolarización de portafolios, y la fuga de capitales, por falta de confianza en el gobierno, instauró el cepo cambiario que duró hasta el fin del mandato y utilizó las reservas del BCRA para financiar su gobierno. Se calcula que existen casi 300 millones de dólares que están fuera del circuito financiero, en el exterior, los colchones o las cajas de seguridad. Esto motivado por la falta de confianza y la falta de previsibilidad gubernamental.
En este sentido, las expresiones recientes de Kicillof al insistir en generar una etapa redistributiva es absurda en el contexto de escasez de recursos, la emisión monetaria y la progresión geométrica de las Lelics en manos de los bancos.
En este marco, tras una sesión maratónica, la Cámara de Diputados aprobó en general en la madrugada del miércoles el proyecto del Presupuesto 2023. La oposición si bien frenó los artículos más polémicos, facilitó las cuestiones centrales que el oficialismo deseaba aprobar. Se presenta un nuevo escenario inédito y preocupante. A las impericias del oficialismo, ya conocidas, se sumaron las divisiones y dispersión de la oposición. Después de la aprobación del Presupuesto, con el aval en general de la oposición, el oficialismo presentó un proyecto de ley para eliminar las primarias obligatorias. Un agradecimiento oficialista a la oposición que permitió aprobar la ley de leyes.
El gobierno propone en el Presupuesto un ajuste y un agregado de impuestos, que no fue mayor porque la oposición la obstaculizó. Sin embargo se recargan de impuestos y restricciones al sector privado. El sector público es intocable, no se ajusta en nada el Estado elefantiásico, ni se reducen los desmedidos 21 ministerios, ni son controladas las 30 empresas públicas que despilfarran recursos de los contribuyentes. Ni hablar de las provincias sobrecargadas de empleados públicos.
En un Presupuesto redactado y aprobado para el año electoral para obtener fondos que van a redistribuir para conseguir votos. Fue un triunfo del oficialismo especialmente de Massa.
La balcanización de la oposición llevó a que el radicalismo aprobara la ficción de una norma con la previsión de 60% de inflación. El Pro se abstuvo.
Asimismo, resulta claro que se puede introducir en un presupuesto una ley de fondo y permanente para extender el pago de impuesto a las Ganancias a los jueces. Además ya pagan los ingresados a la Justicia a partir de 2017. Esta propuesta agregada por el oficialismo luego del dictamen de la Comisión de Presupuesto y Hacienda fue rechazado por la mayoría.
A contrario sensu se sancionó por impulso del oficialismo un alivio tributario al transporte terrestre de carga. El gran beneficiado es el gremio camionero. El artículo 104 dispone incrementar las deducciones del impuesto a las Ganancias que pagan los transportistas terrestres de larga distancia por “gastos de movilidad, viáticos y otras compensaciones análogas”; este artículo obtuvo el apoyo de la bancada de izquierda, como así también de un sector del interbloque Federal: Camaño, Rodríguez y el cordobés Gutiérrez.
En el artículo 89, el oficialismo propuso y fue aprobado que las deudas de las compañías provinciales de energía con la empresa mayorista Cammesa puedan sean abonadas en un plan de 96 cuotas mensuales y que las provincias serán solidariamente responsables de la deuda.
A contrario sensu se sancionó por impulso del oficialismo un alivio tributario al transporte terrestre de carga. El gran beneficiado es el gremio camionero. El artículo 104 dispone incrementar las deducciones del impuesto a las Ganancias que pagan los transportistas terrestres de larga distancia por “gastos de movilidad, viáticos y otras compensaciones análogas”; este artículo obtuvo el apoyo de la bancada de izquierda, como así también de un sector del interbloque Federal: Camaño, Rodríguez y el cordobés Gutiérrez.
En el artículo 89, el oficialismo propuso y fue aprobado que las deudas de las compañías provinciales de energía con la empresa mayorista Cammesa puedan sean abonadas en un plan de 96 cuotas mensuales y que las provincias serán solidariamente responsables de la deuda.
La propuesta de este Presupuesto es que esa deuda (que en un 50% corresponden a Edenor y Edesur) sea solidariamente asumida por los Estados provinciales”, acusó Jimena Latorre, de la UCR, quien sugirió que detrás de este artículo están los empresarios Daniel Vila y José Luis Manzano, dueños de Edenor y mentores de Sergio Massa
Increíblemente los amigos de Massa van a pagar en 96 cuotas sus deudas con Cammesa.
Increíblemente los amigos de Massa van a pagar en 96 cuotas sus deudas con Cammesa.
Fueron rechazadas la intención oficialista de establecer facultades delegadas en el PEN a fin de aumentar las retenciones agropecuarias a las exportaciones. Se aprobó una nueva tasa aeroportuaria, insertada por un pedido expreso de dirigentes de La Cámpora. Esta nueva tasa de seguridad se les cobrará a los pasajeros de vuelos nacionales como internacionales. El tributo fue cuestionado por la mayoría de la oposición; sin embargo se perdió la votación por un solo voto, relacionado con la ausencia sin causa de los diputados Javier Milei, Victoria Villarruel, Carlina Píparo y Margarita Stolbizer y si hubieran estado en su banca, esta nueva tasa no existiría.
Además, se aprobó la modificación de la normativa que permite a las empresas la deducción del impuesto a las Ganancias de las pérdidas por inflación. El oficialismo consiguió media sanción a los artículos 71 y 72 que permiten blanqueo de capitales mediante la compra de viviendas usadas. También se habilita la compra de insumos y bienes de servicio con dólares de ahorro.
En definitiva, la oposición votó mayoritariamente a favor de que exista el Presupuesto 2023 porque es mejor que no tener una hoja de ruta económica. Fue atinado que la oposición haya postulado su aprobación en general para evitar mayor discrecionalidad del PEN.
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