Si alguien quisiera ascultar las razones por las cuáles Roberto Lavagna se lanzará como oposición al kirchnerismo en los próximos días emprendiendo el titánico intento de convertirse en la alternativa real de poder al presidente Néstor Kirchner y por qué desechó la posibilidad cierta de ser candidato del espacio oficialista a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, debería sólo prestar atención a los dichos de Rafael Bielsa ayer al diario La Nación (www.lanacion.com.ar/archivo/Nota.asp?nota_id=815059) sobre su propia experiencia como candidato K en el distrito el año pasado:
"Fui cabeza de lista en las condiciones de la última campaña, recortado sobre el PJ, con operaciones en contra ordenadas por los propios compañeros en medios adeptos al Gobierno, sin apoyo material, con un spot publicitario que salió sólo dos días antes de la veda electoral, con 50 millones de problemas...Alberto Fernández es de extrema utilidad para Kirchner, pero mucho menos para la política de la ciudad de Buenos Aires. Comprendo el extraordinario servicio que le presta intelectualmente al Presidente. A la política de la ciudad no le presta el mismo servicio".
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