sábado, octubre 06, 2007

E. Fidanza en Construcción Plural:

"Lo que nosotros estamos viendo y creo que se confirma también en otras encuestas es que Cristina Fernández de Kirchner está muy cerca de ganar en primera vuelta obteniendo más del 40 % de la intención de voto. Las razones de ello no tienen que ver estrictamente con errores de la oposición, que los hay y significativos. Creo que se mantiene esta tendencia en vigencia por una razón fundamental que es la mejora económica que se ha producido en estos años. La gente sigue comparando su situación actual con la de hace 4 ó 5 años y si bien la inflación genera frustración y una predisposición que no es buena, el balance respecto de la gestión oficial sigue siendo positivo. Ahora, en segundo término y en ese contexto, efectivamente la gente no advierte la presencia de una oposición sólida. La oposición ya está teniendo dificultades para seguirle el ritmo a lo que va a ser la campaña oficial, de manera que evidentemente va a ver sectores en las grandes ciudades, sectores más informados y con mayor nivel educativo que van a buscar una opción que seguramente va a estar entre Carrio y Lavagna que son los que se disputan el segundo lugar. También puede ser que a pesar del desgaste Ricardo López Murphy obtenga algo de ese voto. Hay que atender a la campaña de Alberto Rodríguez Saa y Jorge Sobisch que ya han hecho publicidad en los medios. Habrá que ver hasta qué punto estas presentaciones mediáticas les están dando intención de voto, que es muy baja por ahora".

"Si Alberto Rodríguez Saa creciera, sería a costa de votos que le saca a Cristina Fernández de Kirchner porque esta reivindicando lo que se puede denominar un peronismo clásico frente a lo que es la interpretación particular que ha hecho en este caso Néstor Kirchner así como en su momento la hizo Carlos Menem".

"El grueso del voto a Cristina Kirchner va a provenir de sectores medios bajos y bajos de la población. Lo que están evaluando a la hora de votar son cosas muy concretas. Por ejemplo, la gente mayor que ha recibido jubilaciones y aumentos, la gente que ha conseguido trabajo y antes no tenía: no son grandes exigencias lo que la población le dirige al kirchnerismo, se basa en la mejora económica. Lo que se advierte es que a falta de competencia electoral el oficialismo tiene un cierto margen para moverse".

"La intención de voto de Cristina Kirchner era más baja hace dos o tres meses que ahora. Nosotros en Poliarquía llegamos a tener una intención de voto en la encuesta mensual de 34% y ahora esta en 38-39%. Ha tenido una cierta recuperación y así también el clima financiero más tenso que hubo a partir de la crisis de hipotecas en EE. UU. parece que estuviera un poco en reversión. Siempre la incógnita es saber cómo va a pegar la inflación. Pero cuando la gente no advierte oposición es como si sintiera que firma un contrato. Ese contrato ahora hay que renovarlo. El gobierno ha sufrido, sin embargo, desgastes en sus indicadores. La imagen del presidente ha bajado, la imagen del gobierno ha bajado, pero no alcanzan estas cosas para cambiar una tendencia que creo que es muy neta"

"La oposición lo que está haciendo es una especie de primaria, de interna a ver quien queda en segundo lugar, porque no ha logrado articular nada. Los sectores medios, la gente de clase media alta, la gente que no va a votar al kirchnerismo, está como en una especie de orfandad política. No hay una convicción, no se siente que haya en los dirigentes de la oposición una representatividad respecto de esos sectores. Lo que hemos visto en esta campaña es precisamente la imposibilidad de convergencias mínimas".

“No espero cosas buenas de este poder bifronte que puede instalarse a partir del 10 de diciembre. Si algo se le puede reconocer a Néstor Kirchner en estos años es haberle dado relieve, haber contribuido a la recuperación del perfil de la presidencia de la Nación en una cultura política que aprecia los presidentes fuertes. Esta nitidez que alcanzó el rol del presidente ahora podría estropearse desde una doble conducción. Vamos a tener un poder bifronte que va a hacer correr ríos de tinta, va a generar todo tipo de comentarios desde privados a públicos pero, efectivamente, considero que hay una superposición de público y privado que no me parece conveniente y roguemos que los dos miembros del matrimonio que van a compartir el poder estén de acuerdo, porque si además se desatara una interna intra matrimonial esto acarrearía muchas dificultades al país”.

“Las agrupaciones políticas como las de Mauricio Macri o Elisa Carrió o Ricardo López Murphy son muy personalistas. La gente lo votó a Macri, y la trasferencia del voto es muy difícil de hacer. El propio Macri está frente a sus desafíos y sus responsabilidades. El sabe que su futuro político depende de hacer un buen gobierno en la ciudad lo que le implica tener una actitud realista respecto del gobierno nacional. Por ello, Macri no quiere y creo que no debe involucrarse en esta campaña. La gente, que no es analista política, está solamente esperando resultados, una mejora en la administración de la Ciudad de Buenos Aires. Si Macri hace una buena gestión y mantiene índices de reconocimiento y popularidad esa es su mejo inversión a futuro. Para ello tiene que sortear una dificultad considerable que es hacer un buen gobierno en la ciudad y no tanto por la capacidad de él sino por la dificultad que implica gobernar Buenos Aires y además en un contexto adverso desde el punto de vista del gobierno nacional. Por eso no creo que le convenga tener un discurso muy crítico. El problema que si va a tener Macri es el del ABL que es un tema insoslayable al analizar las cuestiones fiscales de la propiedad. Si la gente verifica aumentos muy grandes lo va a responsabilizar a Macri.”“Hay una enorme disparidad de las ofertas que va a afectar la forma en que se va a votar. Están estos fenómenos distorsionantes de las colectoras. Este panorama dificulta el que la gente entienda lo que va a votar y dificulta el registro que hacen las encuestas. A medida que aumenta el desinterés, la anomia, el sistema electoral tiene todas estas características y retorcimientos y también se afecta la forma de obtener la intención de voto. Y si bien aconsejo ser prudente con los pronósticos preelctorales, hay que tomarlos en cuenta. Faltan 45 días pero es difícil pensar que esto se pueda revertir”.

“Cuando un analista de opinión acepta que la encuesta se convierta en una herramienta de publicidad o marketing de una campaña se entra en un juego de tensiones muy importante porque si el político, o el que contrata una encuesta está contratando para usarla como marketing, lo que está esperando a priori es un resultado determinado. En general puede no dar ese resultado pero se entra en una zona de tensiones que distorsiona la realidad. No hay que aceptar ese juego de manipulaciones. La encuesta es y debe ser una herramienta de diagnóstico y no de publicidad electoral. Por otro lado, ya en el plano técnico, hay algunas dificultades que las encuestas no están mostrando. Por ejemplo en el caso de Córdoba, el voto a Luis Juez no estaba. La Universidad Nacional de Córdoba que tiene una encuesta sumamente prestigiosa que es canónica no tenía en voto a Juez. Lo mismo sucedió en Catamarca con el voto a Luis Barrionuevo que no aparecía. Podríamos estar frente al fenómeno denominado "espiral del silencio”, en donde en determinados contextos, y para temas que no son votos pero que implican pronunciarse sobre cuestiones muy polémicas, si el encuestado advierte que su opinión es contraria a la opinión predominante tiende a no decirla. Estas cuestiones técnicas descolocan mucho y requieren reforzar los sistemas de supervisión, eligiendo los equipos de encuestadores más solventes”.

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