Un gobierno como el de los Kirchner tan estimulado siempre en estos tiempos de hipercomunicación mediática no podía dejar de trabajar con esfuerzo acerca de cómo quiso ver reflejada la reunión de “reencuentro” entre la presidenta CFK y el vice Julio Cobos de ayer miércoles.
En términos políticos, el juego oficial consiste en “cortarle las manos” al mendocino internamente pero a la vez no “matarlo” públicamente en función de la alta popularidad alcanzada por el radical K en este cuarto de hora de alta popularidad, ya que existe el temor de que tal movimiento redunde en más impopularidad K por intolerencia y también en más apoyo a Cobos a partir de un probable proceso de victimización.
Cobos -ni Judas ni San Martín, sino un político que se rebeló astuto para aplicar su estrategia de acumulación de poder en el momento justo en buena medida como respuesta al maltrato K hacia él y su espacio, y además como modo de atender las presiones de los intendentes y dirigentes radicales del interior del país presionados por los vecinos que viven de la actividad agropecuaria- exhibe hoy índices de aprobación que más que duplican la de la primera mandataria en torno al 70%, según han coincidido en puntulizar diversas encuestas de opinión pública como las confeccionadas por Poliarquía, Giacobbe y Asoc ., Julio Aurelio y Datamática, en tanto la imagen de CFK ronda entre el 20 y 30% .
El sorpresivo "gesto" de reunirse con su ex compañero de fórmula más que un mensaje de reconciliación y apertura hacia el mendocino y la Concertación Plural debe decodificarse como estrategia gubernamental en un intento por transmitir a la ciudadanía "normalidad institucional" en medio de una crisis política como la que vive el país a partir de la debilidad del oficialismo.
Desde el kirchnerismo se explica que la cita en la Rosada se decidió a fuerza de cortar la expectativa que concitaba -especialmente en los Medios y en menor medida en la sociedad- la demorada cumbre entre el número 1 y el 2 de la administración K, lo que tendía a agrandar la figura de Cobos en térmimos de seguimiento mediático hacia su figura, tanto como ocurrió a principios de esta semana cuando apenas retornado a la actividad tras un descanso de una semana en su provincia natal, el vice siguió jugando fuerte al recibir en su despacho del Senado al líder comunicacional de la protesta del campo, Alfredo De Angeli, y al diputado del PJ disidente Felipe Solá (el "traidor hijo de p..." para los gurkas K, como bien el legislador bonaerense del setentismo Carlos Kunkel lo demonizó la madrugada del voto por las retenciones en Diputados).
El gobierno no quiso de ninguna manera fotos que retrataran el hecho político para evitar que esa imagen fuera la portada de los diarios de este jueves, así como tampoco dejó tomar imágenes en video para la TV. Ya ni siquiera el fotógrafo presidencial ni los camarógrafos oficiales pudieron retratar el cónclave, procurando evitar así reforzar las elevadas cotizaciones que exhibe Cobos hoy y poniéndolo a la par de la figura presidencial.
No deberia descartarse conociendo la dinámica de procesamiento comunicacional K que más allá de bajarle el perfil por la no foto ni imagen, la inesperada -y resuelta fuera de agenda y sobre la marcha- determinación de recibir a Cobos buscó a la vez diluir lo más posible en las tapas de los diarios de este jueves y de la cobertura mediática general la saludable pero siempre impopular decisión de aumentar tras 7 años las tarifas de luz a los usuarios de clase media para arriba (*).
Entretanto, el nobel Sergio Massa funge a esta altura tanto como Jefe de Gabinete como vocero presidencial, y en ese marco cometió un particular furcio seguramente fruto del nerviosismo de tener que explicar veladamente lo áspero del cruce entre CFK y Cobos al refirir a la reunión entre "el presidente y la vicepresidenta", invirtiendo los roles institucionales.
Por otra parte, Massa volvió a escenificar la poco auspiciosa costumbre de su antecesor Alberto Fernández al dar información -por cierto bien escueta- sobre el encuentro sin permitir preguntas de los colegas de los Medios presentes en Casa de Gobierno, lo que sí hubiera permitido hablar de verdadera una rueda de prensa.
(*) La cumbre CFK - Cobos acaparó el eje de las tapas, dejando en segundo lugar el alza en los consumos energéticos, en el caso de Clarín, Página 12 y Crítica, al contrario de La Nación -que privilegió por sobre toda la agenda "Subas de hasta 30% en las tarifas de luz residenciales”- y los económicos Ambito Financiero y El Cronista Comercial.
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