Diálogo con el politólogo y sociólogo Marcos Novaro en Construcción Plural por Radio Cultura;
“El escenario electoral depende de la crisis, porque es probable que la situación se deteriore más de lo previsto, y entonces es posible que las alternativas opositoras vayan a crecer más, especialmente porque estamos ante comicios parlamentarios, con voto más testimonial, y en estos casos la gente se suele volver más crítica de quien gobierna, situación que puede ser darse al contrario con un temor conservador que es más agudo ante elecciones para cargos ejecutivos. Esto último se dio en 1995, cuando el efecto Tequila benefició al entonces presidente Carlos Menem”.
“El gobierno va a sufrir un voto castigo, pero la cuestión es la dimensión. Hasta ahora el kirchnerismo se ha cerrado a sí mismo a un futuro y no habrá un futuro kirchnerista, pero hay q ver si hay un futuro antikirchnerista más o menos virulento, o ver si es exterior al PJ”.
“El mejor escenario para el gobierno va a ser una elección no nacionalizada donde pueda apropiarse del peronismo de cada distrito, a partir de la ambiguedad que mantengan esos líderes distritales, como en el caso de (Carlos) Reutemann, (Daniel) Scioli, (Jorge) Capitanich, (Juan Manuel) Urtubey, etc. Estos harán campaña ni a favor ni en contra del gobierno nacional, sino a favor de sus gestiones locales o de sus futuras gestiones.
Ahora, puede también pasar que la situación se complique más para el oficialismo si el gobierno no logra evitar la nacionalización a la que lo van a apostar sus adversarios opositores más duros internos (Felipe Solá ) y externos (Elisa Carrió, etc) y no puede evitar mantener el clima que se generó el año pasado en torno al campo que se ha desactivado pero que está latente”.
“Podemos ir hacia una situación de relativo equilibrio, al estilo 1997, con Menem presidente, donde la oposición gana terreno sobre el oficialismo pero éste no entra en colapso. Pero también podemos ir hacia una situación de colapso electoral donde el gobierno nacional no puede disimular en determinados distritos que la derrota es suya y no del gobernador, como la provincia de Buenos Aires. Y quien gana o arrastra buena parte de los votos, como Solá por ejemplo, genera un efecto manada de todos los dirigentes peronistas a ver cómo se posicionan detrás del nuevo eje, el verdugo del oficialismo.
Y en esa corrida los tiempos políticos se pueden acelerar, porque la crisis puede ser muy seria en términos económicos y políticamente este gobierno ha demostrado ser mucho más ineficaz que el de Menem ya que genera problemas todo el tiempo”.
“El peronismo tiene una enorme capacidad para dar alternativas a sí mismo y eso ha sido muchas veces un problema por la competencia interna pero no deja de ser un recurso de la política argentina para generar alternativas y hay que ver qué pasa dentro del peronismo. Y hoy pasa mucho más de lo que Néstor Kirchner quiere o de esta idea ridícula que quiere imponer que Kirchner es un maestro titiritero detrás de escena que digita lo que hace Reutemann. Hoy Kirchner influye muy poco en todo lo que pasa en el PJ”.
“El kirchnerismo ya venía con poca consistencia como proyecto político, era más bien cartón pintado. Pero ahora después de la crisis del campo y con la perspectiva económica conflictiva y muy problemática por la forma que tienen de gobernar, el oficialismo no posee ninguna chance de generar consensos hacia delante, sí tienen recursos políticos en sus manos y pueden influir pretendiendo la elección de su sucesor, y pueden generar un escenario de radicalización para llevarse puestos a los que los que les hicieron la vida imposible, pero como capacidad de generar consenso no existe más”.
“Tal vez por malos motivos el kirchnerismo haga algo bueno: evitar una sucesión conflictiva en el PJ, por ejemplo para evitar terminar presos, lo que a priori Reutemann les ofrece y garantizaría”.
“Felipe Solá es un líder muy moderado pero por las circunstancias en las que está pareciera condenado a replicar el discurso de los infiernos de Carrió, cuando él hasta hace poco en todo caso era parte de ese infierno: Esto es muy poco serio”.
“Reutemann tiene que corregir algunas de sus taras tradicionales, esto de dar señales confusas todo el tiempo. Es un dirigente importante, que revela que hay una cierta reserva de recursos humanos a los cuales la política argentina puede recurrir para no quedarse en calzones dentro de dos años. Reutemann puede ser "el camino que siga el peronismo y hasta un camino saludable para el PJ”.
"Si Reutemann lograra ser el candidato a presidente del PJ en 2001puede llevar a la oposición a buscar posicionar enfrente a alguien más combativo, más aguerrido, más populista…más cercana a lo de Carrió que a lo de (Julio) Cobos o de (Hermes) Binner“.
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