Nuestro reciente ABORDAJE Manipulando a Alfonsín -ver aquí- ha generado algunas repercusiones que creemos cabe reflejar.
Por un lado, gente de la UCR -crítica con pares de su partido- señala con cierta razón que el análisis dejó de lado la búsqueda de capitalización de la figura del ex presidente Raúl Alfonsín por parte de dirigentes del centenario espacio. Ocurre que nuestra mirada justamente se enfocó en auscultar cómo otros actores ajenos al universo radical bregaron por apropiarse del legado del ex primer mandatario a fin de dar cabal muestra del doble discurso y la manipulación que provino de aquellos que nunca antes habían puesto de manifiesto valores virtuosos en el extinto líder .
En tanto, el abogado Eduardo Zamorano -autor además del ensayo Peronistas revolucionarios /Un análisis político del apogeo y crisis de la organización Montoneros- nos aporta un dato sobre un periodista citado en nuestro artículo que omitimos pero bien recordamos:
“Joaquín Morales Sola escribió un olvidable libro Los dias de Alfonsín, predominantemente crítico con el ex presidente publicado a poco de qué este dejara anticipadamente el gobierno”.
A la vez, Zamorano considera que la nota Domesticando a Alfonsín publicada en Página 12 que también acompañábamos en nuestro análisis inicial "incurre en el remanido error de comparar peras con manzanas. Me explico: es factible comparar, con los pertinentes matices y reservas, los gobiernos de Carlos Menem, Fernando De la Rua y Néstor Kirchner porque todos ellos tuvieron lugar en un contexto internacional relativamente parecido. Las tres administraciones fueron posteriores a la implosión soviética y el hegemonismo norteamericano. Pero es temerario hacer lo propio con la gestión de Alfonsín y Kirchner, donde los escenarios, tanto internacional como sobre todo regional, son diametralmente opuestos. En ese sentido, la frase de Federico Storani -“Alfonsín“cazó leones en la selva, no en el circo”- oportunamente citada en el ABORDAJE, es una metáfora exacta -aplicada al tema del juzgamiento a los represores- de esa enorme variabilidad”.
Asimismo, el economista Raúl Ochoa nos acerca su visión sobre la figura del ex jefe de Estado radical: “coincido mucho con el enfoque del ABORDAJE. De Alfonsín rescato su capacidad para enfrentar el juicio a las juntas militares -cuando las FFAA todavía tenían "fierros"- y su capacidad de lucha aún en el error. Sin embargo, contrariamente a lo mucho dicho y escrito, no diría que fue un estadista, ya que tenía un mal diagnóstico de la situación argentina -y lo pagó caro y lo pagamos caro los argentinos- y se equivocó profundamente al promover la reforma constitucional, al no entender cabalmente la esencia del peronismo.
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