Intolerancia. Soberbia. Agresividad. En buena medida, el manual K reinó en las expresiones de los dirigentes de la Mesa de Enlace esta semana en la presentación realizada en la Sociedad Rural.
Subido al caballo, envalentonados por la catástrofe electoral kirchnerista del 28-06, los líderes del ruralismo se mostraron impiadosos con el oficialismo…y también con la oposición, escenificando un rol de fiscales generales que les queda muy grande y excede su marco de representación.
A horas de un nuevo encuentro con el Gobierno del que cierto es que poco se puede esperar, la Mesa de Enlace una vez más exhibió reclamos que en muchos casos exceden el ámbito de las cuestiones vinculadas a la agenda agropecuaria, para adentrarse en cuestiones políticas macro.
Manifestarse con cierto descaro, en tono de provocación, con expresiones socarronas, no resulta lo más saludable precisamente de cara a una sociedad que exigió con su voto rectificaciones al modelo de gobernar de la pareja gobernante y mesura no exenta de firmeza a la oposición –no dueña, sino apenas depositaria transitoria del apoyo ciudadano- y los diversos actores institucionalizados.
Cabe en todo caso subrayar la autocrítica de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, quien reconoció “un error grotesco en los tonos y en algunos conceptos; la sociedad no nos pide euforia, sino cordura”. Claro que lo ideal antes que arrepentirse, es obrar con cautela y no pasarse de rosca.
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