En un tercer capítulo sobre primicias periodíisticas, finalmente el último fin de semana se develó la “lista de amigos del poder que compraron dólares” con la que amenazó Martín Redrado en lo que sin dudas fue una estrategia fallida, ya que lo más conveniente hubiera sido no explicitar en público su posesión, sino directamente hacerla trascender a través de los Medios, como finalmente sucedió pero tras idas y vueltas, acusaciones, victimizaciones y amenaza de juicios por parte del kircherismo.
Una vez más, aunque esta vez quizás por cautela periodística, Clarín corrió detrás…y Perfil le ganó de mano, tal como ocurrió con el primer anuncio de que Redrado podía dar difusión a esa misma lista incógnita, tal como lo reflejamos en nuestro anterior ABORDAJE sobre la cuestión.
El sábado 30 de enero Perfil editó en tapa una nota con la firma de Juan Cruz Sanz y bajo el título “Las listas con la que Redrado amenazó al Gobierno durante la crisis del BCRA” una primera lista donde se hallaban “amigos” del poder” como el empresario mediático Daniel Hadad y el gran enemigos del Gobierno hoy, el Grupo Clarín.
El domingo 31 Perfil lanzó también desde su primera plana otra lista, esta vez perteneciente a personas físicas que compraron dólares en octubre de 2008, en los albores de la crisis económica mundial. El artículo se tituló “Kirchner compró US$ 2 millones cuando estalló la crisis financiera”.
El mismo domingo Clarín se ocupó del tema, aunque no jerarquizándolo en tapa, al publicar un informe de Omar Lavieri en línea con la dominical de Perfil titulada “Néstor Kirchner, en un listado de compradores de dólares en 2008”.
ANTES, CONTRA AMBITO FINANCIERO TAMBIEN
Por otro lado, Clarín además había corrido detrás a Ambito Financiero en cuanto a la primicia de la exteriorización de las resistencias en el PJ bonaerense al liderazgo de Néstor Kirchner.
El martes 26 -01 Pablo Ibáñez había publicado una crónica titulada: Cristina aspira a la Historia; el PJ sólo pretende sobrevivir - El consuelo del futuro. ayer, una nueva rebelión en Pinamar. La oficina anti-Clarín
Allí señalaba: “Cuando consigue fugas de la coyuntura, ese tormento diario plagado de sombras y acechanzas, Cristina de Kirchner se consuela con la ilusión de que su nombre, en el futuro, se revestirá del brillo que -inmerecidamente, afirma la dama- le mezquina el presente.
A mitad de la semana pasada, la Presidente cerró con esa frase una charla con uno de los hombres más poderosos de su Gobierno. Más cauto, Néstor Kirchner usó otro modo para decir lo mismo: planteó que el año y medio que les queda de gestión debe ser «inolvidable».
Los números, vistos hoy, son implacables: el ex presidente -quien mejor mide de los dos- oscila entre un 22 y un 25% de la intención de voto, pero con un techo de entre un 28 y un 30%. Un sondeo de Carlos Fara lo muestra perdedor, en un potencial balotaje, hasta con Elisa Carrió.
Frente a ese panorama, hay quienes -pocos- se ilusionan con que, en el tránsito hacia 2011, el matrimonio bendiga a un delfín que le permita revertir la percepción de derrota irreversible que domina al peronismo, enfermedad que comienza a generar anticuerpos.
La espasmódica rebelión de algunos intendentes, como Sergio Massa, Pablo Bruera y Cristian Breitenstein, el ostensible silencio de los gobernadores en los últimos episodios, son postales tibias comparadas con movimientos que se gestan lejos de Olivos.
Ayer en Pinamar ocurrió un hecho sintomático: invitados por Horacio González, el presidente de la Cámara de Diputados, más de 20 legisladores acordaron gestar un espacio político con base en el Parlamento bonaerense. Una remake de la antigua diputadora.
A pesar de simpatías cruzadas, primó un concepto unificador. «Parece que se va a cumplir la profecía autocumplida de que Cobos será presidente y nadie va a hacer nada», redondeó un comensal. La voluntad, se pactó, es tratar de evitar ese final anunciado.
Simple: una potencial postulación de Kirchner, se coincidió, no hará otra cosa que profundizar la sensación de un fracaso electoral. Algunos de los presentes aplicaron el mismo criterio respecto de la provincia y a un intento reeleccionista de Daniel Scioli.
Se extendieron en la sobremesa, junto a González, Juan Garivoto, Raúl Pérez, Iván Budassi, Guido Lorenzino, Jorge Varela, Gabriel Bruera, Darío Duretti, Graciela Rego, Alicia Tabares, Franco La Porta, Horacio Delgado y, entre otros, Tomás Hogan. Un ADN de la mesa revela que expresa al grueso de las tribus del PJ bonaerense.
Hoy, a la casona que habita González en Pinamar -destino donde ocurrió, días atrás, otra cumbre crítica contra los K- llegará un grupo de intendentes. La receta, que está lejos de ser infalible, es básica: «hablar con todo el peronismo». Dentro de esas fronteras vale todo. Incluso, o sobre todo, Eduardo Duhalde y Francisco de Narváez.
Las proyecciones operan en dos planes distintos. Cristina, y en parte Kirchner, sueñan con la Historia. Los demás, menos pretenciosos, con sobrevivirlos.
El miércoles 27-01 una nota firmada por el colega Nicolás Wiñazki dio pie al principal título de PORTADA de Clarín que día a día sigue buscando como pegarle a los Kirchner, contraviniendo la muy buena onda inicialmente establecida en los alborres de la presidencia de Néstor K :
Duras críticas a Kirchner y Scioli de diputados K
Fue durante una reunión en Pinamar, en casa del titular de la Cámara de Diputados de la Provincia. Asistieron 22 de los 37 miembros del bloque kirchnerista. Se cuestionó abiertamente el rumbo del oficialismo. Y se dijo: "Nos llevan a otra derrota".
El lunes por la noche, un grupo muy importante de diputados bonaerenses, poderosos jefes territoriales del distrito más grande del país, iniciaron una rebelión en el peronismo que tiene como objetivo terminar con el liderazgo sin negociación al que los someten los Kirchner, y por ende también el gobernador Daniel Scioli. "Nos llevan a la derrota, esto se terminó", fue la inquietante conclusión a la que llegaron estos legisladores, los primeros que se le plantan a la Quinta de Olivos desde dentro "del proyecto".
El escenario inicial del motín que acaba de empezar fue veraniego, una constante en el PJ bonaerense, que suele aprovechar los veranos en Pinamar para poner en marcha estas intrigas preeleccionarias: 22 de los 37 legisladores bonaerenses con los que cuenta el Frente para la Victoria se reunieron en la casa que alquiló en ese balneario el presidente de la Cámara de Diputados de Buenos Aires, Horacio González, distanciado de Kirchner desde que éste, tras pedirle varios favores políticos de importancia, finalmente lo ninguneó y evitó nombrarlo como presidente el Congreso del PJ provincial. Como nunca antes, y sabiendo de antemano que las charlas iban a trascender porque el número de invitados era enorme, los diputados hicieron catarsis y desplegaron críticas lapidarias al método de conducción K y a la "falta de gestión" de Scioli. Estos jefes del PJ, la esencia del corazón del aparato partidario que movilizó Kirchner en las elecciones de los últimos seis años, dijeron estar cansados que se los llame desde Olivos sólo para exigirles el uso de su fuerza política, pero nunca para pedirles consejo o "pagarles" (políticamente, se entiende) sus diferentes favores. Entre muchos otros presentes en el asado, estuvieron el presidente de bloque del FPV bonaerense, Raúl Pérez; Guido Lorenzino, Franco La Porta, Iván Budassi; Horacio Hogan, Juan de Jesús, Gabriel Bruera, Jorge Varela y Juan Garibotto. Esos nombres, desconocidos para el gran público, representan a un sector considerable del aparato del PJ bonaerense: De Jesús es el padre de Juan, intendente del Partido de La Costa; Gabriel Bruera es hermano de Pablo, el intendente de La Plata, Varela es el esposo de Stella Maris Giroldi, jefa comunal de Campana; y Patricio Hogan es hermano de Horacio, intendente de Miramar. Budassi, por su parte, oriundo de Bahía Blanca, trabajó hasta hace poco como número dos de Ricardo Echegaray en la AFIP: en la reunión del lunes aceptó que Kirchner "siempre va a fondo, y eso tiene costos".
El marplatense Garibotto fue uno de los más divirtió a los comensales con sus frases irónicas sobre los daños colaterales que provoca el accionar de Kirchner: "Es un tipo raro. Yo, si hay mosquitos en mi casa, tiro Raid, pero Néstor les tira con misiles, prefiere bombardear todo", rió. Otro de sus chascarrillos, reconstruido por testigos, fue el siguiente: "Kirchner tiene que entender que a todos nos gusta que nos lleven al paraíso, pero no a patadas en el culo, como quiere hacer él".
Las críticas a como Kirchner conduce al PJ estuvieron centradas en los resultados de las elecciones legislativas de junio, donde el PJ oficial perdió contra el disidente de De Narváez: "Si seguimos aceptando las órdenes de Olivos como hasta ahora, terminamos liquidados", coincidieron los nuevos legisladores díscolos, que a partir de ahora exigirán mayor protagonismo, no sólo a los Kirchner, sino también a Scioli, a quien le pedirán más juego político para poder sacar las leyes en la Legislatura bonaerense.
"Fue una reunión de camaradería donde se habló con ciertas libertades, es cierto. Pero no se trató de una operación política contra el Gobierno", intentó justificarse ante Clarín Raúl Pérez, flamante jefe de un bloque que ahora duda de su identidad K.
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