Lula 82%, Michelle Bachelet 81%, Cristina Kirchner 20%.
¿Acaso la popularidad y apoyo a sus líderes no habla del rumbo que lleva un país?
A eso sumémosle que en Brasil y Chile, esa alta imagen no conlleva a forzar las instituciones a imagen, semejanza y necesidad de esos liderazgos con amplio respaldo.
Lula no aspiró a modificar la Constitución para forzar un tercer período ni Bachelet motorizó cambiar la Carta Magna para instaurar siquiera una reelección a la que no estaba habilitada.
Institucionalidad y honestidad, en definitiva, como punto de partida del desarrollo y la equidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario