CTA: Crónica de un resultado inesperado
Por Eduardo Zamorano
Abogado laboralista /master en Inteligencia estratégica por la Univ. Nac. de La Plata.
Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri
Las elecciones llevadas a cabo en la Central de los Trabajadores Argentinos-CTA depararon una sorpresa. En efecto, la mayoría de los observadores juzgaba altamente probable la victoria de la LISTA 10, encabezada por el maestro Hugo Yasky (actual titular de la Central).
Dicha conjetura obedeció a varios factores, el primero de los cuales era, naturalmente, cierto prejuicio que en las contiendas gremiales el oficialismo siempre corre con ventaja.
Por lo demás, Yasky contó con un indisimulado apoyo del gobierno y distintos grupos kirchneristas, aporte de evidente significación en una elección realizada en un ámbito de centro izquierda. Finalmente, la CTERA (organismo de tercer grado que nuclear a los maestros y profesores de todo el país) tiene mayor cantidad de afiliados (320.000) que el sindicato estatal del opositor Micheli (ATE nuclea a 220.000).
Sin embargo, a contramano de los pronósticos, a una semana de realizado el comicio y aún cuando formalmente no hay una definición concreta, el conteo de votos parece favorecer al estatal Micheli si bien que por una ajustada diferencia.
Con la salvedad que no conocemos en profundidad el complejo entramado político sindical de la Central alternativa así como en cuanto a la provisoriedad e incerteza del resultado, volcamos nuestra opinión sobre las causas de este presunto desenlace así como sus posibles efectos.
Antes de ingresar de lleno en el anunciado comentario, no podemos soslayar un dato que, a nuestro criterio, es absolutamente relevante.
Una organización sindical de tercer grado de alcance nacional realizó una elección de autoridades, por voto directo y secreto de sus afiliados, compitiendo dos fuerzas relativamente parejas, sin que se registrara un solo acto de violencia.
Un mes antes del comicio, ambas corrientes acordaron que las eventuales diferencias e impugnaciones serían resueltas: en primer término por una junta electoral y, en instancia de apelación, por un tribunal arbitral compuesto por cinco prestigiosos abogados.
En una palabra, reafirmando en los hechos el principio de autonomía sindical, se sustrajo la puja electoral de la competencia y fiscalización del Ministerio de Trabajo y de la justicia.
Consideramos que la conducta precedente merece, desde el vamos, un crédito de respeto por sus protagonistas, diferenciándolos ostensiblemente de los habituales manejos sindicales.
Algunas variables que pueden explicar este resultado atípico son las que siguen.
1.- Votó un porcentaje de aproximadamente el 20% del padrón (1.200.000), lo cual permite suponer que la elección se dirimió, preponderantemente, con la participación de activistas y militantes.
2.- El gremio de maestros (teórico apoyo de Yasky) es más numeroso que ATE (sustento de Micheli) pero menos inclinado a la actividad sindical. El maestro, más allá del rótulo proletario de “trabajador de la educación”, conserva ciertas características de individualismo e indiferencia más propias de la clase media autónoma que del dependiente sindicalizado.
3.- A diferencia del gremialismo ortodoxo, la CTA permite la afiliación directa de trabajadores, pero también de cuentapropistas y desocupados. Ello lo permite albergar a una porción no menor de los denominados “movimientos sociales”, tales como la Federación de Tierra y Vivienda de Luis D´Elía; el Frente Transversal de Edgardo Depetri; y el pujante Tupac Amaru, grupo basado en Jujuy cuyo referente nacional es Milagro Sala. Precisamente en esta provincia hubo una elevada concurrencia al comicio y fue notable la diferencia a favor de Micheli.
4.- Otra demostración de la relevancia de los movimientos sociales en esta elección, la encontramos en Capital Federal, distrito en el cual ya está definido el resultado. El ganador es Carlos Chile (pseudónimo de Carlos Hurton) del Movimiento Territorial de Liberación (estructura piquetera del Partido Comunista) en detrimento de Beto Pianelli dirigente del sindicato del subte, con reciente inscripción gremial y escindido de la UTA.
5.- Muchos de los antigüos militantes de la CTA no digirieron cierta pasividad de Yasky con relación a la reivindicación cimera de la organización: el otorgamiento de la personería gremial. Tampoco aceptaron de buen grado el diálogo circunstancial entre Yasky y Moyano, entente cordiale que motivó que se hablara de “los dos Hugos, el blanco y el negro”.
6.- Por último, el “apoyo crítico” de Yasky al gobierno de los Kirchner a despecho de sus giros contradictorios con las tradicionales posturas de la CTA, tampoco ayudó al dirigente de la CTERA. No olvidemos que uno de los principios fundantes de la entidad, cuando menos dentro de su imaginario, es la independencia de los gobiernos de turno y los partidos políticos.
Cabe analizar las posibles consecuencias de esta elección, siguiendo la hipótesis de trabajo que haya triunfado la Lista 1.
7.- La CTA experimentará una radicalización de las posiciones políticas mantenidas durante esta etapa.
En este sentido, cabe considerar dos elementos, a saber:
(i) La lista ganadora ocupará el ochenta por ciento de los cargos de resultas de una reforma de estatutos tendiente a acentuar el poder de las mayorías;
(ii) Los triunfadores contaron con el apoyo de sectores de izquierda pura y dura. Al ya mencionado Movimiento Territorial de Liberación (cuyo líder ocupará nada menos que la Secretaría de la Seccional Capital), debe sumarse la Corriente Clasista y Combativa-CCC (Amancay Ardura, Alderete, etc), y el Movimiento Socialista de los Trabajadores (Vilma Ripoll).
8.- Sin perjuicio de lo expresado en el punto precedente, es posible que se abra un proceso de incertidumbre en torno al comicio ( impugnaciones de los cómputos de la Junta Electoral, apelación ante el Tribunal de Notables, nuevas elecciones en algunos distritos, etc), dilaciones que desgastarán a la Central en su conjunto, máxime si Yasky se empeña en mantenerse en funciones hasta que alumbre una certeza irreversible sobre el resultado.
9.- Se fortalecen las perspectivas de una candidatura presidencial de Victor De Gennaro, máximo referente de la corriente ganadora. Asimismo queda consolidado su predicamento dentro de Proyecto Sur (el espacio de Pino Solanas y Claudio Lozano) que jugó sus cartas a favor de la Lista 1.
10.- Resulta obvio que la CTA definirá un perfil opositor más nítido respecto del Gobierno. Igualmente previsible es que éste último ratifique y fortalezca su alianza con la CGT moyanista.
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