Diálogo con nuestro columnista Guillermo CARRACEDO, economista y titular de la consultora CADEC S.A.
"Es difícil poder determinar -en caso de continuar la presidente CFK- qué modificaciones puede hacer para un lado o para el otro".
"Acá se va reaccionando de acuerdo a las encuestas diarias. Si en un momento ven que conviene profundizar o radicalizar, lo van hacer, pero esto mientras que el esquema económico este funcionando y la gente esté contenta con la economía".
"Vemos las cifras de fabricación de autos, el boom del verano, en tanto el Gobierno sienta que la clase media está contenta, sin una oposición que entusiasme, el Gobierno va a seguir por este camino siempre teniendo en cuenta el humor de la gente. Si gana en octubre, el año que viene el Gobierno se va a adaptar para un lado o para el otro. Seguirán entrando los dólares de la soja, pero los precios de los commodities no van a seguir subiendo ya que el dólar no va a debilitarse mucho más en el mundo y los países que consumen alimentos no están dispuestos a pagar cualquier precio. El precio de la soja va a quedar estancado y ese incremento en el valor de nuestros productos primarios exportables no se va a dar más. Y el Gobierno tendrá que hallar una alternativa para seguir recaudando y seguir dando este estado de bienestar en el cual parece que todos nos encontramos que es totalmente irreal.".
"Este modelo lleva al estallido, pero en Argentina puede ocurrir en 6 meses o en 5 años. Un país no puede vivir con este nivel de inflación en dólares, es imposible. La convertibilidad tardó 4 años en estallar".
"La situación actual es muy parecida a la del año 97 cuando sabíamos que la convertibilidad no podía seguir, que estallaba y tardó 4 años en hacerlo cuando muchos pensábamos que la cosa se caía en pocos meses. Hoy estamos igual, sólo hay que mover el reloj para atrás. Tenemos una inflación muy fuerte en dólares, no podemos seguir, y los precios de los commodities están estancados".
"Una radicalización vía control del comercio de granos, o fondos anticrisis como el que propone Héctor Recalde- traería la pérdida de este irreal estado de bienestar. Estamos hoy sin inversiones productivas, son mínimas; sí hay financieras especulativas. Y si se castigara más la producción, las pocas inversiones que se están haciendo se van a dejar de realizar, y como lo que se busca es fomentar el consumo, no se puede afectar la producción. Y si disminuye la producción, el consumo va a llevar ahí sí a una inflación totalmente incontrolable. Hoy estamos en niveles altos, 25/30%, pero no incontrolables, ya que vemos los techos. Se van marcando cada vez nuevos techos, pero lo complicado es cuando uno no ve los techos...".
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