Por Fernando Mauri
En la mañana del martes 29.10, tras 4 años de larga
demora, la Corte Suprema de Justicia
acaba de expedirse dictaminando la constitucionalidad de la Ley de Medios
impulsada
por el partido de gobierno.
Analizando el fallo desde una mirada estrictamente
política, uno bien puede
permitirse plantear
interrogantes sobre si acaso el alto
tribunal no
"jugó" a favor del kirchnerismo ya no por su
decisión en sí sino por el “timing” político
en que hizo conocer su
pronunciamiento.
Entiéndase bien, no estamos hablando en términos
jurídicos, lugar
desde el cual la posición de la mayoría de los
supremos hasta puede ser
entendible e incuestionable para algunos, en cierta
medida.
Apuntamos a la "aparición" de la Corte a tan sólo 36 hs. del
comicio
dominical, dato político que sorprendió casi aún más que el contenido
del
fallo en sí mismo.
Esta medida judicial puede parecer tender a
buscar diluir la clara derrota electoral del oficialismo,
otorgando "en este momento" en particular
este triunfo político en
la lucha emblemática
del kirchnerismo contra su ex socio,
el Grupo Clarín, dueño de posiciones dominantes en
diversos mercados
merced en buena medida al aval de distintos gobiernos, incluido el de Néstor
Kirchner, quien a poco de dejar el poder
arbitró apoyando la fusión cuasimonopólica
entre Cablevisión y Multicanal.
De esta forma, un Gobierno herido por el mensaje
popular puede procurar encarar una recuperación
política y generar un reverdecer
de su mística militante.
Asimismo, la sentencia “aquí y ahora” es tan funcional al
oficialismo que
logra correr de la pulsión mediática nuevas
repercusiones y
retroalimentaciones en positivo hacia los ganadores
del 27.10 (Massa, Binner, Cobos, Macri, etc)
y aleja las miradas acerca del internismo y pase
de facturas K tras la caída electoral.
Sabido es que Ricardo Lorenzetti es más un hábil
actor político que un jurista que se precie de hablar sólo a
través
de sus sentencias y que escape a los
micrófonos. Por ello,
será candoroso alegar “inocencia” en cuanto
a estas
apenas “36 horas” que van entre la
noche del
27.10 y la mañana del
29.10.
En este contexto, distintas fuentes mencionan
otros elementos de juicio
sugestivos que podrían ser tenidos en
cuenta:
+ un posible plan canje con el oficialismo (frenar
la reforma judicial, avalar
la Ley de Medios);
+ la llamativa modificación legislativa que operó
sin mayor resonancia
política y mediática a partir una vez de más al
mejor estilo K del
apriete vía "Caja" (los K aceptaron dar marcha
atrás a la iniciativa
incluída en la - en relato K - "democratización de
la justicia" que
disponía que el manejo del presupuesto judicial
dejara de ser arbitrio
de la Corte y pasara a manos del Consejo de la
Magistratura hoy
manejado por el kirchnerismo)
+ tras tener el tema frizado, el bloque del FPV
avanzaría en el
Parlamento las próximas semanas con el proyecto de
unificación de los
Códigos Civil y Comercial que promueve Lorenzetti
(los más osados
mentan que el titular de la supremo máximo posee
una imprenta que se vería
beneficiada con esta
reforma).
En definitiva, el tiempo una vez más será testigo y nos
dará mayores pistas sobre el polémico
momento elegido para fallar por parte del máximo tribunal.
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