Por Fernando Mauri
Crisis económica apenas solapada,
inseguridad sin siquiera tendencia
decreciente, niveles de korrupción
que superaron a los altos standards
ya impuestos por el menemismo,
estilo intemperante acentuado de la primera mandataria saliente, el
notable desatino
de que ella -como con Boudou, como
con Zannini- escogiera a Aníbal Fernández como
candidato,
un postulante presidencial sin
carácter ni mínima autonomía de
criterio...
,
La lista es larga. Podría vertebrar
también ya no tanto quizás la
figura del presidencial emergente
como líder opositor sino más bien a
la revelación de su
representante en territorio bonaerense,
el efecto Tucumán tendiendo a un mayor control y
cuidado en pos de la transparencia comicial.
el casi 5% más de votantes respecto de las PASO mayormente
críticos al régimen K, entre
otras elementos.
Dichas variables aunadas en
definitiva, “en su medida y armoniosamente”,
pavimentan el camino que acercará
-excepto
que se cruce una catástrofe
imprevista- a Mauricio Macri a la Presidencia de la Nación.
El voto del 25.10 marcó un fin de
ciclo con todas las letras y exhibió el hartazgo de una sociedad que reclama sin
gritar
ciertos cambios de fondo y mucho de
forma, sin perder ciertas conquistas de está década entre robada y desperdiciada,
En este marco, como nos decía ayer en
Construcción´Plural el consultor Carlos Fara, “el
prólogo
de Macri presidente es el triunfo
de M. E. Vidal en provincia de Bs.
As.".
Un Macri que le debe media
presidencia a la hasta hoy vicejefa de gobierno porteño, que obró de arrastre en
el
estado provincial “madre de todas las
batallas”.
Cambiemos no requiere a esta altura
de acuerdos cupulares para “recibir”los votos de otros jugadores,
especialmente
de los votantes de Sergio
Massa -quien busca la derrota de Scioli para o bien pescar en el PJ o bien para
volver a él-
Esos sufragios llegarán
solos, por libre decisión del votante, ese que en gran medida es anti K.
En definitiva, nos encaminamos a un
“tiempo nuevo”, y al ocaso político del grupo que rigió por largos
12 años los destinos de este
traumático país, el fin de una era que incluye desde ya la imposibilidad de
liderazgo intra PJ
por parte de Cristina Fernández
de Kirchner, la madre de la derrota
con ajustado primer puesto para su falso delfín Scioli.
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