Por
Raúl Ochoa
Columnista de CONSTRUCCION PLURAL
Pocas veces, en realidad la primera vez
desde la 2ª Guerra, la política comercial externa ha sido y es uno de los ejes
centrales de las estrategias y relacionamiento internacional de un presidente
norteamericano; que no lo haya sido
antes no es porque no hubieran diferencias de fondo entre los dos partidos,
sino que existía un acuerdo básico sobre el cumplimiento de los tratados
firmados y de mantenercon las correcciones que fuere menester, respecto a las negociaciones en curso,
quedando en manos del Congreso dirimir si y cuando y como otorgar al Presidente
capacidad negociadora
El actual panoramaplanteado por Donald
Trump un outsider del establishment político que pateó el tablero durante la
campaña, señalando a culpables: países, empresas y malas políticas, de las
pérdidas de empleo y prometiendo recuperarlos castigando, revisando y
modificando todo lo crea conveniente y llevándolo a cabo hasta las últimas
consecuencias, en una actitud claramente disruptiva y puesta ya en vigencia
Muchos observadores dentro y fuera de
los EEUU, señalaban que el sistema de equilibrio de poderes e instituciones
harían su trabajo e impedirían o llevarían a posiciones más neutras a Trump;
desafortunadamentelas atribuciones que posee el Presidente en materia del
comercio internacional son muy extensas y variadas y le permiten en el caso de
acuerdos comerciales como el NAFTA solicitar su revisión o volver al trato de
tarifario de NMF para Canadá y Méjico o imponer derechos de importación
adicionales para determinados productos, previa consulta con el Congreso
norteamericano, que sólo implican informarle de los pasos que adoptará la
Administración Trump en la materia, por medio de los funcionarios que este se
designe. Puede si así lo desea revisar cualquier otro Tratado de Libre Comercio
si lo considera perjudicial para los intereses norteamericanos [1]
Tiene tres acciones más de alcance
especial que provienen del TradeAct de 1962 (Section 232 b), y delTradeAct de
1974 (Section 122) y (Section 301); por
la primera en circunstancias que las importaciones afecten la seguridad
nacional, podrá imponer derechos de
importación más elevados o cuotas; en el caso de la existencia de problemas,
déficit del balance de pagos podrá elevar los derechos de importación hasta un
15 % o restricciones cuantitativas o ambas por 150 días aplicadas a uno o más
países con amplios superávits (este
sería el argumento para aplicar a China un aumento general de derechos de
importación)[2]Esto
podría ampliarse con la aplicación de la Section 301 que sucede cuando un país
le niega sus derechos de libre comercio a los EEUU o lleva adelante prácticas
discriminatorias, injustificables con respecto a ese país. Esto otorga al
Presidente poder discrecional para aplicar acciones de retaliación que incluyen
aumentos de aranceles de importación y cuotas (esto es lo que Trump ha indicado
que aplicaría a China por supuesta manipulación del tipo de cambio y trato
discriminatorio a firmas estadounidenses, ahí donde quiere castigar hasta el 45
% ad valorem)
Aunque parezca extraño, hay más normas
vigentes para la aplicación casi ilimitada de restricciones al comercio
internacional por la Administración, la primera de 1917 vinculada al estado de
guerra y la segunda de 1977 denominada International EmergencyEconomicsPowerAct
para casos de emergencia y que autoriza inclusive congelar los activos
extranjeros de cualquier naturaleza.
En el corto y mediano plazo las
acciones de Trump contra países, productos y empresas llevan las de ganar
porque el intento de bloqueo vía acciones judiciales o el Congreso llevarán
mucho tiempo y avanzarán cuando esas acciones hayan provocado daños a empresas,
trabajadores e inclusive estados de la Unión.
Mientras tanto lo que si sucederá es
que los países afectados, por caso China, actuará rápidamente imponiendo a su
vez sanciones – represalias - a productos y firmas norteamericanas, sin esperar
los largos procedimientos de la OMC o de los propios tribunales norteamericanos
Si a su vez la Administración denuncia
el NAFTA, rompe el TPP y ataca otras empresas automotrices radicadas en Méjico,
estaríamos frente a una guerra comercial
que afectaría decisivamente la economía mundial, más allá de un aparente
período inicial de bonanza, resultado de rebajas tributarias, aliento a la
desregulación en finanzas, medio ambiente, farma y salud e inversiones en
infraestructura
Hace unos años atrás y como
consecuencia de la crisis financiera y su impacto global se creaba el G20,grupo de países que representan
gran parte de PBI, comercio y población mundial, sus recomendaciones y plan de
acción ayudaron y mucho a morigerar los aspectos más graves de esa crisis. Podrá el G-20 anticiparse y evitar males
mayores, su Cumbre en Alemania es a principios de julio, no falta mucho, hay
todavía tiempo para preparar un temario no previsto y evitar imprevisibles
riesgos globales del sonar de los tambores
[1]
NMF Trato de Nación mas favorecida – Es lo que rige por las normas OMC y no
toma en cuenta las preferencias otorgadas por los TLC, por lo tanto
habitualmente son derechos de importación mas elevados
[2]
EEUU tiene déficit de bce comercial y de ctacte del bce de pagos, pero tiene superávit
por ingreso de capitales
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