Antes comicios presidenciales, en algunos países, a diferencia del nuestro, se estila que ciertos diarios expliciten a qué candidato querrían ver triunfador.
En EEUU se da el caso paradigmático de este comportamiento y hasta algún medio -como ha ocurrido en esta campaña electoral 2008- ha publicado a qué postulante apoya en las internas en el Partido Demócrata y otro tanto en las primarias del Partido Republicano.
Esta práctica conlleva de alguna manera una actitud ética meritoria, si tenemos en cuenta que en muchas elecciones, en nuestro país y en otras naciones los Medios suelen jugar veladamente -ya sea por intereses ideológicos o de tipo comercial- por determinado color partidario.
¿O acaso alguien podría negar que Página 12 apoya calurosamente al oficialismo kirchnerista en cada reciente elección o que en Clarín priman en general claramente los intereses del Grupo multimediático y en muchas ocasiones aún apoyando al oficialismo de turno actúan estratégicamente en función de horadar al ganador casi cantado que los habrá supuestamente de beneficiar a futuro o aún seguir beneficiando, a fin de negociar desde un lugar de mayor poder propio y condicionamiento?
El blanquear el apoyo, tratándose especialmente de Medios poderosos, permite en buena medida además que todos los ciudadanos puedan tener más claro los intereses del medio que leen, escuchan o ven, y no que ese sea un dato que se busque siempre eludir .
Ahora, en otra estrategia de Medios que no presume de aportar transparencia o rigurosidad sino más bien a la búsqueda de un efecto marketinero, pero que aún así puede resultar válida, a tan sólo tres días para las elecciones en Italia, Il Corriere Magazine, la publicación que cada jueves acompaña la edición del popular diario milanés Corriere della Sera, ha encarado una propuesta novedosa al publicar cuatro versiones diferentes de tapa, cada una de ellas dedicada a uno de los principales candidatos: Silvio Berlusconi, Walter Veltroni, Fausto Bertinotti y Pier Ferdinando Casini.
Desde el diario señalan que lo hacen a partir de la relativa paridad que exhiben las encuestas -que apuntan al retorno al poder del ex premier derechista Silvio Berlusconi aunque no por una ventaja reducida en torno a entre 5 y 7 puntos porcentuales de ventaja sobre el ex alcalde centroizquierdista de Roma, Walter Veltroni- y a la inédita tendencia que parece registrar el panorama político ante la ruptura de un esquema claramente bipartidista hasta hoy.
Un par de salvedades de esta decisión editorial y marketinera. Lo primero, desde el diario anunciaron que los resultados de las ventas no serán difundidos ya no sólo antes de los comicios -ya que se estaría violando la ley electoral que en Italia prohibe publicar sondeos hasta 15 días antes su materlización- ni tampoco después.
Otro atenuante radica en que resulta ciertamente poco riguroso el resultante de tal experimento, que sólo podrá servir como anécdota y aún como dato acotado al campo del reducido universo de lectores de este medio en particular.
A nuestro entender, la resultante de este ejercicio italiano será casi tan poco creíble como creer a ciegas en las encuestas palmarias contra el matrimonio presidencial que exhiben los votos telefónicos del televidente del ciclo Hora Clave de Mariano Grondona, emparentado con una actitud crítica desde la derecha a las gestiones K que amalgama con el receptor medio del programa; o si dejarámos un sondeo sobre la imagen de la presidencia de CFK en manos de algunos de los Medios del empresario Daniel Hadad, otro derechista, pero devenido de menemista en kichnerista, que a fuerza de la marcha de sus buenos negocios con el kichnerismo gratificaría sus relaciones de poder.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario