Diálogo con el economista Julio Gambina en CONSTRUCCION PLURAL por Radio Cultura:
“Todavía no tocamos fondo en esta crisis. Hay que prestarle mucha atención a las declaraciones de Barack Obama, un presidente que asumió hace muy poquitos días. Tiene un par de semanas en el gobierno y sus declaraciones son de abrir el paraguas y decir que las cosas son peores de las que él imaginaba. La crisis está golpeando en los países capitalistas desarrollados. Por ahora la recesión se da en Europa, en Japón y en los EE.UU. En el sur del mundo lo que hay es desaceleración de la economía, etapa previa de la recesión. Y después de la recesión lo que se viene es la depresión. En EE.UU. y sobre todo en Europa están preocupados de ingresar es en una situación depresiva”.
“Hay que prestar atención porque en la crisis mundial que se está desarrollando, se está discutiendo muco hoy cuál es el rumbo que hay que tomar para salir de esta crisis que todos ven con epicentro en los países más dinámicos del sistema mundial. Sin embargo, no terminan de sacar los pies del plato. Tanto Barack Obama como en el Grupo de los 20 -en donde participan Argentina, Brasil y México- en la reunión que se hizo el 15 de noviembre pasado se termina diciendo que esta intervención estatal es transitoria y en cuanto se pueda se vuelve a lanzar el programa de liberalización de la economía”.
“Todos tienen expectativas en que vuelva a reunirse la organización estatal de comercio para lanzar la ronda DOHA que lo que propone es la baja de la baja de las barreras arancelarias, una intervención estatal transitoria. Y cuanto mucho, el planteo es cambiemos algunas cuestiones formales. El peso lo sigue teniendo EE.UU. por cantidad de acciones en el Fondo Monetario y puede vetar cualquier decisión del fondo. No se ve una discusión de cambio del sistema financiero internacional que ha sido uno de los epicentros de la crisis. El salvataje sigue apuntando a una economía que depende del paradigma productivo - petrolero. Se reproducen las formas de gestión del sistema económico de los últimos 30 ó 40 años con lo cual si no se sacan los pies del plato de ese modelo de desarrollo productivo - económico - social no hay perspectiva de salir de la crisis en el corto plazo”.
“En la Argentina hay una gran preocupación de caja, por eso por ejemplo los últimos aumentos de tarifas. Así, la renovación de los préstamos garantizados quita presión fiscal para este año pero con una tasa de interés del 15, 5 %. Eso fue el nivel de tasa que pagó Domingo Cavallo en su última gestión en el gobierno de la Alianza y le costó el Ministerio de Economía. No estoy diciendo que la Argentina está a punto de caer en una cesación de pagos pero creo que todas las medidas del gobierno están apuntando a mejorar su situación de caja –lo que está bien para cualquier estado municipal, provincial y nacional- pero es evidente que ha cambiado el ciclo económico en la Argentina también. Ya no estamos en el ciclo 2003 - 2008 de crecimiento entre el 8 y el 9 % e incluso hay algunos estudios que están poniendo en discusión el crecimiento de la economía del 2008 y del 2007 a partir de los datos estadísticos que ofrece el INDEC. No es sólo una cuestión de los precios minoristas, de los precios al consumo, no es solamente el tema de la inflación”.
“Hay que agregarle a todos los problemas que ya teníamos el tema de la sequía porque buena parte del crecimiento económico ha estado vinculado a la producción y exportación agrícola de productos primarios y de manufactura de origen primario. Cuando hay una caída de los precios internacional, hay una sequía que baja la cantidad de producción, por lo tanto es un tema que agudiza mucho más la situación. Uno puede pensar que en la economía que se viene el tema de la conflictividad social va a estar puesta en el orden del día porque hay indicadores de inflación muy bajos, pero que no se corresponden con el nivel del costo de vida que tiene un trabajador, un productor, aquellos que no se encuentran entre los sectores más favorecidos. Todo esto va a generar malestar y mayor conflictividad”.
“Vengo de participar la semana pasada del Foro Social Mundial en Belén du Pará (Brasil) que se hacia en simultáneo con el Foro de Davos donde las opiniones al respecto de la crisis eran de puro pesimismo. No se va a ver una sola crónica optimista sobre lo que aconteció en Davos. El análisis del Foro Económico Mundial de Davos es que la crisis es muy profunda, que no saben cómo resolver el tema, que saludan la participación estatal que viene definiéndose desde septiembre del año pasado. Recordemos que en Davos se reúnen los liberalizadores de la economía mundial, que impulsan la potenciación de la apertura de la economía, enunciación de las flexibilizaciones laborales, seguridad jurídica de las grandes inversiones, libertad total de mercado como discurso ideológico, como práctica política, como política de los Estados y hoy se encuentran sin saber cómo responder a la crisis. No tienen otros instrumentos a los que acudir que al enemigo con el que combatieron por más de 30 años: la intervención estatal. Por lo tanto cuando alguien utiliza un discurso ideológico que no le corresponde genera una total incomodidad. El discurso de Belén, del Foro Social Mundial es totalmente distinto. Hay que recordar que eso está organizado por movimientos sociales, sindicales, campesinos, organizaciones de mujeres, ambientalistas, movimientos indígenas y estuvieron presentes cinco presidentes, además de Lula da Silva, el primer mandatario del país anfitrión, estuvieron Hugo Chávez , Fernando Lugo, Evo Morales y Rafael Correa. Se dio un diálogo entre los distintos movimientos sociales organizadores, preferentemente de América. Latina con los presidentes de la región en un clima en el que se planteaba que todos ellos eran producto de lo realizado en los últimos 20 años por esos movimientos sociales que han denunciado la liberalización que se consolidaba en Davos, las peleas contra el ALCA, etc.”
“Los que estaban son los presidentes de los procesos más radicalizados, salvo Lula que fue el anfitrión y que estuvo en Davos el años pasado. En definitiva, es contrastaste analizar uno y otro foro porque se realizan en forma simultánea desde el año 2001. Todo hacía parecer que los ganadores ideológicos y políticos se reunían en Suiza, en tanto en Porto Alegre donde se dio la primera convocatoria del Foro Social era de tono crítico, alternativo y no hubo ningún presidente que asistiera. El único que era presidente desde el 1999 era Hugo Chávez, llevaba dos años de presidente, ahora acaba de cumplir 10 años, pero Chávez curiosamente no estuvo en ese primer Foro Social Mundial. Desde entonces hasta ahora en ocho años ha cambiado mapa mundial de América Latina”.
“La ausencia de los presidentes que faltaron responde a que deben haber considerado que no era necesario participar, pero creo que es un acontecimiento muy grande esta presencia institucional en un marco de una movilización de 100.000 personas y cerca de 3000 debates donde entre otras cosas está el tema del análisis de la auditoria de deuda pública organizado por Ecuador, la salida de Bolivia del CIADI”.
“Argentina y Sudamérica en general quieren buscar mecanismos de autonomía respecto de una crisis que está claro que el epicentro está provocado en el norte del sistema mundial y quizá de este modo puede entenderse el gesto de la presidenta CFK de encontrarse en Cuba la misma jornada de la histórica asunción de Barack Obama. Por otro lado, en EE.UU. la asunción de un presidente es un acto nacional, el discurso de Barack Obama tiene muchos huecos sobre la cuestión mundial, y de hecho, estuvo dirigido al pueblo de los Estados Unidos. Por elevación puede pensarse que su mensaje tiene trascendencia mundial. Pero por ejemplo no apareció allí el tema de Palestina y Gaza, y eso me parece mucho más preocupante que el hecho de que la presidenta argentina, -por razones de salud- haya coincidido en La Habana. Es positivo y es real que los presidentes de América Latina están lentos en resolver algunos temas de integración. La confrontación fue porque estaba en Cuba”.
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