Marcos Novaro entrevistado por nosotros en Construcción Plural, Radio Cultura:
"Después de la elección de Catamarca, la perspectiva era que los gobernadores iban a pedirle al matrimonio presidencial que no visitaran su distritos para evitarse más disgustos y de esa manera la provincialización más que permitirle cosechar triunfos ajenos lo que iba era más bien a desarmar la coalición nacional K y preparar un terreno en el cual la lucha por la sucesión iba a estar abierta. Por eso en términos prácticos la idea de la nacionalizar no es mala para el kirchnerismo, tal vez lo más problemático es que viene combinada con una repolarización del conflicto político junto con la anticipación de las elecciones y este impulso para nacionalizar la campaña se cruza el enfrentamiento nuevamente con el campo, junto a una toma del primer plano de Néstor Kirchner como el candidato bonaerense y como la gran figura que hay que plebiscitar. No se plebiscita solamente la gestión sino que se plebiscita el liderazgo kirchnerista. Esa no era una necesidad de la nacionalización estratégica para sobrevivir sino que más bien responde al tipo de conflicto político que el kirchnerismo imagina que está viviendo. Es un conflicto que está pensado en los términos de una oposición del pueblo y de sus enemigos y eso tiene una sola explicación dentro del cerebro de los Kirchner y para el resto de la sociedad, lo que está pasando tiene poco que ver con eso".
"Más que los resultados en sí, va a pesar mucho la interpretación que se haga de los resultados. Si el mayor temor del gobierno es que sacando la primera minoría en la provincia de Bs. As., el titular de Clarín del día siguiente va a ser "Fuerte derrota del kirchnerismo a nivel nacional", no hay mucho más que eso. Si esa situación se da aunque a ellos no les vaya tan mal, la evaluación política general va a ser muy negativa. Lo que hay que tener en cuenta es lo que se viene después de las elecciones que es un fuerte ajuste sea a través de la devaluación del peso o sea a través de aumento de impuestos y reducción del gasto, en cualquiera de los dos casos, los Kirchner no tienen mucho interés en adoptar esa política".
"Las declaraciones de (Emilio) Pérsico son también reveladoras de esta forma extremadamente populista y antiinstitucional con que el oficialismo asume el ejercicio del gobierno. Los K tienen la idea de que el gobierno sirve solamente cuando se tiene todo el poder; sino tienen todo el poder, mejor no tener el gobierno porque supone compromisos que hay que cumplir, pactos y convivencias que no se está dispuesto a aceptar. Eso es curioso, e incluso algo bastante ajeno a la tradición peronista que siempre ha buscado adecuarse a las condiciones y no hacer una causa irrenunciable y romántica que vaya destinado al fracaso. Eso es más bien propio de otras tradiciones de un populismo muy extremo, muy fanático. Y llama a atención que aun en esas circunstancias el resto del peronismo esté dispuesto a acompañarlo. Los legisladores y los gobernadores kirchneristas piensan que en última instancia el que va a pagar todos los costos va a ser Néstor Kirchner y lo acompañan hasta que se hunda. Da la sensación que piensan que al día siguiente van a poder decir alegremente que la culpa era de él y ellos no tienen nada que ver".
"Cuando Brizuela del Moral en Catamarca se alejó de Néstor Kirchner dijeron que estaba sellando su destino porque lo iban a derrotar en las urnas y pasó todo lo contrario y si bien es el caso de un radical, veamos también la experiencia de un (Juan Carlos)Romero o de los Rodríguez Saa que han sobrevivido en San Luis y no ha pasado nada. Por eso tengo mis dudas que esto de la falta de alejarse de los K por parte de gobernadores posea una explicación meramente fiscal, tengo la sensación también que hay un cierto conservadurismo, una actitud de no correr riesgos y eso puede ser a la larga muy peligroso porque es cierto que por ahí en lo inmediato se evitan un disgusto pero si la crisis se acelera, si al gobierno le va muy mal en las elecciones, una corrida apresurada detrás del nuevo liderazgo del peronismo puede generar una inestabilidad institucional muy grande. Por otro lado, no se sabe qué rédito político le va a dar a esos gobernadores y eso puede generar una situación de bastante conflicto dentro del peronismo y en la política en general. Convengamos que va a ser muy difícil de hacer tragarle a la sociedad que el peronismo en este caso tampoco tiene nada que ver porque si Néstor Kirchner mismo se hunde con su gestión y arrastra al resto del peronismo eso va a representar un vacío de representación muy serio y yo no se quién lo va a llenar".
"En la provincia de Buenos Aires el kirchnerismo tiene posibilidades de ser primero; aún perdiendo mucho votos puede conservar la primera minoría. Quizá esa es una situación que la oposición podría evitarse si se une aún a costa de perder algunos votos en el uno más el otro, porque si Néstor Kirchner sólo saca el 35 %, las otras dos listas podrían repartirse 60 %. Tal vez sacan menos del 60% si van juntas pero les alcanzaría para ganar. Fuera de la provincia de Buenos Aires no tiene demasiado sentido un mega acuerdo opositor ni nadie se lo plantea seriamente y el problema es si una alianza de ese tipo va a ser aceptada por el electorado cuando está claramente dirigida simplemente a castigarlo a Néstor".
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