La mirada del politólogo Marcos Novaro, dialogando con nosotros por Radio Cultura, en Contrucción Plural:
“Un análisis postelectoral marca que efectivamente hay un giro hacia una posición más moderada, más de centro derecha. Hay un giro de la opinión pública de rechazo a esta visión polarizada, conflictiva al que quedó asociado el discurso oficial. También hay cierta urgencia con problemas que son relativamente nuevos y el gobierno no ha demostrado que pueda cambiar su agenda al ritmo que cambia la agenda pública. La agenda oficial no se ha acomodado a un cambio de la agenda de la sociedad. Esto pasó con la seguridad, aún más gravemente con el tema de la inflación y creo que también pasó con problemas internacionales, la preocupación por el aislamiento en la que está quedando la Argentina y en el marco de un mundo convulsionado, quedar aislado parece haber sido la única solución que tiene a mano el gobierno y eso genera mucha preocupación, no sentirse muy orgulloso de las instituciones propias viendo cómo salen adelante países como Brasil, Chile -incluso Uruguay- que vemos que encuentran una solución en la integración y no en el aislamiento. Debe haber un cambio en la agenda, no necesariamente toda esa agenda es de centro derecha. Es una agenda más plural, más moderada, y sobre todo más pragmática, preocupada en resolver temas concretos”.
“Los cambios de preferencias son saludables. La gente juzga los comportamientos, juzga los resultados y en muchos casos los líderes son exitosos porque están en el momento justo, en el lugar indicado, no porque tengan demasiados méritos. Están allí haciendo el trabajo que una parte de la sociedad quiere que hagan. Francisco de Narváez, Mauricio Macri, Carlos Reuteman y Julio Cobos están haciendo ese trabajo. Cuál de ellos va a hacerlo bien y va a tener más futuro que otros es muy difícil decirlo hoy. Se abre una competencia muy abierta entre ellos en la cual los Kirchner pueden jugar favoreciendo o desfavoreciendo con su colaboración a algunos pero sin un rol protagónico en la pelea. Los Kirchner ya no pelean por el poder. Quizá van a ayudar a entregarlo en ciertas condiciones pero a la distancia. Por poner un ejemplo, el caso de Carlos Reuteman si se acerca mucho a los Kirchner buscando colaborar con el gobierno le va a resultar muy difícil ganar elecciones”.
“Macri tiene la ventaja sobre Reuteman de no depender de la interna del PJ y de poder decir que es lo suficientemente peronista para los peronistas y suficientemente no peronista para los no peronistas. Y al mismo tiempo lo cierto es que no le fue muy bien en la Capital Federal y el resultado de Gabriela Michetti ha sido bastante decepcionante. Pero Macri es el verdugo de Néstor Kirchner, el que le puso el cascabel al gato y eso pesa incluso en el prestigio interno del peronismo ver quién es el que ganó. En términos simbólicos es muy importante y creo que hay que ver si un candidato identificado fuertemente con el PJ puede ganar las elecciones del 2011 después del desprestigio que supone esta gestión de los Kirchner con todos los problemas que se van a ir agregando en los dos años que faltan de Kirchner. Si por ejemplo Reuteman tiene que colaborar sosteniendo este gobierno para que el kirchnerismo no termine desprestigiándose del todo, cómo hacer para no quedar asociado. Es como el dilema que tuvo Antonio Cafiero con Raúl Alfonsín. Pagó costos por colaborar frente a alguien que puede no colaborar y que puede decir: Yo gobierno la ciudad y no tengo nada que ver con el peronismo. Hago mi propia coalición y que los peronistas vengan al pie si quieren”. Macri tiene ventajas por ese lado”
“Yo no creo que Macri vaya a desistir de una carrera presidencial ahora más allá que es joven bien y podría apostar al 2015. Me da la impresión que después del éxito en la provincia de Buenos Aires difícilmente se resigne a ser reelecto en la Ciudad regalándole la presidencia a Carlos Reuteman por un mandato para después ir él. Tal vez la recomposición del peronismo sea más rápida y haya tal vez poco espacio”.
”También que en las provincias chicas sobre todo los líderes locales van a preferirlo como propio y confiable a Carlos Reuteman que a Mauricio Macri. Con los sindicatos probablemente suceda lo mismo. Creo que ahí hay una distribución de recursos que no es pareja y hay que ver cual se impone”.
“El problema de estos líderes que no se resignan a irse es que consumen su herencia y adoptan una versión degradada de sí mismos, ideologizada y fanática de lo que ellos hicieron. Esto es lo que había pasado con Néstor Kirchner en los últimos seis meses, se había vuelto cada vez más parecido a Hugo Chávez y menos a Lula cuando él aspiró a ser Lula y no Chávez. Tenemos una especie de parodia de lo que Néstor Kirchner fue como presidente construida por él mismo. Pero yo no sería tan optimista de pensar que este golpe que recibió alcance para que regrese a un espíritu pragmático”.
“El problema no es solamente el futuro de Néstor Kirchner sino de muchos de los que han vivido de su mano. A cambio de ceder poder, muchos van a tener interés en que se les aseguren ciertas cosas. A veces los líderes se vuelven prisioneros de sus criaturas y el kirchnerismo es una criatura bastante difícil de predecir. No sólo es importante ver lo que Néstor Kirchner quiera hacer sino todos los adláteres que tiene que no son tan fáciles de controlar en algunos casos. Ha sido muy bueno que Kirchner perdiera en la provincia de Buenos Aires porque -a diferencia de Carlos Menem- esto le ha dañado en forma irreparable su línea de flotación y tal vez esto sea una conmoción suficientemente fuerte como para que no piense que pueda tener sobrevida y que cuide un poco más su herencia patrimonial pero también su herencia política. Finalmente fue un presidente que hizo cosas…dejando esas cosas en la nebulosa”.
“Pino Solanas es más bien el exponente de una frustración en la que creo que ha colaborado mucho el fracaso del kirchnerismo. Si uno se pone a pensar en cómo fue radicalizándose y polarizándose esta versión populista y extrema del kirchnerismo en los últimos años y el efecto que eso tuvo sobre el grueso de la población de los actores sociales, fue muy negativo. Solanas es la expresión de ese fracaso más que la expresión de algo nuevo. No veo que vaya a tener mucho futuro más allá de que siempre hay un sector del electorado que puede entusiasmarse con una idea de populismo radical. No le daría mucho crédito a eso”.
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