Secretos e incertidumbres
Por Miguel Schiariti
Titular de CICCRA, Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne de la República Argentina
Dirigente político justicialista
Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.
Los sectores económicos y el público en general estamos llenos de preguntas y en la Argentina de hoy solo la Sra. Presidente parece ser la única que puede dar algunas respuestas.
¿Por qué no lo hace? ¿por qué someternos al juego de la incertidumbre y la intriga?
Pocos funcionarios hablan, pero sabemos que nada dicen, que pueden ser desacreditados en medio segundo porque la única palabra que importa, la única autorizada, es la de la presidente.
Se puede decir, sin demasiado temor a equivocarse que la política de este segundo período de gobierno va a seguir siendo el secreto, la intriga y la teoría conspirativa como si estuviéramos en una de esas viejas películas de la Guerra fría.
No sabemos cual será la política, ni los ministros, ni nada que se le parezca. Y nos acostumbramos a expresiones como “cerco informativo” y a batallas que se libran entre quienes opinan y quienes creen que los opositores no deben opinar, con grados crecientes de agresividad.
Pero cuando tenemos que tomar decisiones, tener hijos, casarnos, comprar una casa, poner un negocio, invertir en una fábrica, no tenemos la información para tomar nuestras decisiones, buenas decisiones. Acaso el 55% que no quiere saber, estará contento con que lo traten como un chico y creerá cuando le dicen que todo está bien y todo es culpa de los demás y nunca responsabilidad propia, pero los que quieren tomar decisiones informadas, están desamparados porque no tienen información ni capacidad de prever.
Pero esto no es solo culpa del gobierno que no facilita ni la información ni los mecanismos, también como ciudadanos es hora de preguntarnos si queremos o no “saber de qué se trata”. Es decir, si vamos a entender algún día que brindar información sobre cómo se van a hacer las cosas no es una gracia del monarca, sino nuestro derecho de ciudadanos.
Por eso no importa a quién votaste, importa que la información es poder y casi nadie la tiene. No importa si este gobierno o el próximo. Importa que los mecanismos no están. No solo porque el gobierno de turno no los facilita, sino porque nosotros, los ciudadanos, no los demandamos, o no los traducimos en demandas. No sabemos, no queremos o no nos damos cuenta, o no nos importa, es lo mismo, escondemos la cabeza como el avestruz… pero algún día, tenemos que sacarla a respirar… generalmente, cuando la cosa se incendia. Seguiremos siendo cívicamente chiquititos mientras aceptemos vivir en estos secretos e incertidumbres sobre la información necesaria para tomar las decisiones que hacen a nuestra vida. Nosotros sabemos que ignorar los problemas, esconderse, sólo los acrecienta y agrava, que demorar las soluciones hasta que no da más es lo menos inteligente que podemos hacer.
Violencias retomando un poquito lo de arriba, hubiera sido lindo que desde el gobierno se repudien las agresiones a periodistas, Lanata & Magdalena esta semana, entre otros tantos, entre los sillazos en la Feria del libro en la presentación de un libro crítico, periodistas echados de actos públicos y de actos de gobierno, escraches, afiches infamantes, … ¿estas violencias van a parar solas o van a tender a crecer, a incrementarse, como todas las violencias? ¿podemos sostener ingenuamente que la violencia no engendrará mayor violencia? ¿tenemos que olvidarnos de estas cosas porque no reciben demasiada prensa? ¿Si dejamos de hablar de la violencia, la violencia desaparece? ¿votar al oficialismo quiere decir justificar esto? ¿hay lugar dentro del cristinismo para expresar un desacuerdo? Preocupante. Esta manía de querer acallar al mensajero porque no gusta el mensaje es preocupante, además de inútil. El Indek ya no tiene rigor estadístico y no por eso desapareció la inflación. Ya no hay datos oficiales de agro y sin embargo desaparecieron… productores de trigo, y millones de vacas (2 ejemplos nomás).
Si algo sabemos de seguro es que la realidad no va a cambiar por el modo en que la relaten ni aunque nos volvamos todos oficialistas.
El diálogo: Los sectores políticos se preguntan si la confrontación seguirá o se abrirá el diálogo. 8 años de historia hacen presumir que habrá poco diálogo, pero por otro lado, el cambio –real –del contexto podría abrir una ventana al cambio.
Lo que sí se puede afirmar es que la identidad política y la pertenencia al cristinismo la da el conflicto con quienes piensan distinto y el poder lo da la escasez de información verdadera circulante. Ante el cambio de escenario, está por verse si el gobierno acrecentará la metodología del apriete y la patota, o se llegará a intentar un cambio metodológico y buscar acuerdos con distintos sectores que tienen mucho para decir y aportar, abriendo caminos de información o mantendrá, en esta nueva etapa de mayores desafíos, el mismo hermetismo de los últimos 8 años.
Subsidios: como nos vamos enterando de las cosas tarde y mal, en estos días de dólares agitados nos enteramos de que estuvimos subsidiando industrias tan útiles para el desarrollo social como el juego y actores sociales tan necesitados de ayuda gubernamental como bancos y financieras, empresas petroleras y mineras. Pasa que lo que se disminuyó, 0.8% de recorte, nada dice de los 75 mil millones. Si, como dicen los economistas, los subsidios son insostenibles, van a empezar a disminuir… me pregunto, porque no sabemos, sólo sospechamos, a quién afectarán estas futuras disminuciones… ¿las empresas dejarán de ganar dinero? Jajaja las conversaciones sobre el traspaso de los subtes y el aumento de tarifas consecuente (se habló de que el subte sin subsidios superaría los 3 pesos (3,40) contra 1,10 de ahora) no son nada tranquilizadoras. Parecería ser, “en medio de gran hermetismo” porque así son las reuniones, “herméticas” y nadie puede “hacer declaraciones”: este es el modelo de negociación de nuestro dinero por parte de nuestros representantes, digo parecería ser, alguien podría inferir, que la Nación y la Ciudad están negociando un traspaso para ir solventando juntos los precios subsidiados y compartir costos políticos de las futuras subas de boletos… podrán atrasarlas, claro, pero no para siempre... si se nos ocurre quejarnos por los aumentos pasaremos a ser los nuevos desestabilizadores enemigos del gobierno?
¿Y el gas? ¿La luz? ¿el tren y el colectivo? … “equidad redistributiva” “redistribución equitativa” “acomodamiento redistributivo” “incrementito tarifario paulatino revolucionario” vaya a saber uno con qué remilgadas expresiones marketineras nos van a contar, un día de estos, que llegó la hora de la economía real y colorín colorado. Ojalá que esta redistribución les llegue de una vez a los pobres para que puedan dejar de serlo!
El dólar: dejando de lado las teorías conspirativas y la prensa como responsable de una corrida cambiaria y volviendo a la realidad del pequeño ahorrista que quiere defenderse de una inflación creciente en un sistema económico muy mentiroso, los argentinos que tenemos más de tres décadas ya sabemos que el asunto del dólar no es solo un tema de grandes financieras. En esto tenemos experiencia. Este relato no nos lo creemos, medidas de control que atacan a los compradores minoristas para mostrar “eficiencia” y que “se está haciendo algo” … ¿Por qué no se hizo antes, si los dólares están yéndose del sistema desde hace meses? Los pequeños ahorristas que son los que compran en una casa de cambio y los que atemorizan con la participación de la AFIP. Las transferencias al exterior se hacen de todas maneras con el "dólar liquidación". el "argumento" de evitar el lavado de dinero es cuanto menos vergonzoso en tanto y en cuanto el GAFI estuvo a punto de ponernos entre los países sin controles efectivos y fue la oposición la que los salvó en la cámara esto lo tacho y te lo muestro, porque, no los tendrían que haber “salvado”).
Ríos de tinta han corrido para explicar la relación de los argentinos con el dólar y otros tantos, han corrido para las regulaciones del dólar en Argentina. Siempre, siempre, se impuso la realidad.
Una cosa es regulaciones para todos y otra arbitrariedades para todos, y sin regulaciones para los amigos, los funcionarios o los que tienen “un amigo” y compran dólares sin restricciones, como hubo quienes sacaron su plata del corralito sin las restricciones que tuvimos todos los demás. ¿por qué no un “dólar barato para todos” que se pueda comprar en camioncitos distribuidos por la ciudad y el conurbano?
Si algo dejaron en claro las movidas del dólar esta semana es que, teorías económicas aparte, cuando se trata de nuestros ahorros, los argentinos no creemos ni en los relatos ni en las canciones ni en las publicidades, ni en nuestra moneda.
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