Cerro Dragón

Por Eduardo Zamorano

Abogado

Columnista de Construcción Plural, el programa de Fernando Mauri.


El paro de Camioneros del miércoles 27 de junio y sus condimentos: acto y movilización en Plaza de Mayo; intercambio de reproches entre Moyano y la Presidenta; realineamientos sindicales con vistas al Congreso del 12 de este mes, se convirtieron en la noticia absorbente de la semana pasada, descollando nítidamente en los medios.


Esta pulseada en la cúpula del poder dejó en segundo plano a un gravísimo conflicto ¿gremial? suscitado en la Ciudad de Comodoro Rivadavia, Provincia de Chubut.


El yacimiento hidrocarburífero “CERRO DRAGÓN”, concesionado hasta 2027 a la empresa Pan American Energy (PAE) fue tomado por un grupo organizado de trabajadores de la UOCRA que realizan tareas complementarias a las específicamente petroleras en protesta por 400 despidos y por la negativa del Ministerio de Trabajo a inscribirlos como sindicato autónomo.
 La medida de fuerza no se agotó con en el cese de actividades y la toma del establecimiento; por el contrario, se produjeron destrozos de gran magnitud en instalaciones y máquinas de la empresa: escritorios dados vuelta; vidrios rotos al igual que papelería administrativa; servidores desconectados; y varias camionetas completamente destruidas. Las fotos de la debacle provocaron un auténtico estupor.
 A continuación intentaremos una descripción del inquietante episodio; a pesar de su poca claridad, nos basamos en la información publicada en los diarios y en algunos datos de nuestra cosecha.

SITUACION EN EL YACIMIENTO

Cerro Dragón es el segundo yacimiento en importancia que existe en nuestro país; produce 13.400 m3/día de petróleo e inyecta gas por una cantidad 4,6 millones de m3/d a diferentes gasoductos; sus reservas de crudo representan el 25% de las existentes en todo el país.
 En el yacimiento prestan servicio trabajadores encuadrados por el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Chubut, pero también operarios representados por la UOCRA; estos últimos realizan construcciones y tareas de mantenimiento relacionadas con la actividad petrolera y gasífera.
 Ya en 2005 se produjo una toma del yacimiento que se prolongó durante nueve días; el reclamo de los trabajadores de la construcción consistió en una equiparación, o cuando menos un acercamiento, a las condiciones de trabajo y salariales correspondientes a los petroleros. Todavía no se había producido la fractura con la UOCRA y fue un delegado de este sindicato -Luis Gortari (hoy en la Directiva de la Seccional local- quién lideró la protesta.
 Finalmente, PAE presionó a sus contratistas, empleadores directos de los huelguistas, para que firmaran un acuerdo que reconociera la peculiaridad de sus actividades en relación a las normales y ordinarias de la industria de la construcción.
 Así se homologó el Convenio Colectivo Nro. 545/08 el cual incorpora mejoras de significación y cuyo ámbito de aplicación es “el personal que presta servicios en obras de ingeniería o arquitectura contratadas por el operador de un yacimiento petrolero o gasífero para ser realizadas entro del yacimiento y correspondientes a su actividad principal o coadyuvante o definidas expresamente en el contrato de locación de obra del yacimiento”.


NACEN LOS DRAGONES

Si bien el convenio colectivo de marras fue suscripto por la UOCRA, los operarios constructores con tareas en los yacimientos pretendieron escindirse del gremio madre, razón por la cual fundaron el “Sindicato de Personal de Obras Mecánicas, Civiles, y de Servicios del Sur”, designándose Secretario General a Raúl Murga y Vocero a Guido Dickson.

Pero el propósito de conformar una entidad propia se frustró ya que no obtuvieron ni siquiera la simple inscripción gremial.


Posiblemente, en aras de serenar los ánimos y desalentar eventuales conflictos, el ex Gobernador Mario Das Neves dictó el Decreto Nro. 187/09, reglamento que, en cierta forma, implicó un reconocimiento a Los Dragones; en efecto, se dispuso que el personal que se incorporara a las obras públicas de la Provincia debía salir de la Bolsa de Trabajo regenteada por el grupo. Con este apuntalamiento oficial, el gremio embrionario alcanzó 4.000 afiliados, de los cuales 800 prestaban servicios en el yacimiento Cerro Dragón.

Durante la campaña electoral de 2011, el entonces candidato (y hoy gobernador Buzzi) a cambio del apoyo activo del grupo, les prometió que los ayudaría a obtener la tan ansiada personería sindical.


 EL CONFLICTO


Las promesas de Buzzi sobre el otorgamiento de la personería no se cumplieron, y para colmo las contratistas de PAE (Skanska; Contreras; Tecpetrol; y Edvesa, entre otras) produjeron despidos masivos.
 En ese momento detonó el conflicto: toma del yacimiento; los actos de vandalismo que se describieron al comienzo de esta nota; y el corte de las rutas 3 y 26.
 Al día de hoy nadie explica con claridad lo sucedido y, menos aún, se determinan los responsables del desastre (el cual, por desgracia, tuvo como consecuencia colateral el accidente de tránsito que costó la vida a un grupo de gendarmes que intervino en el conflicto).

Las versiones, con el transcurso del tiempo, se hacen cuasi paranoicas. El Mentor Horacio Verbitsky, en su editorial dominical, se pregunta con indisimulable tono conspirativo: “Quiénes y cómo introdujeron en el predio maquinaria agrícola pesada, empleada para los desmanes”.
 Hay también conjeturas que involucran a Das Neves por aquello que fue, digamos, el primer “promotor” de los Dragones.

A su turno, el Vocero Dickson admite “que se nos fue la mano……”, aunque no se priva de esgrimir la existencia de infiltrados; incluso proporciona un dato de cierta relevancia: solo un sector que se salvó de la furia destructiva; fue el predio de la contratista Edvesa, única donde no laboran operarios ligados a los Dragones, y cuyo delegado en un sujeto al que apodan “El Conejo Silva” vinculado a la Seccional Chubut de la UOCRA.

Por último, el vértigo imparable de los rumores también alcanza a Buzzi, Gerardo Martínez y hasta la propia PAE. Muy preocupante.



Desde luego, carentes de un mínimo de legitimación jurídica, se tornaron más combativos adoptando el nombre de “Los Dragones”.